Mientras Kappa se acostumbraba a su nuevo hogar, Siren realizaba sus deberes como futuro Rey, lo cual comenzaba a absorberlo bastante, así que la primera semana no pudo ver a Kappa. Curioso por saber cómo le iba al castaño, decidió usar uno de los tantos pasadizos secretos, burlando un poco a los guardias para que no lo descubrieran.
Por suerte la habitación de Kappa estaba un poco aparte de la casa y el restaurante, por lo cual no molestaría a nadie, al llegar tocó la puerta un par de veces, espera poder verlo y pasar al menos un momento con él, después de todo no sabía con exactitud que tan ocupado estaría su compañero.
—Un segundo, ya voy
Pronto los pasos descalzos del castaño se escucharon a toda prisa, y la puerta se abrió, enseguida, dejando que el de cabellos azules por fin lo viera, probablemente la alegría de verse era reflejada en las amplias sonrisas que ambos se dedicaban.
—¡Siren! Que sorpresa amm... pasa aunque realmente no tengo donde puedas sentarte
Kappa se apresuró a acomodar un poco su cama donde momentos atrás se encontraba recostado, descansando y pronto se sentó invitando a su compañero a hacerle compañía.
—No te preocupes, soy consiente de que no tienes muchas cosas, pero dime ¿Cómo te ha ido? Pareces emocionado- Comento el más alto mientras cerraba la puerta y pronto se acercaba a la cama a tomar asiento.
—Pues realmente bien, aunque la chica de la biblioteca sigue ausente, me he concentrado en trabajar aquí en el restaurante, todos son muy amables y amigables, me gusta, no me había sentido tan feliz en un empleo relacionado a la comida- Explico bastante orgulloso de su nuevo labor.
—¿En serio? No parecía que la pasarás tan mal en el mundo humano ¿O sí?
—Bueno, no considero que me fuera muy mal, pero tampoco era muy exitoso... cambie de trabajo demasiadas veces que perdí la cuenta- Son días a los que no me gustaría volver en absoluto.
—Supongo que es si es complicado y yo aquí siendo un inútil, prácticamente no me dejan hacer nada, solo estudiar y cuando iba por fin a conocer otros Reinos, estalla la guerra, aprendí a usar la lanza, pero no soy muy bueno, creo que un niño sería mejor que yo- Soltó el príncipe tratando de comprender al castaño con su situación, aunque eran muy diferentes el uno del otro.
—Vamos todos, tenemos nuestros puntos débiles y fuertes, quizás tu destino es ser un Rey diplomático
—Bueno... me gustaría decir que tienes razón
Ambos observaban la habitación vacía y el silencio presente parecía no molestarlos, al contrario, era disfrutable, Siren finalmente se relajó y se recostó observando el techo por un momento.
—Estaba pensando en conseguir una pequeña mesa y un par de sillas, así al menos tendré donde invitarte a comer algo ¿Qué te parece la idea?- Pregunto en espera de sugerencias, después de todo al fin tenía a quien invitar a su humilde hogar.
—Creo que le daría más vida, aunque seguro que lo que coloques se verá bien... ¡Cierto! Antes de que lo olvide, perdón por cambiar el tema abruptamente pero ¿Aún tienes tu perla?- Irrumpió sentándose nuevamente y mirando a su contrario tomo su mano, aunque esto fue inconscientemente.
—Claro, la guardé justo en mi almohada ¿Por?
—Préstamela, te la regreso en una o dos semanas, lo prometo- Pidió sonriendo aún más.
—Bien, pero no la rompas, me gusta mucho
—¿Me crees capaz?
—Un poco, si
Kappa comenzó a reír ante el gesto que tenía Siren, realmente parecía ofendido con su comentario y la verdad es que sí fue un pequeño golpe, aunque pronto este le hizo compañía con las risas, una vez se calmaron y que el de tez morena le entregará la perla, el futuro Rey quien se dispuso a irse.
—¿Te veré pronto?
—Me gustaría decir que sí, pero probablemente pase una semana o dos, depende de qué tanto suceda en el frente, por fin mi madre comienza a involucrarme en cosas más importantes, me gustaría ser capaz de cumplir con las expectativas- Explico sonriendo suavemente, a lo que Kappa comprendida que era algo importante para su contrario así que debía ser comprensivo y paciente.
—Entiendo, en ese caso espero que tengas suerte y ojalá pronto pueda verte Tiburoncin
—Tiburo ¿Qué?
—Jeje, es mi apodó cariñoso para ti - la sonrisa del castaño reflejaba un poco de satisfacción, coqueteo y quizás una pizca de diversión, pero claramente el de ojos azulados lo noto totalmente.
—¿Ah? Cla-claro bu-bueno tengo que irme bue-buenas noches, descansa
Y pronto Siren salió corriendo para evitar que Kappa observará su amplia gamma de tonos rojos en su rostro y que su mente había quedado en blanco, además de que su corazón corría a mil por hora.
Por parte de Kappa una sensación de calidez le envolvían de solo pensar en los gestos de su querido "Tiburoncin" aunque quizás ahorrarse la explicación de dónde salió ese apodo era lo mejor, ya quisiera ver la expresión en el rostro del más alto cuando se entere, realmente lo disfrutará.
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El ciclo de nuestras vidas [Castle Swimmer]
Fanfic¿Destino o Casualidad? Tanto Siren y Kappa sienten una conexión bastante fuerte cuando se conocen y aunque pensaban que era mera casualidad pronto descubren que quizás no fue así. . . . Les recuerdo que el comic original lo pueden encontrar en web...