Varias semanas despuésMean había interiorizado a rajatabla la advertencia de Plan, por lo que cada momento que tenía libre lo pasaba con el pequeño Tin.
Además de eso, este lo colmaba de numerosos regalos y artículos de primera necesidad para su crecimiento; como ropa y alimentos.
Al omega le parecía excesivo tanto gasto pero no dijo nada, tan solo esperaba que el alfa no acabase dando tan solo cosas materiales a su hijo y luego terminase por desentenderse.
Incluso Zee y Saint estaban sorprendidos gratamente pues veían un notorio cambio en el alfa, aunque también lo habían notado en el omega, el cual aunque lo negase por activa y por pasiva, seguía muriéndose por el alfa cada vez que este aparecía.
La verdad era que algo de eso había pero también era que el celo del omega estaba próximo y eso sumado al gran cambio que veía en el castaño, lo tenían con las hormonas revolucionadas.
Debía hacer un gran esfuerzo por controlarse para no saltarle encima al alfa y acabar frotándose contra su cuerpo, chorreando lubricante a borbotones cada vez que este le sonreía o lo miraba fijamente.
Por su parte, Mean en más de una ocasión había tenido que salir corriendo con la excusa de una reunión o una comida con clientes o socios para no acabar poseyéndolo allí mismo o terminar por llevárselo a cuestas hasta su casa y echar todo lo conseguido por la borda.Finalmente una noche, cuando el castaño salía de su trabajo y se dirigía hacia la casa para pasar un rato con su hijo, recibió un inquietante mensaje del omega, el cual lo dejó muy preocupado y entonces cambio de destino y acudió a la librería pues al parecer éste aún se encontraba allí.
Nada más aparcar su coche, corrió apresuradamente hacia el local, ya que éste aún tenía la verja levantada a pesar de la hora que era.
Empujó la puerta de cristal y acto seguido llamó al omega pero no obtuvo respuesta, entonces el alfa sintió su corazón acelerarse al notar el intenso aroma de este impregnado en el ambiente.
Enseguida caminó unos pasos hasta la trastienda y ahí se encontró al omega hecho un ovillo en el suelo, mientras se sujetaba con fuerza el vientre y soltaba un leve sonido lastimero de sus secos y febriles labios.
-¡Oh Dios Plan! pero, ¿Qué es lo haces todavía aquí?-exclamó acercándose muy alarmado.
-Me-Mea....e-es mi c-celo... S-Se ha ade-adelantado.
El alfa notaba su interior enloquecer por la proximidad y la situación tan vulnerable en la que estaba el omega pero sacó fuerzas de donde pudo y consiguió levantarlo del suelo, cargarlo en su regazo y ponerlo sobre una mesa que había allí.
-¿Estás bien precioso?-este asintió-... debo llevarte a casa ahora mismo-le habló Mean alzandole levemente la cara con su mano para que lo mirase a los ojos.
El omega asintió y acto seguido se mordió el labio inferior, luego rodeó el cuello del alfa con sus ardientes brazos y se abalanzó a su boca, propinadole un necesitado y sediento beso.
Cuando este se rompió, el sorprendido alfa sacó su mano de la barbilla del omega y la puso en su cintura.
-Te llevaré a casa, Plan.
-Follame Mean, follame ahora-le susurró el febril omega acercándose de nuevo para rozarle sus labios.
El alfa estaba muy aturdido por las feromonas de ambos y el tremendo deseo que sentía pero entonces pensó en el tiempo transcurrido, las experiencias vividas, también sus sentimientos hacia este y en su pequeño bebé.
Eso logró mantenerlo cuerdo haciéndolo resistirse al reclamo del omega y lograr contener su polla dentro de sus pantalones para así no arrepentirse cuando todo terminase.
-Va-Vamos pe-pequeño, debes ir a casa.
Tras lograr meterlo en su coche mientras este lo abrazaba fuertemente y lo llenaba de besos por toda su cara, el alfa consiguió cerrar el local y también la verja, luego puso rumbo al hogar donde Zee y Saint donde junto con el pequeño Tin, jugaban muy entretenidos ajenos a todo lo sucedido.
Al verlos llegar, rápidamente el castaño omega ayudó al pequeño omega a encerrarse en su habitación y ha acomodarse con todo lo necesario para pasar el celo, entretanto Mean le dio un beso a su pequeño hijo y luego se fue para no cometer una locura.
El alfa se fue de allí haciendo un terrible esfuerzo pero era lo mejor, no quería lamentarlo el resto de su vida pues no podía desperdiciar la última oportunidad que el omega le había dado y la cual le permitiría recuperarlo y ser felices al fin.
Tras llegar a su habitación, este se metió en la ducha con la ropa aún puesta, ya que debía bajar la calentura y logar dominar así tanto su alfa interior, como su celo, el cual se había despertado de camino al hotel donde se alojaba.
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4. No fue mi intención amarte - Meanplan (Zaintsee) -Omegaverse Terminada
FanfictionPlan Rathavit es un dulce y hermoso omega de dieciocho años, poseedor de una tierna inocencia pero también de un fuerte temperamento. Aunque ha tenido varios pretendientes que lo han querido poseer, él nunca ha sentido amor por ningún alfa o beta pe...