Plan Rathavit es un dulce y hermoso omega de dieciocho años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. Aunque ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o beta pe...
La hermosa mañana de un día muy especial, amaneció.
...-Daos prisa. Todos deben estar ansiosos y hartos de esperar-dijo Saint algo impaciente.
-¡Ya!, ¡Ya!...¡ya va!, ¿Estáis listos para verlo?-exclamó Zee muy emocionado llegando al salón.
El pequeño Tin con su gracioso gorro favorito y el castaño omega se miraron y asistieron muy intranquilos.
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Entonces el alfa miró hacia la puerta de la habitación del pequeño omega e hizo un ademán con la mano.
-Vamos camina, deja que te vean.
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Un sonrojado y nervioso Plan apareció ante ellos.
-Wow, estás fantástico-dijo Saint al ver aparecer a con su hermoso traje.
-Si papi, estás muy guapo.
-Lo ves-dijo Zee cruzándose de brazos-...y tu tan preocupado.
El omega sonrió nervioso.
-¿De ve-verdad creéis que a Mean le gustará?, es que no sé este pelo y.....
-Estás genial, con el pelo así y esa ropa, estás increíble-habló impaciente el alfa-..Ya no le des más vueltas y vámonos ya para la iglesia o tu futuro esposo acabará por casarse con otro.
-Si, si vamos ya.
En el templo, gran parte de los invitados y el propio alfa estaban muy ansiosos por la llegada del omega.
Mean se paseaba de un lado a otro por borde del altar, parándose a cada a rato para mirar hacia la puerta y cuando al fin vio llevar a su hijo en los brazos de Saint respiró aliviado y se colocó en su lugar.
La música ceremonial comenzó a sonar y un Plan realmente nervioso caminó agarrado del brazo de su jefe y amigo, Zee, el cual caminaba erguido y lleno de orgullo.
Cuando finalmente estuvo frente al castaño alfa, miró al suelo cabizbajo pues temía la desaprobación de este.
-Estás espectacular, pequeño-dijo Mean embobado-..realmente increíble, mi amor.
El omega entonces respiró aliviado y acto seguido levantó su cabeza y sonrió feliz.
-Oremos-habló el sacerdote posicionandose en el altar y dando comienzo la ceremonia.
Tras un bonito discurso, unas lecturas bíblicas y la declaración de los votos matrimoniales, llegó la parte donde más que felices los novios se dieron el sí quiero.
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Muchos de los presentes lloraron conmovidos y otros aplaudieron con entusiasmo cuando el sacerdote finalmente los declaró marido y marido y ambos se besaron.
Fue un gran momento.
A la salida de la iglesia y siguiendo con la tradición, todos juntos se tomaron fotos con los novios y luego fueron a celebrarlo con un gran banquete, Mean y Plan ya no podían pedir más pues estaban pletóricos de felicidad y muy agradecidos con la vida.
Después de ese gran día, los recién casados se fueron de luna de miel y a su regreso, Plan y Tin se instalaron en el aparcamiento del alfa para comenzar una nueva vida juntos.
Los meses pasaron y tanto el alfa como el omega vivieron su amor plenamente, como si cada día fuese un regalo.
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Y tras un año y tras varios días encontrándose extraño, Plan se enteró de que volvía a estar embarazado.
May llegó a sus vidas nueve meses después, una pequeña y hermosa bebé, que junto al pequeño Tin, hicieron aún mas dichosa a la pareja hasta el fin de sus días.
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