Una promesa, una simple e inocente promesa que hicieron cuando niños los llevó a volver a encontrarse. Una promesa que los haría volver a hacerse amigos... Y quién sabe, quizás algo más que amigos, pero... ¿Esa promesa los interpondrá en algo?
Tamak...
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Era sábado, desperté como normalmente lo hacía, al revisar mi celular pude notar como tenía un mensaje de Hadō-san.
Hadō-san ☆ (1 mensaje nuevo)
—____-chan, perdón pero hoy no voy a poder ir a la salida contigo, los chicos también dijeron que estaban ocupados, en serio, lo lamento:( ✓✓
—No hay problema, si están ocupados no importa, otro día será ^^✓✓
—Gracias por entender ♡✓✓
Estaba un poco emocionada porque hoy se suponía que lo iba a ver, pero si estaban ocupados supongo que no podía hacer nada.
Como me dio hambre, bajé a la cocina a prepararme algo para comer y luego caminar para distraerme, puesto que ya que no tenía nada que hacer y mis padres estaban trabajando. Justo antes de salir a caminar, mi papá me llamó.
—¡____! ¿Vas a salir?— preguntó gritando desde su oficina.
—Sí, ¿por qué?— pregunté igualmente, acercándome.
—¿Puedes ir a buscar unos papeles que le presté a un amigo? Los necesito para mañana— pidió mientras preparaba los papeles, al parecer no esperaba un "no" como respuesta.
—Pensaba salir un rato ya que no tengo nada que hacer, así que está bien. ¿Dónde tengo que ir?
Me dijo la dirección y salí a buscarlos, no fue nada complicado, solo tenía que retirar los papeles y volver a casa. El sol se estaba escondiendo dando paso a la luna, en realidad era temprano puesto que eran como las 5pm, había mucha gente entonces decidí quedarme para comer algo o visitar lugares que me parecían interesante. A fin de cuentas, él me dijo que necesitaba los papeles para mañana, no hoy.
Estaba tranquilamente caminando por las calles de la ciudad, hasta que un grupo de hombres corriendo me empujan, me iba a quejar pero me doy cuenta que son atrapados por el famoso héroe Fat Gum. De un momento a otro, uno logra de los ladrones logra escaparse del héroe, pero es capturado nuevamente por unos tentáculos, al parecer era compañero de Fat Gum.
—¡¿Y este pulpo?!— gritó el hombre atrapado.
—Que cruel...— musitó el chico con cara dolida.
—¡No, no es un insulto! ¡Es lo que parece, senpai!— animaba el chico pelirrojo al de cabello azabache, o eso intentaba.
Ese chico era genial, con unos cuantos golpes lo había dejado fuera de batalla. Estaba cerca de ellos así que podía escuchar murmurar al chico azabache, decía algo de "Las almejas son útiles. Atacan y defienden, por eso siempre las como." Me daba gracias ¿por qué murmuraba eso?
Después de esa batalla, el chico se había deprimido un poco, al parecer no estaba seguro si lo hizo bien, mientras que el pelirojo lo animaba de nuevo. No entendía a ese chico ¡era increíble! ¡¿Cómo podía siquiera pensar que no lo había hecho bien?!
