Capítulo 1.

7.5K 215 9
                                    

Ahí estaba, parado delante de aquellas escaleras de caracol. Ya no podía mirar atrás, tenía que correr, escapar, huir. Escuchó unos pasos y eso le sacó de sus pensamientos. "Ahora o nunca", gritó para sus adentros. Primero un pie, después otro y así sucesivamente, cada vez más rápido mientras sentía cómo se le aceleraba el pulso, la adrenalina se apoderó de él poco antes de terminar la bajada y cuando acabó, siguió corriendo, como si la vida le fuera en ello.

Salió de aquella torre empujando a todo aquel que se cruzaba en su camino, le daba igual que la gente lo mirase con incredulidad, tenía que salir de esa situación. La respiración se le aceleró tanto que casi se ahogaba, notaba como si los músculos de las piernas se desgarrasen. Dolía, mucho, pero aún así no pudo parar hasta estar seguro.

Salió de la ciudad, corrió campo a través, nadie le perseguía ya, pero no podía parar. Llegó a una pequeña casa y se paró ante ella. Se veía vieja y abandonada, el sitio llamaba demasiado la atención, pero necesitaba descansar. Abrió la puerta y subió unas escaleras que había según entraba. El crujido de la madera a sus pies no era muy alentador, pero aún así siguió subiendo. Una vez arriba buscó con la mirada y finalmente encontró una puerta entre abierta. Empujó despacio mientras chirriaba de una forma desagradable y al otro lado de la puerta vio una cama, una cómoda destartalada con un espejo y al fondo una mecedora que con solo rozarla podría desarmarse. Se acercó a la cómoda y se miró al espejo. Estaba sudando, su pelo oscuro completamente despeinado le hacía parecer un vagabundo y su mirada verde era ávida e intensa, transmitía nerviosismo, preocupación, dolor, cansancio, tristeza. Sus carnosos labios estaban separados con la intención de que entrase más aire para regular su pulso e intentar tranquilizarse, cuando lo consiguió se atisbó una sonrisa de triunfo, había conseguido mantenerse vivo.

De pronto volvió a escuchar el crujido de la madera de las escaleras, eso quería decir que alguien estaba subiendo. ¿Vivo? Ahora empezaba a dudar que consiguiera salir de esta. Empezó a mirar por toda la habitación, pero nada, no había ningún recoveco en el que esconderse. De nuevo su respiración se aceleró y se mentalizó para hacer todo lo posible para salir de esa. La puerta se abrió poco a poco y un pie se adentró en la habitación...

Antes de ti. [Completa] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora