Violet pov's
Las cosas en hogwarts últimamente habían estado muy intensas, se había escapado Sirius Black de azkaban y todos hablaban sobre eso, Potter había estado básicamente en la boca de todos ya que uno de los dementores lo habían atacado en el tren pero para su suerte el nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras estaba ahí y lo rescató. Era un año muy extraño.
—¡Este año tenemos las excursiones!— Granger se sentó a mi lado— ¿Firmaron tu permiso?
—Si no lo hacían tú sabes mejor que nadie que iba a terminar falsificando la firma— mi amiga rio— ¿A ti Potter?
—No me quisieron firmar— puse mi mano sobre la suya— No, Violet, no quiero que falsifiques la firma.
—Casi— hice puchero suplicando que me deje falsificarla a lo que volvió a negarse— No será lo mismo sin ti Potter.
—¿Que cosa no será lo mismo?— Ron acababa de llegar.
—Las excursiones— suspire— ¿Que opinan sobre lo de Sirius Black?
—Por favor no hablemos de eso— Suplico el niño que sobrevivió— toda la escuela está hablando de lo mismo, lugar en el que entras, lugar en el que se escucha la misma pregunta.
Después de un rato de silencio incomodo decidí que era momento de levantarme e irme, me despedí de los chicos y busqué a Cho quien había vuelto muy tarde en la noche y no la había visto en la mañana.
—¡Hasta que te encuentro!— exclamé viendo a mi amiga en el gran comedor— me tienes que contar muchas cosas— la pelinegra se acercó con una sonrisa de oreja a oreja y empezó a contarme todo.
—Vimos todas las constelaciones o casi todas, y luego me acompaño hasta la entrada de la sala común y ahí me dio un beso de despedida— Hermione me observaba desde la mesa de los leones y evitaba reírse— fue perfecto.
—¡Wow! ¿y hoy en la mañana por qué te fuiste tan temprano?
—Porque a partir de ahora vamos a ir a ver los amaneceres juntos— hice una cara de asco y mi amiga rio— cuando encuentres a tu alma gemela me entenderás— se dio vuelta y se concentró en Dumbledore que venía a darnos una charla sobre las excursiones de este año.
Yo por mi lado fruncí el ceño e intentaba no reírme de mi compañera. Puede que yo no sea la persona más amorosa del Castillo pero puedo asegurarles que se pasó diciendo que eran almas gemelas, ¿Como es que en una noche descubrís eso?
El mismísimo Cedric fue el que me sacó de mis pensamientos poniendo su dedo en mi frente.
—Te van a salir arrugas si sigues haciendo esa cara— sonreí y me levante— ¿Pasa algo?
—No, solo estaba pensando en la tarea de adivinación— segundos después caí en que no teníamos tarea de esa clase.
—¡Oh si! De adivinación— soltó una carcajada— Dubois, tienes que aprender a mentir y aunque me encantaría enseñarte una técnica súper fácil que la conoce todo el mundo, me espera una dama en el jardín. Nos vemos.
Y así fue como mi mejor amigo se fue corriendo dejándome en el gran comedor. Tome todo el aire que pude y lo largue mientras ponía mi mano en el puente de mi nariz.
—Estás enojada— habló Fred detrás de mí logrando que me asuste.
—Tienes que dejar de hacer eso— golpee su brazo mientras él se quejaba— y no estaba enojada, estoy cansada.
—¿Se puede saber de qué?— pregunto en tono burlón por lo que le volví a pegar— ¡Violet! Me duele eso.
—Deja de molestarme y te dejare de pegar— le sonreí mostrándole mis dientes.
—Jamás Violet Elizabeth Dubois— pero antes de que pueda reaccionar salió corriendo.
—¡Ya nos vamos a cruzar Weasley!
Y después de mucho tiempo pude salir al fin del comedor y dirigirme a la sala común de mi casa en donde me acosté en el gran sillón azul y me quede dormida.
