Una promesa, una simple e inocente promesa que hicieron cuando niños los llevó a volver a encontrarse. Una promesa que los haría volver a hacerse amigos... Y quién sabe, quizás algo más que amigos, pero... ¿Esa promesa los interpondrá en algo?
Tamak...
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Los días habían pasado sin poder encontrarme con los chicos por su academia, no sabía ni qué hacer. Por un momento me había olvidado de su existencia ya que ni siquiera hablábamos por chat o llamada, hasta que un día Nejire me pasó una foto de Mirio con maquillaje y peluca, a su lado Tamaki riendo, sin contexto alguno, pero fue gracioso.
Cuando vi la foto solo podía reír y ver a Tamaki, se veía tan bien mientras reía... Por un segundo tuve envidia, yo también quería estar ahí, también quería escuchar su linda risa... Me quedé tanto tiempo viendo la foto que casi olvidé que tenía que llamar a Natsuki para encontrarnos, puesto que siempre solíamos hablar los fines de semana sobre qué había pasado en la semana de cada una, para así no perder contacto. Busqué su nombre y la llamé, al parecer ella también se había olvidado ya que me respondió después de unas 2 llamadas perdidas.
—¿Hola? ¿Quién es? ¿Qué quieres?
—Sí, mucho gusto de escucharte a ti también, eh.
—¿____? Perdón, estaba durmiendo, ¿pasó algo?
—"¿Pasó algo?" ¿Así tratas a tu amiga de toda la vida? No puede ser, te olvidaste que hoy es domingo... Estoy indignada, por eso me tienes q invitar tú hoy.
—¡¿Ah?! ¡Ahh! Que es domingo, cierto... Me olvidé, es que la cama estaba cómoda...
—Ya, ya...
—Ya voy~ No te enojes mi niña. Te invito un helado si quieres, espera me cambio y voy.
—Bien, te espero en la estación como siempre, hasta luego.
—Allá nos vemos.
Al cortar, me puse algo un poco más abrigado para mientras, me mandó un mensaje diciendo que estaba cerca y empecé a caminar hacia la estación para buscarla, hace un mes nos propusimos que cada una iría los domingos a la casa de la otra para hablar, claramente intercalando días. Al llegar la vi esperando sentada mirando a los lados, me acerqué rápidamente a saludarla.
—¡Natsuki!
—¡Hey! A pasado tiempo, ¿qué tal?
—Todo bien, tranquilo. ¿Y cómo va la banda?
—Normal, Nao como siempre anda molestando a todo ser que encuentre en la tierra, y Hikaru está de vacaciones con su familia.
—¿En serio? ¡Qué gusto, yo también quiero viajar!
—Algún día tenemos que planear un mini viaje con la banda.
—Sin duda— respondí para posteriormente comenzar a caminar hacia mi casa.
