Quince

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Una capa de sudor húmeda y pegajosa cubría los ardientes cuerpos de ambos, los cuales desnudos y tendidos sobre la cama, intentaban recuperar el aliento y la estabilidad de sus pulsaciones, tras haber tenido un intenso aunque rápido momento íntimo.

Mean se había corrido intensamente en la boca del alfa, mientras que este lo había hecho sobre las sábanas, poco después de haber visto y escuchado al omega hacerlo.

Debido a la furia del momento, todo había sido muy rápido pero tanto para el alfa como para el omega había sido satisfactorio como si hubiesen estado follando durante horas.

Los dos tenían una conexión que aunque la vez pasada, tan solo la había notado Plan, en esta ocasión Mean también lo había sentido.

Al fin este sacó la cinta de la boca del omega pero ya no gritó ni suplicó por irse, en vez de eso sonrió y lo miró con ojos de enamorado como lo había hecho años atrás.

—Te amo—Soltó entonces el alfa sorprendiendolo.

—¿Me amas? pero si tú habías dicho que no creías en el amor, tan solo en el sexo, ¿Recuerdas?.

Mean le beso el rostro y rió con sarcasmo.

—Hace años era un completo idiota que no miraba a más de dos palmos de su maldita nariz pero el haber pasado todo este tiempo sin ti y no poder olvidarte me ha abierto los ojos—dijo el alfa muy relajado— ...Creo que también el verte con otro alfa y saber que podía perderte definitivamente, me ha ayudado a darme cuenta que esto es amor.

Plan chasqueó la lengua y luego miró hacia el otro lado pues de repente, Perth volvió a su mente.

—Quisiera creerte pero la verdad tu comportamiento no es de alguien enamorado...Sinceramente creo que necesitas ayuda, los dos la necesitamos... creo que yo también estoy mal de la cabeza—dijo el omega volviendo la vista hacia el alfa—... Pienso que follar contigo es lo mejor que hay en esta vida pero mi prometido es un alfa increíble y no se merece esto.

Mean soltó un gran suspiro y luego un gruñido.

—Maldita sea, ¿por que demonios lo nombras?...Yo haré que te olvides de él y de nuevo tan solo ocuparé tus pensamientos.

Tras decir esto, el castaño se incorporó de nuevo, entonces separó las piernas del omega y volvió a colocarse entre ellas.

El omega comenzó entonces a gemir de nuevo tras notar la boca de este en su polla y una lágrima resbaló por su sonrojada mejilla hasta caer en la almohada pues se sentía muy culpable y miserable pero no podía evitar querer estar allí y desear ser follado y mordido por el Mean.

—¿Quieres que te folle verdad?, follemos entonces—dijo este relamiéndose para luego poner un cojín bajo la espalda del omega y así elevarle bien el trasero.

El agujero de Plan estaba húmedo aunque no lo suficiente, entonces el alfa chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco en él, mientras este suspiraba entrecortadamente.

—Abrete para mí, pequeño—dijo el castaño volviéndose a meter la polla de este en la boca.

El omega se retorcía y arqueaba la espalda debido al inmenso placer que sentía, entonces el alfa introdujo un segundo dedo y simuló lentas penetraciones que lo sumieron en un éxtasis de lujuria que lo hicieron olvidarse de todo nuevamente y pedir más y más.

Cuando ya notó que la entrada del omega estaba más que dilatada, Mean  sacó los dedos y acercó su necesitada polla introduciéndose poco a poco y provocando que Plan soltase un gran grito pues el miembro del alfa era enorme.

Cuando se acostumbró al grosor, este  empezó a moverse lentamente saliendo y entrando de Plan y haciendo gemir a los dos por igual.

Luego de unos minutos, el alfa aceleró las estocadas aumentando así el placer, por lo que el omega sintió las cosquillas en su rostro cada vez que la furia de Mean lo empotraba contra el cabecero con fuerza.

El sexo tornó salvaje y excitante.

—¡Oh si!...¡ Oh Dios, mi alfa!....¡joder más...más!.

El alfa entonces se detuvo pues notó que su nudo nuevamente comenzaba a hincharse, a lo que  olisqueó el cuello del omega mientras sentía sus colmillos crecer.

—¡No!... No por favor, no lo hagas—suplicó Plan en un momento de cordura— ...Ten piedad mi alfa, no me marques.

Mean se moría por clavar sus fauces en el atrayente cuello del omega pero finalmente asintió pues ese «mi alfa», le dio a entender que Plan ya no estaba pensando en el alfa que había venido con él desde Corea.

—Está bien, pequeño...como tu desees—dijo dejando salir su semilla llenando por completo el interior de este, el cual soltó un grito que el alfa ahogó con un beso.

—Shssss...tranquilo, pronto bajará—jadeó el alfa dejando besos por toda la cara del omega.

Plan aguantó el dolor y la presión sin reparar en un principio que esa vez algo era diferente.

—¡Oh mierda!, ¡joder!, ¡no!—chilló tras darse cuanta de que no habían usado protección.

—¿Qué ocurre?.

—¿No te has acordado de ponerte condón verdad?..., ¡Mierda!, ¡joder!

El alfa sonrió y salió del interior del preocupado y dolorido omega y se dejó caer sobre la cama de nuevo, mientras sentía su interior convulsionarse debido a tanta dicha y placer.

—Tranquilo, no va a pasar nada... Años de alcohol y drogas han vuelto inútil mi capacidad de procreación, soy estéril.

Plan no supo muy bien como sentirse ante ese nuevo dato del alfa pues no pudo evitar conmoverse, ya que aunque sabía que seguía teniendo un compromiso con Perth de una vida juntos e hijos, era triste saber que el omega que terminase con Mean, jamás podría darle un hijo.

Plan no supo muy bien como sentirse ante ese nuevo dato del alfa pues no pudo evitar conmoverse, ya que aunque sabía que seguía teniendo un compromiso con Perth de una vida juntos e hijos, era triste saber que el omega que terminase con Mean, jamá...

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4. No fue mi intención amarte - Meanplan (Zaintsee)  -Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora