Pequeño vidente de HuskyWalker

Capitulo 33

"De todas las veces que has hecho esto, tenías que hacerlo ahora, Scarhead". Las duras palabras no lograron ocultar la preocupación que Draco había sentido cuando dijo que Scarhead se había relajado debajo de él, y luego demostró ser completamente insensible a todo lo que había dicho o hecho hasta ahora.

Si hubiera habido más espacio, habría pasado de pellizcar al idiota a golpearlo, para ver si eso sería suficiente para sacarlo de cualquier visión en la que hubiera sido absorbido. Desafortunadamente, llamar la atención sobre ellos era una de las últimas cosas que quería arriesgar en ese momento.

Mordiéndose nerviosamente el labio inferior, algo que no había hecho desde que era un niño, Draco hizo una pausa en sus esfuerzos por despertar a Harry para poder vigilar la pelea en curso.

Se permitió sentir un poco de alivio al ver al hombre lobo de nuevo en pie a pesar del golpe que había recibido. Si bien es el enemigo más peligroso, el hombre lobo solo será un problema por unas pocas horas. Después del amanecer, regresarían a casa. A menos que este fuera uno de los pocos muggles de los que había oído hablar, aquellos que lograron sobrevivir al giro a pesar de no tener una sola gota de magia para ayudarlos.

Si es así, podrían tener un problema, ya que ningún Muggle estaría al tanto del tratado entre magos y hombres lobo.

Al contemplar qué hacer ahora, sus ojos se dirigieron a la varita que tenía en la mano. Fue bastante afortunado que hubiera sido Harry y no el verdadero Fletcher quien había caído en la bóveda con él. Esta varita era tan útil para él como cualquiera de las ramitas esparcidas por el suelo a su alrededor.

Y, sin embargo, parecía incapaz de dejarlo ir, ya que la sensación de una varita en su mano le trajo un consuelo familiar, sin importar cuán ilusión fuera esta creencia en la realidad.

Un gruñido furioso hizo que Draco volviera a mirar a las dos bestias. Sus ojos se agrandaron cuando el oso cayó, derribado por un poderoso golpe del hombre lobo.

Durante varios tensos segundos, Draco se quedó completamente quieto y se atrevió a respirar. Pronto quedó claro que el oso no se levantaría de nuevo y, a la luz de la luna que se hundía, Draco no pudo detectar ningún signo de que aún respirara.

El hombre lobo permaneció sobre sus patas traseras, esperando que el oso se levantara para que su lucha pudiera continuar.

Con un bufido al darse cuenta de que esto no sucedería, el hombre lobo se puso a cuatro patas y olió con cuidado a su oponente, como si quisiera asegurarse de que el otro no estuviera fingiendo su propia muerte, aunque Draco estaba bastante Seguro que una simple bestia como un oso no tenía la inteligencia para realizar semejante truco.

Aparentemente llegando a la misma conclusión que Draco, demostrando que el hombre lobo tenía algo parecido a una conexión con su parte humana, el hombre lobo se alejó del oso, claramente habiendo perdido todo interés en el animal cuando ya no podía proporcionarle un lucha.

Draco se dio cuenta del mal giro que había tomado su situación cuando el hombre lobo se dio la vuelta para mirarlos, sus labios retraídos en una sonrisa macabra debido a la sangre alrededor de su hocico.

Instintivamente, Draco apretó a Harry más cerca de él, su ritmo cardíaco se aceleró mientras trataba de pensar en algo que hacer.

No podía intentar despegar con Scarhead. Dejar atrás a un hombre lobo era un pensamiento ridículo e intentarlo era un suicidio. Además, no estaba apto para correr, y con Harry como un peso muerto, todo estaba condenado al fracaso desde el principio.

Si lo intentaba solo, Harry se quedaría solo, sin nadie que lo ayudara. Y el hombre lobo, o algo más, podría encontrarlo antes de que el idiota saliera de esto.