Plan Rathavit es un dulce y hermoso omega de dieciocho años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. Aunque ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o beta pe...
El pequeño omega abrió sus ojos y se encontró con que sus manos estaban atadas al cabecero de una cama y en su boca tenía una especie de cinta.
No sabía cuanto tiempo llevaba de esa manera, así que empezó a gritar y a patalear hasta que oyó un ruido en la puerta y entonces vio asomarse al culpable.
-Buenos días querido... al fin te despiertas-habló Mean sonriendo como si nada.
El omega con su ceño fruncido miró molesto al alfa mientras este se le acercó y se sentó tranquilamente a su lado.
-Siento haberte hecho esto pero no podía permitir que te fueses y me dejaras solo de nuevo-dijo el castaño tocándole el pómulo y sacándole la cinta de la boca.
Plan entonces bufó varias veces entre lágrimas.
-¿Por q-qué me haces esto?, ¿Yo no te pertenezco?...En verdad ne-necesitas ayuda psicológica, ¡estás loco!.
-¡No digas estupideces!- le gruñó este levantándose para terminar caminando de un lado a otro de la habitación- ...¡Tú sigues queriéndome a mí y solo a mí!-rió enloquecido- ...¿De eso se trata el jodido amor, ¿No es así?, Dime, ¿No lo es?.
El omega negó con la cabeza.
-Mean yo t-te quise con locura pero tú me rechazaste y por eso sufrí mucho-habló entristecido el omega-...Me di-dijiste que tú no creías en el amor y además estabas casado, entonces yo me fui- añadió intentando razonar con él.
El alfa furioso se frotó la cabeza con ambas manos y luego se acercó bruscamente a la cara del asustado omega y le miró fijamente.
-Tú aún sigues amándome a mí...puedo sentirlo aquí- le dijo señalando su pecho-.. lo sé porque yo también lo estoy sintiendo.
Plan respiró hondo y luego soltó todo el aire negando con resignación.
-E-Esto no es a-amor, Mean, tan so-solo te has obsesionado conmigo porque te arrebataron todo y te sientes vacío... Ya no tienes tu vida de lujos, tu t-trabajo, ni dinero o po-poder, en realidad tú no me a-amas y yo ahora qui-quiero a Perth...nos va-vamos a ca-casar y por eso regresé.
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Mean se apartó bruscamente y comenzó a quitarse la ropa apresuradamente, mientras sus ojos se tornaban oscurecidos.
-¡De eso nada, Plan!, ¡tú eres mío y te lo demostraré!-gruñó asustando más al pobre omega-... ¡Te haré recordar mis besos y como se siente mi polla en tu interior!, ¡vas a recordar lo que es ser follado por un alfa de verdad!... ¡ya lo verás!.
Plan aterrado comenzó a gritar y a patalear, negándose e intentando soltarse pero le fue inútil pues el alfa ya doblando su tamaño, utilizó su fuerza de alfa para inmovilizarlo subiéndose a la cama y volviendo a ponerle la cinta en la boca.
Con un hábil movimiento de su mano, Mean le arrancó los pantalones y también sus boxer, luego le hizo añicos la camiseta y se subió encima de él.
-Voy a follarte, dulzura y entonces recordarás -le susurró al oído ya muy excitado.
Este comenzó besándolo en el cuello, a la par que le acariciaba su pequeño torso, el omega seguía resistiéndose aunque no podía evitar sentir placer con el tacto del desbocado alfa.
Los músculos de Mean se marcaron aún más debido a la fuerza que éste hacía para intentar controlarse e ir despacio pues no quería que Plan lo rechazase y se desmayase.
-Joder, eres tan hermoso... tan perfecto- le volvió a susurrar enterrandose en su cuello.
El omega soltó un ahogado e involuntario gemido que aunque sabía que no estaba bien, al parecer su cuerpo iba por libre y estaba respondiendo a las atenciones del enloquecido alfa.
-Hueles tan malditamente bien, pequeño... me vuelves loco- Mean se deslizó entonces por este hasta llegar a su entrepierna.
La polla del omega estaba lánguida pues a pesar de que las caricias y los besos del alfa estimulaban su omega interior y despertaban deseo por ser poseído, no dejaba de estar aterrado temiendo por su vida si el alfa terminaba perdiendo el control.
El castaño le abrió las piernas enterrando su cabeza entre sus muslos, luego le cogió la polla con una de sus manos y comenzó a estimularla, luego acercó su boca y empezó a lamerla y a chuparla con lujuria.
Plan ante eso no pudo evitar sentir una oleada de placer cada vez que la boca del alfa lo succionaba, por lo que terminó gimiendo y suspirando mientras arqueaba la espalda ante el inmenso gozo que eso le provocaba.
El calor fue subiendo y ya el castaño estaba completamente inmerso en el jardín del omega, sonreía triunfante ante la ahora erguida polla del omega y también ante el temblor que provocaba en su delicado cuerpo, cada vez que lo probaba.
-Ahora soltaré tus manos, quiero que me toques... yo sé que lo deseas tanto como yo.
-N-No Mean... aaah, y-yo no pu-puedo hacer esto aaah...
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