Suspiros llenos de ti - Jordanna

Primera Vez

El beso fue subiendo de tono y estar allá, no era plan de que las cosas se pusieran intensas.

Me separé de él, poniendo una mano en su pecho.

-¿Nos vamos? ¿Donde tienes el auto?-alcé la voz y no me respondió, solo caminó a la salida.

Bajamos las escaleras del reservado y prácticamente, lo noté que se apresuraba al carro.

-Jorge, espérame...-dije quitando mis tacones y quise seguirlo, llegando hacia donde estaba.

-Quiero llegar a tu jodida casa ya-abrió la puerta y yo me senté en mi sitio correspondiente.

Me calentó aún más oírlo y verlo así, haciéndolo tan impaciente.

Retiré mi cabello hacia adelante y me abroché viendo como arrancaba algo rápido.

-Apenas tomé tanto para estar así...-relamí mis labios varias veces y lo miré, inquietandome.

-No diré que tenías ganas de que pasara esto directamente pero si-su vista se posó en mi y la excitación estaba pudiendo conmigo.

Iba a ser una locura y la primera.

Me acerqué lentamente y puse mi mano sobre tu pierna despacio.

-Danna, no...-me advirtió susurrando y giró el volante para tomar la primera curva dando con mi calle.

Sólo sonreí y seguí, desplazando mi mano hasta su entrepierna y suspiré.

-Estas así...-dije en un hilo de voz y solo asintió.

No retiré mi mano hasta llegar.

-Sal del auto-lo oí como orden e hice justo eso, caminando hasta el portal para abrir con llaves.

Le dejé pasar pero no tardó en agarrarme para besarme intenso o más bien, comerme la boca

Puse ambas de mis manos detrás de su cabeza y retrocedí unos pasos, obligándolo a seguirme.

Ven...-susurré y cerré los ojos cuando choqué con la pared del elevador, buscando el botón con una de mis manos.

Este se abrió y nos metimos en cuanto pudimos, sin dejar de besarnos ni un segundo.

-¿Me dejarás abrir la puerta?-dije divertida y se alejó.

-Si, hazlo...-afirmé mis llaves con fuerza y quise colarlas por la cerradura, queriendo que la puerta se abriese en cuestión de milésimas.

Las puse en un pequeño jarrón al lado de la entrada.

-Ponte cómodo yo...-indiqué una de las salas pero puso su índice en mi boca y lo miré.

-No voy a esperar otro momento más que ahora-los ojos con los que me miraba, se tornaron a un brillo que solo pude describir como deseo.

Me alzó rápidamente en brazos y buscó mi cuello desesperado, dejando besos húmedos que incitaron a alguna mordida leve pero no me quejé.

Ya estábamos así y no iba a llevarle la corriente, lo quería.

-Vamos a la habitación, ¿Quieres?-susurré ladeando mi cabeza para dejarle más espacio y caminó conmigo a paso lento.

Llegó y deslizó la puerta para cerrarla.

-Por fin aquí...-la voz ronca lo ganó y me bajó de sus brazos, llevando las manos al cinturón que hacía que se ajustara el vestido.

-Te ves demasiado ansioso-rocé sus labios levemente y oí el cinturón caer.

-¿Cómo quieres que esté?-sonrio mordiendo su labio y bajó la mirada-Sigo pensando en como fuiste capaz de ponerte ese vestido.