En problemas

968 44 23
                                    

Familia Collins en multimedia.

—Sam, ¿Estás segura de esto?— me pregunta Rachel, mi mejor amiga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Sam, ¿Estás segura de esto?— me pregunta Rachel, mi mejor amiga.

—Completamente.

—¿Y si nos descubren?

—No lo harán, o bueno, tal vez si.

—Me parece una broma muy pesada.

—A mi me parece bastante divertida— reí

—¿De dónde sacaste la idea?— me preguntó, sonreí maliciosamente

—De una serie, la veía de niña, ya, dame los frascos— le pedí y ella me los dió, los di vuelta y el quimico ser vertió por toda la piscina de nuestra casa de verano.—Ya sabes, si no quieres acabar azul, no entres a la piscina.

—Okay... presiento que me meterás en problemas nuevamente.

Reí— Probablemente.

Entonces, pude escuchar un par de voces y supuse de inmediato que era nuestra familia, escondí rápidamente los frascos en mi mochila.

—¡Vaya! Es una lástima que este sea el último día de vacaciones— dijo la tía Valerie, ella es madre de Rachel.

—Me parece que han sido unas semanas maravillosas y dentro de lo posible, los chicos se han comportado bastante decente— dijo mi madre mientras ella y todos los adultos caminan hacia la piscina.

—Vertiste los frascos en el agua, ¿Cierto?— me preguntó Tara, ella es mi prima, hija de mis tíos Beth y Dan.

—Oh, claro que lo hice— afirmé orgullosa, ambas sonreímos con una pequeña pizca de maldad y posteriormente chocamos puños.

—Nosotros hicimos nuestra parte también— dijo Dylan, mi hermano mayor— Solo falta que alguien pase a la otra mitad de la piscina para que ese hilo haga que caigan cuatro baldes con barro... un sucio, asqueroso y oloroso barro.

—Estamos tremendos, chicos y el año ni siquiera ha comenzado.— dijo Tyler riendo, el hijo mayor de mis tíos Valerie y Evan.

—Nos castigarán a todos una eternidad, joder. Para efectos prácticos yo no tuve nada que ver en esto.— dijo Adam relajado poniéndose una gafas oscuras mientras se recuesta en una reposera y disfruta del sol. Él es hijo de mis tíos Mark y Amy

—Hermano, tu fuiste la mente maestra— dijo Dylan, Adam solo llevó su dedo índice a su labios pidiéndonos silencio, bufé.

Todos miramos a nuestros padres como entraban a la piscina, excepto Adam que parece estar bastante despreocupado y Rachel parece ser la única que en este momento teme de las consecuencias que esto pueda ocasionar.

—¡Chicos, vengan! ¡El agua está deliciosa! ¡Perfecta para el calor! —grita la tía Amy, todos menos Adam respondemos de inmediato y al unísono.

—¡No, gracias!

Si, no me fascinaría llenarme de un asqueroso barro y además que mi piel se tiña de azul.

—Como ustedes quieran, pienso refrescarme con esto. Ven acá, Igna— dijo papá invitando a mamá a nadar más a lo hondo, en el preciso momento en que su mano sale del agua para ofrecerle ayuda a mamá se da cuenta que tiene la piel azul, antes de que si quiera pueda decir o gritarnos algo, es interrumpido por el tío James.

—¡Fuera de mi camino, perras!— grita corriendo y de un salto entra a la otra mitad de la piscina.

Es entonces cuando los cuatro baldes son lanzados del segundo piso de nuestra casa de verano y nuestros padres quedan total y completamente embarrados y el agua de la piscina bastante sucia.

—¡ESTÁN EN UNOS MALDITOS PROBLEMAS!— gritan nuestros padres.

Si... creo que finalmente no nos comportamos tan decentemente.

* * *

—Un buen final de vacaciones. Era lo único que queríamos. ¿¡Tanto les costaba comportarse un día mas!?— gritó mi madre.

Vamos en el auto camino a nuestra ciudad, Dylan y yo vamos en los asientos traseros, mi padre va manejando y mi madre va en el asiento del copiloto.

Dylan y yo solo vamos atentos al probablemente largo y duradero castigo que recibiremos en este momento, ahora que ya no estamos con los demás.

—Igna, amor, son adolescentes, me parece que podemos entender bastante bien el atractivo de las bromas pesadas— dijo mi padre

—Hortencio. ¡Nos duchamos tres veces y este olor y el color azul no se quitan! Mañana debo estar en el hospital y no puedo llegar azul. ¡Definitivamente cruzaron la línea!— siguió gritando mi madre.

—Al menos solo están azul del cuello hacia abajo— dijo mi hermano, mi madre lo miró mientras una de las venas de su frente casi explota y su ojo derecho tirita.

Si... ella suele verse así aquellos días que la irritamos demasiado.

Hoy es uno de esos días.

Mi padre dice que es adorable, Dylan y yo hemos llegado a tener pesadillas con mamá así.

—Dylan, hijo... mejor no lo arregles, ¿Si?— habló mi padre

—Perdón— dijo Dylan cabizbajo.

—No fiestas, no televisión. Dylan, te quitaremos el auto y Sam... no más oreos, ni chocolates. Todo eso por un mes completo.— dijo mi madre dictando nuestra sentencia.

—¿¡Qué!? Mamá, sabes que vivo a base de chocolates— digo

—Comerás verduras— dijo con una sonrisa, casi pude sentir el sabor del asqueroso brócoli y me dieron ganas de vomitar.

—¿Vamos a tener que tomar el autobús?— preguntó Dylan con una mueca de asco.

—Va a ser una buena experiencia para ustedes.— dijo mi madre.

—Joder— murmuró Dylan— En una semana es la fiesta de inicio de curso, los del equipo de fútbol nunca faltamos.

—Es una pena, tendrán que divertirse sin ustedes dos.

Entonces los cuatro nos quedamos en silencio, pero un rato después mi celular vibró, al ver era un mensaje de Dylan.

DylanElApestosin: Hayaremos la manera de ir a esa fiesta.

Yo: Oh, si. Claro que .

DylanElApestosin: Todos sabemos que no hay fiesta sin los Collins.

Mire a mi hermano y ambos nos dedicamos una sonrisa maliciosa.

¿El trío de los problemáticos era imparable?

Oh, no. Aún no nos conocen a nosotros.

Problematic Love. || DETENTION #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora