-Oye, ¿que te pasa?...-dije con cierta molestia a pesar de estar ebria, sin saber aún quien era.
Lo siguiente que oí fue la puerta cerrarse y me giré, zafandome del agarre de la otra persona.
Vi que era Jorge.
Se enteró.
-Jorge no estoy para regaños, lo siento-dije lo primero que se me vino a la mente y quise salir de ahí.
Pero volvió a agarrarme, echándome hacia atrás.
¿Podía dejar de hacer eso? Me hartaba, gracias.
-Danna, ¿estás bien?-me miró preocupado-
Pues claro que estaba bien.
Mejor que nunca.
-Obvio, bueno...-arrastré la última letra-mi cuerpo ahora lleva unos cuatro tequilas, dos copas de vodka-empecé a numerar con los dedos de las manos-y un poco de whisky...así que si-asentí-estoy bastante bien-me fui hasta la ventana de esa habitación para abrirla y así sentir el viento, levantando mis brazos.
Pero de pronto, ya no lo noté y miré mal a Jorge.
-¿Que haces?-fruncí el ceño-
-¿Donde quedó el "yo no tomo los días de diario porque tengo autocontrol"?-preguntó sin dejar de mirarme entre molesto y preocupado.
Porque no se relaja, él empezó a beber antes que yo.
Me crucé de brazos.
-Quedó en el "no seas aburrida" que tú mismo dijiste-lo acusé-y ahora sí me permites, me voy-volví a caminar pero me jaló de nuevo-
-¿Porque putas haces eso?-me tambaleé sobre mí misma y toqué mi cabeza, por lo brusco que me jaló esta vez.
-Porque quiero hablar contigo-me miró serio, soltandome.
-Ya hemos hablado-sonreí tocando su nariz con cierta diversión y agarró mi muñeca, viendo eso.-No pensé que tuvieras una mano tan grande-reí levantando mi otro brazo-mira, la mía es pequeña...-reí más y lo oí suspirar.
-Danna dejate de pendejadas, lo de antes no fue...-le puse el dedo índice en su boca.
-Sabia que dirías eso y...-abrí los ojos-me importa una mierda pero yo no vengo a aprovecharme de nadie-rodé los ojos y me senté en la cama por el cansancio.
Me miró desde donde estaba.
-Laura es muy intensa conmigo siempre me sobreprotege...
-Es una imbécil...-dije por lo bajo.
Pero lo oyó y sonrió. La primera sonrisa desde que me arrastró hasta esa habitación que ni siquiera sabía cuál era.
-¿Estás celosa?-rió sentándose al lado mío.
Si tuviera celos sería de todos, menos de ella.
-No pero desde que entró por la puerta-dije sacando mis zapatos y los lancé, notando a Jorge riendo por eso-no dejó de mirarme y te hizo esa pregunta en el juego adrede-
Él flexionó sus piernas y eché mi cabeza hacia atrás, viendo el techo-
-Tienes razón, no fue la mejor bienvenida por su parte-dijo estando de acuerdo conmigo-
Hice una mueca.
-Jorge me da igual-dije cansada y me dejé caer en la cama, abriendo mis brazos-
Sentí que todo me daba vueltas.
-Dicen que si estás ebria, dices la verdad-me miró al instante-podría hacerte preguntas.
-Y no te contestaría nada.
Alzó una ceja.
-¿No?-trató de agarrarme mi pie para hacerme cosquillas y comencé a reír a carcajadas, quitando mi pierna pero no lo logré.
-No ya...no puedo con eso, para-reí, viendo que hice lo que dije.
Moví ahora mi pie adrede para darle en su cara y se quejó, tapándose la cara con sus brazos.
Reí.
-Me gustan tus labios-dije calmandome y hubo silencio.
La mente ebria no me deja actuar.
Mi parte sobria, me quería matar.
-¿Porque no los besas?-susurró.
Y ahí. Me perdió.
Creo que fue el efecto del alcohol porque me incorporé y me acerqué bastante a sus labios.
Iba a decir algo pero tomé la iniciativa y lo besé, ladeando mi cabeza.
Me lo siguió enseguida y sonreí, poniendo mis manos en ambas de sus mejillas mientras me tocaba las caderas para colocarme encima de sus piernas.
Hice lo que intuía y me senté, acomodandome.
-Danna, estás ebria...-susurró en medio del beso y metió su lengua despacio.
-Callate, no es el momento-seguí concentrada, notando como su lengua se colaba en mi boca, queriendo moverla.
Por lo que hice lo mismo y rodeé su cuello con mis brazos.
Quise quitar esa camiseta que me quedaba pero al no poder, noté que Jorge me ayudaba a subirla y levanté mis brazos.
-Gracias...-dije por inercia y volví a besarle algo más intenso que antes.
Sus manos acariciaban mi espalda y me sentí bien, demasiado bien.
Nuestras lenguas se rozaban más rápido y necesitaba tomar aire. Pero no quería apartarme.
-Espera...-me paró y me separé, relamiendo mis labios.-Estas ebria y no quiero que pienses al día siguiente que abusé de ti...-dijo con sus labios hinchados.
-No pensaré eso...-dije algo desesperada, ya que habíamos empezado esto.
Las manos subieron hasta el broche de mi brasier y por un momento, pensé que lo iba a quitar de una vez pero siguió subiendo y tiro hacia abajo de los tirantes.
Igual sonreí.
-Se supone que estábamos discutiendo...-reí leve y cerré mis ojos al sentir sus besos en mi cuello, le dejé más espacio y lo apegué hacia a mí.
-No lo estábamos tan siquiera...-lo oí susurrar y me mordió el cuello levemente. Sabiendo que eso tendría repercusión, por muy pequeño que fuera.
Levanté su cabeza con mis manos y quise besarlo de nuevo.
Me moví inquieta y ahí, habló de nuevo.
-Danna sé que esto ira a más...
-Eso quiero...-dije dando besos cortos en sus labios.
-No, estás ebria y no te acordarás de nada-paró el beso y me separó.
Quería seguir, al carajo.
Negó con la cabeza y acarició mi mejilla.
-Si quieres hacerlo, bien porque yo también pero cuando no estés en este estado-me miró fijamente y asentí, al no saber que opinar por lo agitada que estaba aún.
Me alzó en brazos y me dejó en la cama.
-Duerme, mañana se pasará y no pienses que me niego por gusto solo quiero que se te pase este estado de mierda-maldijo estirando las sábanas para taparme.
Lo oía pero sin prestarle atención, solo seguía mirando sus labios.
-Descansa, ¿Si?-susurró tranquilo.
Dejó un beso en mi frente y se levantó, echando un último vistazo antes de salir por la puerta.
No vi nada más porque el sueño se apoderó de mí al instante.
ESTÁS LEYENDO
Suspiros llenos de ti - Jordanna
FanfictionMe comprometí a hacer esto y también, como forma de desahogo, por como "están las cosas" ahora mismo. Es mi perspectiva y el cómo pienso que fueron o querrían que hubieran sido las cosas así que, tal vez haya alguna modificación. Espero distraer al...