Violet pov's
Flashback
—¡Fleur!— grite en el medio del laberinto.
Ella se acercó rápidamente para tomar la copa y yo lo único que pude hacer fue ahogar un grito mientras caía de rodillas.
—¡No!— Harry corrió hacia el cuerpo de la francesa a la que le habían lanzado un avada kedavra.
Las lágrimas recorrían todo mi rostro mientras negaba en voz baja.
—¡Violet! Ayúdame a sacar su cuerpo de aquí— me estremecí al escuchar eso y me acerque rápidamente.
Ambos la tomamos y salimos de allí, Dumbledore nos miro con el ceño fruncido y corrió hacia nosotros. Mire a la tribuna y vi a mis padres y luego a los chicos junto a Cedric.
La gente se junto cerca de la chica y yo me aleje en dirección a mis padres que se habían quedado arriba. Mi madre me abrazo y quebré en llanto.
—Nos tenemos que ir, William— susurro mi madre.
Y en cuestión de segundo habíamos desaparecido de aquel lugar. Mire a mi al rededor y vi una casa acogedora pero que no era la mía.
—¿En donde estamos?— fruncí el ceño.
—En Estados Unidos— murmuró mi padre.
—¿Y que se supone que hacemos acá? Tengo que volver con los chicos, ellos me necesitan— me tome la cabeza y camine por todo el lugar agitada.
—No podemos volver— mi padre me tomo de los hombros y me sentó en el sillón rojo— tú sabes perfectamente quien fue— susurro.
—¿Ustedes lo...— ellos asintieron.
—Se suponía que iba en busca de Potter pero pasaron cosas al parecer— comentó mi madre.
—¿Y como es que ustedes?— la boca de William se hizo una línea— ¡NO!— me aleje de ellos con asco.
—¡No teníamos otra opción!
—¡Siempre hay otra opción! Malditos hijos de...
—¡Cuida tu vocabulario Elizabeth!— el grito de mi padre hizo que me estremezca— no te metas en cosas de grandes.
—¿Y ahora? ¿Que pasará?
—Seguirás con tu vida en Ilvermorny— abrí la boca pero mi madre me miro de mala manera— puedes quejarte todo lo que quieras, querida— mi sangre hervía por como mi padre hablaba con sarcasmo—, las cosas a partir de ahora serán así y como el señor oscuro quiera. Nosotros volveremos a casa y tú te quedarás aquí con tu tía Ivy.
Mi corazón empezó a latir con rapidez y vi como todos los recuerdos que tenía con los chicos pasaban por mis ojos, mi primera vez, el yule ball, mi primer beso, las primeras risas, mi primera navidad con los Weasley. Todo.
—¡No!— fue lo último que salió de mi boca antes de que una nueva yo naciera.
—Nunca más los recordarás querida, será lo mejor para ti— mi madre dejo un beso en la frente y yo le sonreí y confundida. ¿De que hablaba?
—¿A quienes?— ambos se miraron satisfechos— los voy a extrañar tanto— me aferré a sus cuerpos.
—Nos vemos en algunos meses— me acerque a la chimenea y vi como desaparecían por esta.
Me di media vuelta y fui dando saltitos hasta la cocina.
—¿Hacemos té?