Capítulo 5 [Corregido]

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El sol hacía acto de presencia marcando un nuevo día, lo cual el joven príncipe aprovechó para adelantarse y visitar a kappa antes de que algo más sucediera, incluso desayunar con él no sonaba tan mal, era extraño que se sintiera en confianza con él, pero sentía que lo conocía de toda la vida y bueno, es cierto que interactuaron de chicos, pero fue muy poco.

Consiguió algo de fruta para el chico de cabellos castaños y para él algo de pescado fresco, logro burlar a los guardias hábilmente y pronto se sumergió para nadar directamente a la celda de su visitante.

—Buenos días

Saludo, totalmente animado, sin embargo, soltó la comida al percatarse de la situación en la que su querido Kappa estaba, probablemente jamás hubiera imaginado lo que estaba viendo y nadie lo creeria.

—¡SIREN! DIME QUE LA BURBUJA REGRESARÁ A LA NORMALIDAD -Exclamó intentando mantener su cabeza dentro de la reducida burbuja de oxígeno.

—¡Kappa! N-no lo hará, tengo que sacarte de aquí, pero no tengo la llave de la celda e ir por ella me tomará algunos minutos- balbuce tratando de pensar en una solución.

—¿¡Qué!? Entonces para qué me meten aquí, si me querían muerto solo lo hubieran hecho- Reclamo realmente molesto y alarmado.

—No es eso ¿Cuánto tiempo puedes mantener la respiración?

— 3 minutos máximo

El de cabellos Azulados simplemente rechazó la idea de ir por la llave, le tomaría demasiado tiempo antes de poder lograrlo.

—¿Puedes atravesar los barrotes? Si puedes hacerlo te llevaré inmediatamente a la superficie -Aseguro sujetando dichos objetos con fuerza, puesto que comenzaba a alarmarse.

—Eso creó, pero tendrás que ayudarme para no perder el oxígeno tan rápido- aclaró listo para hacer todo lo que estuviera en sus manos.

Siren asintió totalmente decidió a salvar a Kappa por segunda vez en su vida, el de piel morena respiro hondo con el poco oxígeno que quedaba en la burbuja y nado en dirección a los barrotes donde sin tanto problema logró pasar parte de su cuerpo por el espacio de los fríos y oxidados barrotes, pero pronto necesito algo de ayuda del joven príncipe.

—Vamos ya casi -Gruño el tiburón usando más fuerza.

Por su parte, Kappa intentaba mantener su respiración, pero parecía que no lo lograría por el esfuerzo de pasar los barrotes, los corales pegados a esto eran realmente una molestia.

En un último tirón por parte del de cabellos azules ambos casi se estrellan contra una de las paredes cercanas, Siren sin pensarlo mucho sujetó a su compañero para llevarlo tan rápido como podía a la superficie, ya que Kappa comenzaba a verse más alarmado aparte de que había abierto un poco la boca cuando logró zafarse por lo cual probablemente había perdido algo de oxígeno.

—¡AH! PENSÉ QUE IBA A MORIR POR SEGUNDA VEZ, Definitivamente la vida me odia -Grito el de cabellos castaños una vez recuperó el oxígeno.

—Emm... Kappa

—No, es que en serio ¿Qué demonios pasó ahí abajo? ¿Por qué la burbuja se redujo tanto? Si no hubieras llegado en este momento estaría muerto, si tanto desean que no esté aquí solo déjenme regresar a casa, creo que no he hecho nada como para que al menos casi muera -Reclamo observando un poco molesto al joven tiburón quien se mantenía un poco serio observándolo y mirando a algo o probablemente alguien detrás suyo.

—¿Y bien quién me va a explicar qué está sucediendo? -Cuestionó notablemente molesta la Reina, quien venía junto a unos guardias, entre ellos Seko y Skiff quienes tenían los ojos abiertos como platos intentando pensar en como ayudar a su amigo.

Por otro lado el pobre de Kappa no sabía a dónde mirar o qué hacer, pues la mujer frente a él realmente se veía como alguien intimidante y al ser claramente no bienvenido ahí probablemente no lo iban a escuchar, al menos Siren era testigo de lo que ocurrió.

—Creí que habías sido honesta conmigo Siren -Agregó Susca con su semblante serio.

—Y sí, sigo pensando lo mismo, pero la burbuja de aire que mantenía a salvo a Kappa se rompió, no podía simplemente dejarlo a su suerte y que se ahogara, él no ha hecho nada malo, si no me crees manda a alguien a revisar -Habló el príncipe un tanto nervioso sin soltar al castaño.

—Si me permiten hablar, entiendo que tiene sus reglas, las cuales no conozco y entiendo que desconfíen de mí, lo cual también haría si estuviera en una situación así, pero Siren no hizo nada malo al contrario le debo la vida por segunda vez y probablemente nunca logré pagar esa deuda con él, no sé que ocurrió allá abajo, pero definitivamente me hubiera ahogado si nadie hubiera llegado- Explicó aún temeroso por lo imponente de la mujer que los observaba, ya que aún desconocía de quién se trataba, pero no por eso no iba a luchar por su libertad y la inocencia no solo de él sino también la de Siren.

—Skiff, Seko, lleven al chico a una de las habitaciones, que se dé un baño y denle ropa seca, alguien llame a los encargados de los calabozos y el resto repliéguense a sus deberes, debo hablar con mi hijo -Ordenó aún con el semblante serio o sin duda venía un sermón en camino.

—¿Ella es tu madre? -Cuestionó Kappa por lo bajo con un rostro de pánico, a lo que Siren asintió sonriendo con nervios —Rayos y centellas...

Una vez salió del agua con ayuda de su compañero y de los guardias fue dirigido al castillo, Susca por su parte se adentró al agua y comenzó a nadar en dirección al calabozo, el de ojos azulados rogó a cualquiera Dios existente por no haber estropeado sus logros de ayer y pronto siguió a su madre con total inseguridad.

—Siren, Explícame que fue lo que sucedió -Pidió, aunque a oídos del menor parecía una orden.

—Cuando desperté decidí venir a desayunar con Kappa para ver si representaba un peligro y justo aquí cuando llegue él estaba luchando por mantener su cabeza dentro de la burbuja, se había reducido mucho y el aire era poco, probablemente ya tenía un par de horas así, así que le dije que atravesará los barrotes por el espacio que quedaba entre ellos y lo ayudaría a ir a la superficie -Explicó observando fijamente a la Reina, quien se encontraba analizando la escena, debía mantenerse firme si quería que le creyeran

—¿Él sabía que vendrías en la mañana?

—No exactamente, solo dije que vendría mañana, pero nunca especifique una hora ¿Crees que alguien intentó matarlo por ser un humano?

—Es probable, la guerra con los humanos que viven de nuestro lado han hecho que muchos los odien

—Lamentó que tuviera que sacarlo de la celda aun cuando te dije que debía permanecer unos días aquí

—No

—¿Qué?

—No te disculpes, hiciste lo que creías correcto y todo bajo presión, no cualquiera logra reaccionar a tiempo y tomar una difícil decisión

—Gracias...

Una pequeña calidez envolvió el pecho de Siren, sentía que sus pequeños logros no habían sido en balde y eso lo aliviaba bastante, también agradecía que a pesar de todo su madre era alguien razonable, aunque también algo estricta e imponente.

El ciclo de nuestras vidas [Castle Swimmer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora