Rompeme el corazón

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Pov Por Iris

Admito que no pude dejar de mirarla desde el primer momento en que la conocí. No deje de pensar en ella. Al ir a la cama, mirar el techo, solo venía a mi cabeza su rostro, su cabello rojo y su sonrisa medio torcida. Cuando Rose me dio la oportunidad de estar a su lado, aligerando la carga de su agenda de trabajo, me propuse saber todo sobre Rose, todo.

Estaba saliendo con la Dra. Rebecca Jones. Una mujer con su misma prepotencia y arrogancia. Se lanzaban sonrisas coquetas, y un par de veces, disimule las sutiles caricias que ambas intercambiaban antes de que Rose cerrara la puerta de su oficina con seguro. Un día, recuerdo escuchar a Serena hablar con Germán sobre su relación. La palabra matrimonio salió a flote en medio de la conversación. Logrando que mi corazón se estrujara con fuerza.

—¡Niña, ten más cuidado! —Rebecca chillo apenas tropecé con ella en mi intento de escape.

Rebecca Jones. Alta. Ojos grandes y verdes. Caderas anchas. Labios gruesos y carnosos; unos labios que más de una vez Rose mordió con ganas. Rebecca Jones. La importantísima Dra. Rebecca Jones, quien mejor que ella para estar colgada del brazo de Rose.

—¿Qué te sucede niña? —Sentí el calor de mis lágrimas cuando se deslizaron por mis mejillas.

Su voz gruesa, alerto a los demás. Las miradas en el pasillo estaban sobre mí, haciéndome sentir pequeña e insignificante. Mis piernas no respondían a la orden de levantarme y echarme a correr, solo quería largarme a llorar.

—¿Becca, que sucede?

—Rose, esta niñita... No sé, está llorando. Deberías deshacerte de ella. Buscar alguien más profesional.

Ella lograría que me despidieran. Ese día, Rebecca lograría que me alejara de una vez por todas de Rose. Mire a esa preciosa pelirroja, baje la mirada avergonzada por el escándalo ocasionado.

—Todos regresen a sus trabajos. Iris, levántate por favor.

Me aferré a ella cuando me ayudo a colocarme de pie. No me importo Rebecca o las miradas de los demás. Los comentarios que salieran después me tenían sin cuidado. Si me alejarían de Rose, al menos quería llevarme su olor impregnado en mi cuerpo. Le supliqué que me llevara a casa. Suplique por su compañía y, contra todo pronóstico, lo hizo. Rose se fue conmigo. Me subió a su auto sin medir palabra, callada todo el camino con la mirada al frente.

Efecto Mariposa. [L]GTB  #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora