Plan Rathavit es un dulce y hermoso omega de dieciocho años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. Aunque ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o beta pe...
El comisario entró en la sala de interrogatorios bastante molesto.
-Vaya, vaya Phiravich, volvemos a vernos las caras-Dijo el alfa de ojos azules tomando asiento.
Mean lo miró con fastidio y luego rodó los ojos soltando un pequeño bufido de desagrado.
-Así que alterando el orden de nuevo, ¿eh?, ¿Qué ha sido ésta vez?, ¿Acaso ese alfa y ese omega respiraron el mismo aire que su alteza?-preguntó con sarcasmo el rubio.
-¡No te voy a decir una mierda!-gruñó Mean-...¡encierrame de nuevo si quieres!.
-Tranquilo, será como deseas pero antes...
El comisario abrió el expediente de este y empezó a revisarlo con aparente tranquilidad, mientras que el castaño lo miraba cerrando los puños y sintiendo como su sangre le hervía.
Mientras en la otra sala de interrogatorios, Perth asustado por su primera vez en arresto, permanecía sentado a la espera de que el agente que le había estado haciendo múltiples preguntas, regresase y le dijese como se encontraba su prometido.
Plan aún aislado en una celda debido a su celo, ya estaba consciente pero no dejaba de llorar y gimotear por lo que no podían sacarle aún o sería terrible para todos.
Era demasiado lindo y olía malditamente bien y en la comisaría había demasiados alfas que habían reparado en él en cuanto había llegado allí.
Había pasado la noche y ya bien entrada la mañana del día siguiente, cada uno de los alfas fueron llevados a los juzgados para un juicio rápido.
-Bien señor Tanapon...en vistas de que usted fue el atacado, quedará libre pero deberá pagar una multa por el desorden público provocado y lo correspondiente a la mitad del gasto del mobiliario urbano que ustedes rompieron con la pelea-Sentenció el juez de turno.
Sentado a unos metros de él, en otro de los bancos para los acusados, Mean bufó molesto.
-En cuanto a usted señor Phiravich-habló de nuevo el juez de guardia-... al ser reincidente y el instigador de este desorden público, se quedará en los calabozos de comisaría por una semana... Además deberá correr también con su parte de los gastos.
-¿Una semana?...¡esto es injusto! -protestó el castaño encarandose-...¡Ese tipo se estaba llevándose a mi omega!.
-¡Plan ahora es mío, maldito desquiciado!-Gruñó entonces Perth tras saber quién era este-...¡Tú ya tuviste tu oportunidad!.
-¡Orden!...¡orden!-El juez dio con el mazo varias veces, hasta que ambos alfas pararon la discusión.
Finalmente fueron escoltados por dos agentes y el alfa moreno fue llevado a las oficinas de la comisaría para recoger a Plan, mientas que Mean fue llevado a los calabozos nuevamente.
Cuando el omega al fin pudo salir de la celda de aislamiento pues ya había pasado el peligro, aunque había todavía algún resto de dolor pero era soportable, se abrazó a su prometido con fuerza.
-Oh Dios, que mi-miedo he pasado... Me di-dijeron que te habían llevado, ¿Qué ha o-ocurrido?-preguntó temeroso.
-Entonces, ¿Tú no recuerdas nada, amor?-preguntó el alfa algo molesto tras haber pagado la multa y firmar varios documentos.
Este negó intentando recordar pero tan solo algunas imágenes borrosas inundaban su mente, aunque también el recuerdo de un olor muy particular.
-Mean-susurró entonces.
-Si, así es.... Ese cretino nos atacó y luego hemos terminado peleándonos en la calle.
-¿Y-Y dónde está él ahora?, ¿Qué le ha pa-pasado?-preguntó el pequeño omega con ansia sorprendiendo al moreno.
-Vámonos ya, debemos ir con tu padre y luego regresaremos a Corea-dijo este evitando contestarle.
-No-negó Plan bastante nervioso pues su omega interior lo desgarraba por dentro necesitando saber del castaño.
-Plan, amor...recuerda que dentro de unas horas tengo turno en el hospital.
-No-repitió este-... Quiero hablar con él un momento, ¿Dó-Dónde está?, Dímelo-exigió con decisión.
Este sentía una necesidad enfermiza, la cual había creído haber acallado tiempo atrás, tras conocer a Perth y poner kilómetros de por medio pero al parecer no era así.
El alfa moreno lo miró confuso y decepcionado pero finalmente se le dijo.
-Lo han encarcelado.
Tras unos minutos, en los que Plan pidió verle.
...-Regresaré enseguida, no te preocupes-Sonrió el pequeño cuando un agente le indicó la puerta por donde tenían que entrar para acceder a los calabozos, donde Mean estaba retenido.
-Está bien, te espero aquí...No olvides que te amo- dijo el moreno sintiendo un escalofrío recorrerle el cuerpo pues algo le decía que el omega y el castaño tenían algo más fuerte de lo que había creído y que tendría difícil solución.
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