24/06/2016
La universidad había organizado una demostración de la carrera de Gastronomía así que teníamos un receso largo, no había visto a Evan en un rato y la verdad era raro, entiendo que tiene cosas que hacer, solo que siempre manda un mensaje o da señal de vida y no lo ha hecho, supongo que luego me contará.
Las chicas y yo fuimos al puesto que le había sido asignado a Griffin; Abel ya se encontraba ahí probando de todo junto con otros chicos.
—Este es de nuez, con chocolate y plátano — Griffin nos ofreció una especie de panecillo.
—Yo quiero probar — se acercó Fran tomando el postre —. Cariño está riquísimo — saboreó gustosa.
—Me encantaría negarlo, pero esta vez si te luciste — felicité al chico.
—Gracias Ella.
—Estas fresas con chocolate están muy buenas — comentó Gina con un poco de chocolate en sus labios.
—Bebé, deberías tener más cuidado — Jasón iba llegando y con un beso le quitó el chocolate.
—Y luego dicen que los empalagosos somos nosotros — Evan iba llegando, hasta que apareces.
—Debe de haber paz después de la guerra — comentó Jasón mirando a su chica.
—Los reyes del drama hablando de paz —se burló Ale.
—Solo digo que si podemos ser empalagosos cuando queremos — se defendió Gina.
—Ya lo notamos — todos reímos ante el comentario de Fran.
—Cariño, estaré en la biblioteca, tengo que resolver unos cuestionarios sobre artículos y esas cosas — rayos, al parecer hoy era uno de esos días donde los deberes impedían que nos viéramos.
—Entonces te veo en Derecho — al menos en esa clase te tenía para mí.
—Bien, te veré ahí amor — me dio un casto beso.
—No, no irás hasta que me des un beso bien — lo abracé y escondí mi cara en su cuello.
— ¿Ah sí? — Lentamente unió nuestros labios, lo amaba y sus besos eran como dardos tranquilizadores, aunque no hubiera ningún problema —. Te veo al rato princesa.
—Se ven muy lindos — sonrió Ale —. Se te ve muy feliz desde que estás con él, más relajada, pero aún sigues siendo tú.
Sonreí embobada, Ale tenía razón y me encantaba sentirme libre.
Pasamos el resto del evento probando aquí y allá, los chicos en general habían hecho una increíble exposición.
Tocaron para anunciar el fin de la demostración y solo tendríamos las últimas dos clases así que tranquila me dirigí a composición de estructuras con Fran.
—Yo quería seguir degustando — se quejó por lo bajo mientras la profesora explicaba.
—Lo sé, pero ya solo faltan dos horas, solo presta atención.
—Estoy más que aburrida, esto lo explicó la clase pasada — bufó.
—Ya sabes que luego se le olvida, aunque lo haya anotado — me reí por lo bajo.
Después de la fastidiosa clase me encamine a Derecho, mientras que Fran siguió su camino a Literatura.
Entré al aula y vi a Evan sentado con un chico, le sonreí pero él solo bajó la mirada, eso era raro.
—Muy bien, hoy haremos un ejercicio rápido para repasar los temas del examen sobre homicidio — la profa repartió unas hojas a algunos de nosotros —. En ellas pueden encontrar el rol que desarrollan y la información necesaria, así que posiciónense en sus respectivos lugares, mientras antes terminemos mejor.
40 minutos después él chico que hacía papel de abogado defensor logró que los cargos sean revocados a su cliente y tuve que dejarlo libre.
—Señor Ferreira, debe estudiar más- aconsejo la profa al chico que hizo de abogado acusador.
—Si profesora — perder un caso donde se esperaba que ganaras, restaba puntos.
Recogí mis cosas y me acerqué a mi chico.
— ¿Todo bien amor? — Me paré junto a él
—Adiós Ella, Evan nos vemos — se despidió el chico que se encontraba a su lado.
—Adiós — me despedí cordial y Evan hizo un asentimiento de cabeza —. ¿Me dirás qué te pasa? — Cuestioné una vez que el chico se alejó.
—Estoy bien, solo un poco cansado — no podía mantenerme la mirada.
—Vamos, los chicos nos esperan — tomé su mano.
—Te sigo — se paró soltándose de mi agarre.
—Bien — si no quería contarme tampoco le iba a rogar.
Caminé hacia el estacionamiento donde los chicos nos esperaban, Evan iba de tras de mí, un par de pasos alejado, esto no era normal y me estaba enojando.
Llegué junto a los chicos y Jasón, al igual que Griffin, me miraban raro y a Evan con cara de... ¿Desaprobación? La verdad no supe cómo descifrar sus miradas.
Me subí en el auto junto a mi chico y Ale.
— ¿Les parece si hago pechugas rellenas? — revisé mi celular.
—Si me permites, quisiera cocinar yo, tu siempre lo haces, esta vez me toca a mí — Griffin se ofreció a reemplazarme en la cocina.
—Por supuesto, la cocina es toda tuya, iré a cambiarme.
Entré a mi recámara, dejé mis cosas de lado y me metí a bañar. El agua caía por mi cuerpo y en lo único que podía pensar era en porque Evan actuaba de ese modo.
Salí con la toalla enrollada en el cuerpo, lo vi sentado en la orilla de la cama con la mirada perdida.
—¿Ahora sí me dirás qué te sucede? — Me paré frente a él.
—Perdóname — susurró, ¿a que venía eso?
–—¿De qué estás hablando?
—Lo siento, perdón — sus ojos se conectaron con los míos, estaban cristalizados.
— ¿Amor qué sucede? — El miedo inundaba mi sistema nervioso.
Tomó mis manos, que segundos antes estaban en sus mejillas y las retiró despacio, mientras desviaba la mirada.
— ¿Evan?
—Besé a otra chica.