15.

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CAPÍTULO 15: PERDIDA.

Era un viernes por la mañana, entre todos estábamos de camino a la cabaña la cual nos quedaríamos por unos días

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Era un viernes por la mañana, entre todos estábamos de camino a la cabaña la cual nos quedaríamos por unos días.

No pasaba nada interesante, simplemente charlas de Nejire y Mirio mientras yo miraba el paisaje por la ventana, Tamaki por otro lado estaba con los auriculares aún cuando ya había música puesta por Nejire.

—Si no supiste amar, ¡ahora te puedes marchar~!— cantaba Nejire junto con Mirio—. Dios Luis Miguel siempre me hechiza con sus músicas, ¡¿cómo puede ser tan bueno?!— exclamaba moviendo su cabeza de un lado para otro viviendo la música.

—Oh, en frente hay una cafetería, ¿tienen hambre, desayunaron?— preguntó Mirio mirando hacia atrás.

—¡Yo tengo hambre!— contesté alzando la mano—. Digamos que no tuve oportunidad de desayunar algo porque me quedé despierta hasta tarde...— musité lo último avergonzada.

—¡No puedes saltarte tus comidas ____! Puede hacerte mal, vamos allí Mirio, que coma algo la niña.

—¿Por qué me tratan como si fuese su hija?— pregunté entre risas.

—¡Por qué eres nuestra hija! ¿A poco no, Mirio?— él la miró sorprendido riendo y asintiendo varias veces.

Al parar un rato en la cafetería, Mirio y Nejire se adelantaron mientras yo despertaba a Tamaki para bajar a comer algo.

—Oye, oye, Tamaki... Despierta— hablaba un poco bajo para no asustarlo, mientras le movía despacio el hombro. Después de unos segundos logré despertarlo, al parecer estaba cansado—. Ven, nos bajamos un rato para desayunar algo, ¿quieres?

Tamaki mirándome intentado procesar dónde estaba solo asentía mientras se rascaba el ojo.

Cuando se despertó un poco más, salimos y entramos a la cafetería para encontrarnos con Nejire y Mirio alzando la mano y moviéndolas para señalar dónde estaban.

Nos sentamos juntos y Mirio nos dio un menú para que veamos que pedir.

—¡Ohh medialunas! Yo quiero estas con un café, hace cuánto no como medialunas...— exclamé ilusionada— ¿Tú qué vas a pedir?

—¿Yo?— asentí—. Probablemente solo pida un café, no tengo mucha hambre— respondió Tamaki indiferente, parecía que el sueño todavía lo superaba.

Yo asentí ante eso preguntando a los dos de en frente lo mismo.

Yo asentí ante eso preguntando a los dos de en frente lo mismo

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𝗕𝘂𝘁𝘁𝗲𝗿𝗳𝗹𝘆 | Tamaki AmajikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora