Estaré aquí para ti

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Narra Samantha Collins

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Narra Samantha Collins.

Intenté pedirle a todo el mundo que me llevaran a ver a mamá, pero no me lo permiten, dicen que no estoy en condiciones aún.

Necesito verla, la verdad siento que aún no soy capaz de procesar que mamá ya no estará más, creo que solo podré ser consciente de ello hasta que ocurra y me aterra ese momento, me aterra no ser lo suficientemente fuerte para afrontarlo, me aterra que Dylan, papá y yo nunca podamos superarlo.

Papá está cuidándome en este momento y Dylan está con mamá.

—Tu medicina se está acabando, iré a buscar más. Vuelvo en unos minutos— dice papá, asiento y besa mi frente para luego irse.

Segundos después siento la puerta abrirse y frunzo el ceño, ¿Dylan?

La puerta se cierra y entonces lo veo, al chico de ojos claros y rulos perfectos. Veo a Adam, no me esperaba verlo, pero lo necesito, sinceramente necesito que esté junto a mi.

—Se que no debería estar aquí, pero necesitaba verte— dice acercándose lentamente— No sabes lo aterrado que estuve de perderte.

Tragué grueso— ¿Podrías acostarte a mi lado?

Sonríe y se acerca, pone su brazo bajo mis hombros y me recuesto en su pecho, cierro mis ojos disfrutando, se siente tan... tan bien.

—Perdoname.— dice luego de unos segundos, haciéndome abrir los ojos— Tenía miedo de mis sentimientos, pero no tengo nada que pensar. Te quiero, Samie. No sabes lo aterrado que estaba no de poder decírtelo nunca— dijo, noté como su voz se quebrantó al final— Tenía... tanto miedo.

—Estoy bien— susurré, nunca lo había escuchado hablar de esa manera, se me estruja el corazón.

Llevó su mano a la mía y entrelazó nuestros dedos, aquel gesto me impresionó.

Sonreí— Nunca habías sido así de cariñoso.

—Acostumbrate entonces. Samie... quiero abrazarte, tomarte de la mano y besarte cuanto pueda. Se acabó el Adam frío y reservado, se acabó lo de una relación informal. Perdóname porque haya tenido que pasarte algo como esto para darme cuenta de que no puedo vivir sin ti.

Alcé mi rostro y lo vi a los ojos, apenas si puedo creer lo que escucho. Es como un sueño.

—¿Estás hablando en serio?

Lleva su mano a mi mejilla— Muy en serio.

Junta nuestros labios lentamente, es como si tuviera extremo cuidado de no lastimarme. Me sujeto del cuello de su remera negra, se siente tan bien...

Al separarnos besa mi mejilla y luego mi frente.

—Te quiero— le digo

—Y yo a ti.

Entonces mis lágrimas comienzan a caer.

—Mi mamá...— comienzo a decir

—Lo sé. Lo sé, no tienes que decirlo. No dudes ni un solo segundo que estaré aquí para ti en todo momento— dice y acaricia mi mejilla.

Vuelvo a afirmar mi rostro en su pecho y suelto mis lágrimas en su remera en silencio mientras siento como acaricia mi cabello, de apoco siento como me voy quedando dormida en sus brazos.

Narra Adam Jones.

Samie se quedó dormida, me duele mucho verla sufrir de esa manera y que ni siquiera pueda ver a su madre.

Ahora que estamos juntos no pienso dejarla sola en esto. Ni un segundo. Me tiene a mi y la voy a apoyar lo más que pueda y en lo que sea incluso imposible, ya no quiero seguir equivocandome, me va a necesitar y voy a estar presente.

Me sobresaltó cuando la puerta de la habitación se abre y veo al señor Collins. Joder.

El tío Nate está pasando por un momento muy duro y lo último que necesita es encontrarse a su hija menor dormida en los brazos de un chico. Por unos segundos ni siquiera se que decir.

Él suspira y se acerca.

—Tiene que tomar su medicina en unos minutos, ¿Me acompañas afuera?— dice y asiento, delicadamente saco mi brazo de debajo de ella sin despertarla y lo acompaño.

—Señor Collins... lo lamento tanto, yo solo...

—Tranquilo... está bien, pasaban mucho tiempo juntos y sinceramente lo veía venir. Justo ahora va a necesitar la mayor compañía y apoyo posible, ¿Crees que podrás dárselo? Dylan y yo no estamos... bien completamente y...

—Si, señor, claro que si. Estaré para ella. No lo dude.

—Necesito estar estos días con mi esposa, voy a necesitar tu ayuda con mi hija, noto que ella confía en ti y te quiere bastante...

Asiento— Por supuesto que si, estaré aquí cada día, no me iré.

—Dylan pasará con ella la noche, yo la mañana y necesitaré tu ayuda con el resto del día, no queremos dejarla sola.

—Cuente con ello, en serio.

Suspiró— Gracias, en serio. El doctor dijo que cuando Sam estuviera más fuerte físicamente podría dejar que ella y Maddie hablen por teléfono, esperemos que sea mañana.

Trago grueso, mientras el señor Collins habla es como... si estuviera apagado, es como si cada segundo que pasa se le apaga más y más su luz.

—A ella... creo que le haría bien— digo y solo asiente cabizbajo.

Problematic Love. || DETENTION #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora