TERCERA PARTE DE DETENTION
No es necesario haber leído las partes anteriores para comprender esta.
Adam y Samantha no tenían muchas cosas en común.
Él era un chico encerrado, antisocial y amargado. Ella una chica alegre amante de las fiestas.
A pesa...
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-Adam es un idiota- dijo Tara luego de que le conté lo que ocurrió, ella se quedó a dormir en casa hoy y aproveché de contarle.
-Me siento como una verdadera tonta.
-No, tu hiciste lo que sentías. Está bien, es el chico quien no se está comportando como debería.
-¿Pero qué esperaba de Adam? ¿Que me dijera que le encantó el beso? ¿Que le gusto? ¿Y que después me diera un tierno abrazo? Así no es él y nunca ha sido así, yo lo sabía.
Suspiró- Él no puede ser así siempre.
-No va a cambiar por mi, está claro.
-¿Y con lo de Tyler? ¿Qué planeas hacer?
Me alcé de hombros- Nada, voy a dejarlo estar y ver que pasa. También conozco a Tyler, el capricho por la diferente Sam no le va a durar mucho tiempo.
Suspiró- Creo que tengo que hacer algo.
Fruncí el ceño-¿Tu? ¿Por qué tu?
-Mi amabilidad le haría muy bien a Adam.- dijo haciendo comillas con sus dedos en la palabra "amabilidad"
Reí- No hagas nada, por favor. Ya está, me rendí.
-Sam, ni siquiera habías comenzado.
-No voy a luchar por alguien que no quiere que luchen por el.
-Lo que dices no tiene sentido- dijo y reí
-Si que lo tiene. En fin, cambiemos de tema, ¿Quieres helado de chocolate? Estoy segura de que mamá compró algo ayer.
Sonrió- Nunca me negaría a un helado de chocolate.
Bajé a la cocina a buscar el helado y vi a mi padre decepcionado frente a la heladera.
-¡Hey! Se tomaron toda la cerveza, no lo puedo creer.- dijo negando con la cabeza, reí, pero luego me di cuenta que se veía mal por alguna otra cosa.
Fruncí el ceño- ¿Te pasa algo, pa?
Suspiró- No te preocupes, no es nada.
-Preciera que si es algo.
Sonrió y me abrazó- Problemas de adultos. El helado de chocolate está en la parte de arriba, al fondo.
Reí- Me conoces bien.
Besó mi frente y se fue.
Creo que algo no va muy bien.
* * *
Hoy Dylan, como nunca, se comportó como un hermano ejemplar.
Le dije que no iba a ir a entrenamiento de boxeo con Adam y que no quería irme en autobús, así que me esperó el tiempo que estuve en detención.
