II.III

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Todo parecía ir bastante bien en hogwarts, todavía los nombres no habían salido pero aun así la pareja conformada por la ravenclaw y el hufflepuff se encontraba muy tranquila. Ambos habían llegado a la conclusión de que realmente era solo un torneo y qué tal vez si se lastimarían o se harían algún raspón, pero en la historia de todo ese torneo jamás había muerto nadie.

Violet y Lexie entraron al gran comedor y se sentaron en su mesa bajo la mirada de todos, la discusión de las amigas en ese lugar hace algunos días habían armando algún tipo de chisme.

—¿Que miran?— escupió la rubia cansada logrando que todos miraran hacia otro lado.

Ambas se habían arreglado hace algunos días, aclarando que todo lo que habían soltado había sido en un momento de furia.

—Relájate— susurró Dubois.

—¿Como quieres que me relaje?— susurro enojada— todos nos miran y hablan.

—¿Desde cuando te importa lo que digan los demás?— Lexie se cruzó de brazos mientras hacía puchero— ¿Y eso?

—No lo sé, hoy no es mi día— la pelinegra asintió y abrió su libro.

Estuvieron todo el almuerzo en silencio leyendo sus respectivos libro. Cuando acabaron se levantaron y se dirigieron a caminos divididos.

Fred y George se miraban con el ceño fruncido, aunque las chicas habían vuelto a ser amigas no era la misma relación de antes y eso los preocupaba, siempre habían sido muy unidas.

—Podemos encerrarlas por algunos días en una sala y hacer que se arreglen— ofreció George logrando que Neville, Hermione, Ron, Harry y hasta incluso su gemelo lo miren mal— ¿No? Creí que era buena idea.

—¡Claro que no!— Granger se cruzó de brazos— ¿No tienen alguna poción de la amistad?

—¿Por que tendríamos?— Fred frunció su ceño.

—Porque hacen bromas...

—¿Por que haríamos una broma de ese tipo?

—¡No lo se!— chillo la chica y se alejo. Todos los varones se rieron y continuaron hablando sobre el partido de quidditch que se acercaba.

(...)

—Mañana es el gran día— murmuro Cedric al lado de Violet, ella solo asintió sin sacar la mirada del libro.

—¿Nervioso Diggory?

—¡Claro que no!— la pelinegra levanto la vista y sonrió divertida— Bueno, un poquito.

Ella volvió a mirar su libro, y él se recostó en el césped mirando las nubes.

—Amor, me encanta que estés tan relajado— miro el reloj que tenía en su muñeca— pero creo que se te hace tarde para el entrenamiento.

Cedric abrió los ojos como plato y se levantó.

—¡Te amo!— le grito corriendo y tirando besos. Violet lo miro sonriente y movió su mano en forma de saludo.

• • •

TENGO UNA PREGUNTA; se me ocurren varias cosas para hacer. Si Cedric llegara a morir, ¿quisieran que reencarne en Edward Cullen? (Eso ya sería en otra historia que estaría conectada con esta) o en un mortifago?

𝐒𝐞𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐠𝐚𝐢𝐧; 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora