Veinticinco

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Era un nuevo día y Plan estaba en la trastienda de la librería, allí como tantas otras veces recogía unos cuantos periódicos atrasados para luego echarlos en el contenedor de reciclaje.

Tin muy entretenido, jugaba en su parque rodeado de sus juguetes hasta que de repente se escuchó la campanilla de la puerta principal, la cual anunciaba la entrada de un nuevo cliente.

El pequeño sonrió alegremente al ver a un alfa acercarse a él y sonreírle también.

-Oye, ¿y tú quién eres pequeñajo?, Hola, yo soy Mean.

El bebé lejos de asustarse extendió sus brazos hacia éste y entonces este se tomó la libertad de cogerlo en su regazo, mientras lo miraba embobado pues su rico olor le resultaba embaucador.

El omega entonces salió de la trastienda dispuesto a atender al cliente.

-Buenos días, disculpe... ahora mismo lo atiend....

Este se quedó petrificado en cuando vio la escena, no podía creer lo que estaba sucediendo, al castaño alfa sostenía a su hijo en brazos.

—Plan, ¿Y e-este niño?, Él huele a ti.

-Emm...¿Qu-Qué de-demonios ha-haces tú a-aquí?-balbuceó nervioso el omega, arrebatandole a Tin del regazo y volviendo a ponerlo en el parque.

-Ese bebé...¿de quién es?, contéstame-exigió saber el alfa.

El omega se sintió intimidado por las feromonas exigentes de este pero aún así intentó mantenerse impasible.

-En que puedo ayudarle, ¿Desea un libro, una revista o mejor el periódico de hoy?-habló finalmente desde detrás del mostrador.

Mean bufó molesto pues apenas lo había recordado todo y lo primero que había hecho había sido correr al lugar donde había conocido al omega que más había amado en la vida pero este parecía disfrutar burlándose de él.

-¡Plan joder!-gruñó desesperado- ...¡no quiero comprar nada, maldita sea!...¡so-solo quiero que me respondas!.

El pequeño omega tragó duro y caminó hacia su hijo, el cual comenzó a llorar por las feromonas de tensión que emanaban de ambos adultos.

-Por fa-favor váyase... e-está asustando al b-bebé.

—Está bien— habló el alfa asistiendo resignado pues no quería actuar mal delante del pequeño y provocarle un trauma—...Está bien pero volveré, tú y yo tenemos mucho de que hablar.

Tras irse éste, el omega jadeó nervioso durante un buen rato mientras se sujetaba con fuerza a la pared, ya que sus piernas le temblaban y su corazón casi se le salía del pecho.

-Oh Di-Dios mío, ¿por qué e-estoy así?...-Se preguntó intentando recobrar el aliento-...N-No puede ser... que de-después de tanto ti-tiempo, mi cuerpo si-siga reaccionando igual a-ante él.

Poco después, Zee y su esposo Saint se encontraron con el castaño en la calle.

-¡Oye tú!, ¿Qué demonios haces aquí?- le preguntó el librero bastante molesto.

-Tranquilo eh....no he destrozado nada de tu mugrosa tienda pero lo haré si no me dices desde cuando a vuelto Plan y dónde está su alfa.

-¡No te diré una mierda!- gruñó nuevamente Zee muy molesto ante la amenaza de Mean—…¡Déjalo tranquilo!.

-Perth murió y él volvió hace un mes-habló entonces el castaño omega muy asustado, ya que estaba muerto de miedo ante las furiosas feromonas de los dos alfas.

-Entonces ese niño... ¿ese es su hijo?-preguntó de nuevo el alfa  dirigiéndose a este.

Zee apartó la mirada Mean y entonces miró a su asustado marido.

-Tranquilo amor, no pasa nada pero digas nada más...anda ve adentro.

Meam sonrió y clavó su mirada amenazante en Saint.

-S-SSSi, si que lo eeees -balbuceó este aún asustado, antes de echar a correr hacia la librería lejos del enfrentamiento de los dos alfas.

El castaño asintió satisfecho hasta que sintió el empujón del jefe de Plan pero lejos fe enfadarse, se echó a reír fuertemente.

-Ya he conseguido saber lo que quería librero, tu lindo omega es muy obediente.

-¡Lárgate ya Phiravich o llamaré de nuevo a la policía!-gruñó muy molesto el moreno alfa—...¡Alejate de Plan!

-Si...si, ya me voy pero volveré... No dejaré que mi omega vuelva a irse lejos de mí.

-¡Déjalos tranquilos!, ¡Ese bebé no te necesit...

Mean miró entonces este, el cual se había callado de repente tras haberlo cogido del jersey a la altura del pecho.

-¡Repite eso imbécil!, ¿Por qué dices que ese bebé no me necesita?, ¿acaso él es?...

Zee no quería hablar más pero tampoco quería que el alfa causara más problemas.

-¿Lo has visto bien acaso?...Tin es tu vivo retrato, estúpido egocéntrico.

Al escuchar eso, el castaño lo soltó rápidamente y frunció el ceño.

-¿E-Ese niño es mi hijo?, ¿Lo es?...¡habla!.

-Exacto...Plan va a matarme pero ya es hora de que lo sepas y cambies tu actitud—habló Zee bajando su tono—... Ese bebé es toda su vida y te costará acercarte... él ya no es el chiquillo soñador que era, la vida le ha tratado realmente duro y no merece sufrir más.

-Entonces cuando yo lo ...y luego nosotros hicimos...pero después él se fue... pero ¿cómo es posible que él se quedase embarazo?, entonces ¿esa maldita puta me mintió? -susurró el alfa castaño atando cabos.

Zee lo miró fijamente y se acercó amenazante.

-Suerte Phiravich... A ver como consigues que Plan te perdone todo lo que le has hecho y que te deje acercarte al niño, realmente la vas a necesitar.

 A ver como consigues que Plan te perdone todo lo que le has hecho y que te deje acercarte al niño, realmente la vas a necesitar

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4. No fue mi intención amarte - Meanplan (Zaintsee)  -Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora