Una promesa, una simple e inocente promesa que hicieron cuando niños los llevó a volver a encontrarse. Una promesa que los haría volver a hacerse amigos... Y quién sabe, quizás algo más que amigos, pero... ¿Esa promesa los interpondrá en algo?
Tamak...
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Mañana era el día, el día en el que tenía que volver a mi casa y volver a asistir de nuevo a las clases, pues las vacaciones ya habían terminado para mí. No quería irme, no quería dejar de verlos, pero lo tenía que aceptar. A parte, tampoco es como si fuera que nunca los vería de nuevo, tenía sus números y en las vacaciones de invierno volveré, así que no habrá problema. Pero aún así... No quiero irme y dejar de verlos, voy a extrañar sus idioteces.
—Nejire ♡ En línea.
—¡Hey Nejire! ¿Puedes venir hoy a la cafetería más tarde?✓✓
—Claro, ¿pasó algo?✓✓
—No, no pasó nada, pero necesito decirles algo importante, ¿le avisas a los otros dos que vengan también? X fa✓✓
—Okok, nos vemos ahí ♡✓✓
—¡Gracias! ♡✓
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Ya me estoy por acabar mi batido y ellos aún no llegan... Me aburroo.
Oh, un lápiz, espera... ¿Por qué hay un lápiz en la maceta? ¿Pero qué le pasa a la gente? En fin, para mí, el que se fue de la villa pierde su lápiz. ¿Ya llegarán? ¿Tamaki vendrá? Ayer se comportó... Raro, ¿por qué...?
—¡Hola ____! Perdón por la tardanza, es que pasó algo y el tiempo se nos pasó volando— dijo Nejire sentándose, luego Mirio también me saludó e hice lo mismo.
—¡Hola! No hay problema, tampoco esperé tanto— estaba viendo que Tamaki no estaba y me extrañé ¿no vino por lo de ayer? ¿será que hice algo...?—. Huh... ¿Y Tamaki?
—Bueno, dijo que no se sentía bien y que mejor no te hagamos esperar, así que por eso tard—
—¿Le pasó algo?— pregunté interrumpiendo a Mirio—. Ah, perdón, sigue, sigue.
