Violet pov's
Era extraño estar sentada frente al lago negro con Draco Malfoy, y mas si era porque le estaba contando lo que me venía aterrorizando hace días.
—Malfoy, ¿me puedes ser completamente sincero?— el rubio me miro mal.
—¿Por que sería sincero contigo?— pregunto rebajándome y con cara de asco.
—Porque no quiero ir con Dumbledore.
—¿Que quieres? No tengo todo el día.
—Quería saber si tú sabías algo sobre el señor oscuro— la cara del rubio cambio de un segundo al otro.
—¿Por que yo sabría sobre el?— lo mire mal— Ah, por mi familia, claro. Mira, Dubois, aunque supiera algo no te lo diría.
—Escucho voces Draco— el levantó sus hombros.
—Problema tuyo. Por favor deja de pensar que mi familia tiene algún tipo de conexión con quien-tu-ya-sabes.
Suspire y vi como el rubio se alejaba.
—Ya no sabes a quien acudir, ¿verdad?— tome mi pecho por el susto que me había dado escuchar a mis espaldas a Fred.
—¿Cuantas veces te voy a decir que no me asustes?
—Cuantas quieras, princesa— rodé los ojos.
—¿Quieres contarme como va todo con Angelina?
—En realidad no, es más importante lo que te está pasando a ti— reí y negué.
—Es más importante ver como mi ex y mi mejor amigo intenta tener algo con una chica— el pelirrojo estiro su mano para ayudar a levantarme.
—Solo hablamos un par de veces, Liz.
—Yo no entiendo por qué no te interesa— el levantó sus hombros— Vamos Freddie, es una chica inteligente y hermosa.
—Pero no es la persona a la que yo quiero— fruncí el ceño y me crucé de brazos.
—¿Y a quien quieres? Porque yo solo sabía de Angelina— sus mejillas tomaron algo de color y cada vez me encontraba más confundida.
—No importa— camino escapando de mi.
Y otra vez me quede sola, sumida en otro silencio que me dejaba con más dudas... ¿Será que Fred seguía teniendo sentimientos hacia mi?
—¡Hasta que te encuentro!— Cedric se acercaba sonriendo— Solo quedan algunos días para que empiecen las vacaciones.
—Ni me lo digas.
—Mejor que no llores— lo mire con cara de penita y el tomo mis cachetes— eres lo mas hermoso del universo.
—Eres lo más amoroso del mundo.
—Y tú lo más seco.
—Y por eso funcionamos amor mío— el sonrío y ambos pensamos lo mismo.
—Como dicen los muggles...— me miro para que siga la frase.
—Los polos opuestos se atraen.
—¿Iras a lo de tus padres?— tomó mi mano mientras caminábamos.
—Supongo.
Me perdí en el hermoso paisaje que se formaba con el atardecer y el castillo.
—¿No es hermoso?— pregunto mientras yo solo me perdí viendo como sus ojos anhelaban cada esquina del lugar.
—¿Ahora me entiendes?— sonreí.
—No, sigo sin entender por qué lloras cada vez que nos vamos— rodé los ojos— pero entiendo porque amas este lugar, tan solo es único.
Sonreí y deje un beso en su mejilla.
—Cuando sea tu último día en el castillo me entenderás.
—Si es que llegó a mi último día— bromeó.
—¡Oye! Yo soy la que hace ese tipo de bromas, tu eres el que hace bromas cute.
Ambos reímos y nos quedamos por algunos minutos más apreciando el lugar y luego entramos de nuevo al castillo para cenar.