Si me amas, ¡dímelo!

Capitulo 27: Pansy le cuenta el secreto a Harry

Los personajes pertenecen a nuestra amada escritora JK Rowling, la trama es de mi propiedad.

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"Si te cuento un secreto, ¿lo guardarías?"

Esas palabras rondaron en la mente del pelinegro por unos segundos y mirándola confundido asintió de forma imprevista.

La pelinegra lo miraba de forma tranquila, tratando de ocultar su nerviosismo. Ese secreto haría cambiar el destino de tantas personas y se temía lo PEOR.

Al parecer ambos se estaban entendiendo de una forma que no esperaban. Son de casas rivales y ahora están teniendo un encuentro "prohibido" si es que la palabra es correcta para la atmósfera.

Un secreto que solo desataría una calamidad.

¿Qué pasará después de que se lo cuente a Harry?
¿Él le seguirá tratando amablemente como ahora?
¿Qué sería de su destino de ahora en adelante?

Harry la sacó de sus pensamientos y le dijo:

—Puedes hablar, sea lo que sea lo comprenderé.

La pelinegra solo asintió y ambos se sentaron sobre aquel escalón dejando ver al cielo estrellado y tranquilo de esa noche.

—Este no sé como empezar, es algo difícil de explicar….
Apenas en un hilo de voz le salieron esa palabras.

—¡Relájate! ¡Tranquila!— le dijo en forma serena mientras pasaba su brazo por la espalda de la chica acercándola a él y así convirtiéndose en un abrazo.

—¡Está bien!
Mas tranquila y aferrándose más al joven comenzó hablar. 

—En el verano, mi madre estaba experimentando y creando unas pociones nuevas. Ya saben, ella es una buena pocionista y en sus tiempos libres se dedica a eso. La cuestión es que un dia, ella me pidió que la ayudará ya que ella me alago por mi "Supera las expectativas" en Pociones y entonces accedí. Estaba buscando algunos ingredientes para agregar a la nueva poción mientras yo me encargaba de revolver hasta que ella me pidió que agregará "Raíces de Valeriana". En eso, apareció el elfo domestico de mi mansión avisándome que Draco había llegado con su madre a visitarnos y del apuro eché un líquido medio naranjado, parecido al jugo de calabaza. Cuando vi el efecto que se produjo al dispersarse, un humo naranja cubrió la mazmorra. Admito que me asuste y mi madre llegó rápidamente hacia mi para regañarme por realizar la poción incorrectamente. Enojada me dijo que saliera de la mazmorra y que fuera a recibir a Draco y a su madre como una persona civilizada, como una dama de sociedad.

Con voz algo angustiada narraba cada palabra.

Los ojos de Harry se abrieron como platos ante el relato de la joven, simplemente no entendía bien.

¿Por qué ese secreto la tenía muy mal?

—¿qué paso después? -dijo curioso pero a la vez confundido.

El nerviosismo de la joven la hizo palidecer y unas cuantas lágrimas empezaban a rodar por las mejillas.

—Luego de que salí de la mazmorra, me fui a mi habitación para arreglarme para Draco. Se quedaron a cenar y luego en la sobre mesa, Draco salió hacia el jardín de mi mansión un poco triste por lo que había ocurrido con su padre. Así que me puse a charlar con el.

—¿Ustedes se conocen desde la infancia?— interrumpió Harry.

—Si, así es. Nuestros padres son grandes amigos.

—Perdón por la interrupción, puedes continuar.

—Tuvimos una charla.

—¿Una charla? ¿Sobre qué?