Me levanté totalmente desorientada y me dolía la cabeza, supongo es es porque había llorado demasiado antes de dormirme.
Me desperté como a las 9 de la noche, quería seguir durmiendo pero toca hacer tarea así que manos a la obra.
Puse música para tratar de solo pensar en la tarea que estaba haciendo pero es que todo lo que hago, todas la canciones que escucho me acuerdan a el.
Me puse un hoodie que tenía que el me prestó que olía a el así que cuando termine de hacer la tarea baje a prepararme un sándwich y me acurruque a ver Netflix.
Me quedé dormida otra vez, al parecer llorar cansa mucho.
**Al día siguiente***
La verdad amanecí súper normal no estaba ni triste ni feliz estaba chill.
Decidí estar feliz aunque sea actuado, porque si José puede ser feliz por que yo no?
Hoy es el cumpleaños de Enmanuel, me llegó un mensaje de el esta mañana que va hacer una fiesta en su casa y que si podía ir, obviamente le dije que sí, así que saliendo de la escuela tengo que ir a la tienda a comprarle un detalle.
Hago la misma rutina de todos los días y me voy al cole, no alcanzo a desayunar porque voy tarde como siempre.
Cuando llegó la colegio, salgo corriendo del auto para llegar lo antes posible al salón, llego toda despeinada.
Buenos días.- digo acomodandome un poco el cabello.
Todo el mundo posaba su mirada en mi y yo me dispuse a pasar y sentarme, intercambie una pequeña mirada con José.
Me siento y le doy un fuerte abrazo a Enmanuel y lo felicito.
No paso nada interesante hasta el receso.
Ya es hora del receso así que me dispuse a recoger mis cosas y salir del aula, salgo lo más rápido que puedo ya que me estoy haciendo del baño.
Literal voy corriendo por los pasillos hasta que al fin llego al baño.
Nunca había sentido tanta paz por al fin ir al baño.
Salgo del baño e lavo las manos, agarro todas mis cosas y voy caminando hacia la salida.
La verdad no voy tan pendiente ya que estoy distraída en mi teléfono. A la salida justo cuando iba a doblar en choco con una persona, tuvimos un pequeños roce y a mi se me eriza la piel.
La verdad fue súper extraño pero cuando levante la cabeza me di cuenta el porque pasó eso, era José...
El destino me hace encontrarmelo en todas partes.
Nos miramos directo a los ojos, hasta que una voz interrumpe nuestro contacto visual.
Interrumpo algo?- dice Paulina la cual es la voz se le nota lo celosa.
No puedo evitar poner una sonrisita en mi rostro.
Me volteo y le respondo:
Para nada- le respondí con una sonrisa burlona y siguiendo mi camino.
La verdad el resto del día no paso nada interesante.
Llega la hora de la salida y todo el mundo se pone a recoger sus pertenencias ya que están a punto de tocar el timbre el cual indica que ya nos podemos ir.
Finalmente suena el timbre, todos salimos.
Yo me agarró mi teléfono y llamó a mi madre para saber si me venía a buscar, la cual me respondió que no podría mi mamá estaba teniendo muchas juntas de trabajo y se le estaba complicando ir a buscarme así que toca irme con los gemelos.