El amor no es un crimen

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Me levanté deprisa y negué con mis brazos para que no le explicara.

Por un momento dudó pero apretó los puños con la intención de controlarse.

-No fue nada, solo cosas de rodaje y que salen mal...-me miró por eso y después de un rato más, colgó.

Subí ambas de mis piernas en el sofá y agarré el mando para prender el televisor pero no me dejó, ya que me lo arrebató de las manos.

-¿Porque no quieres que sepa?-se sentó, poniendo una de sus manos sobre mi pierna.

Tal vez, la sobre protección.

-Si supieran, en vez de llevar guardias en los eventos unicamente, los llevaría hasta en los casos como en los del otro día y Jorge, no quiero-susurré bajito.

Sentí como me acariciaba.

-Entiendo pero es de confianza, tal vez en un rato que estéis a solas...-se acercó a mí sonriendo-Cambia esa cara y dame un beso.

Arrugué la nariz y me apegué a él para abrir mi boca lentamente y empezar un beso lento.

Cerró los ojos al igual que yo y me lo siguió.

-Deberiamos arreglarnos porque tenemos que ir al set-susurró y solo me limité a llevar más intenso el beso, sin querer separarme.

-¿Eso es un no?-dijo juguetón y quise colocarme encima de él pero vio mis intenciones y me tomó en brazos.

-Oye...-me quejé melosa y entró en la habitación, dejándome justo enfrente del armario.

-Nada de oye, tienes que cambiarte...-se separó de mis labios a duras penas y me miró, bajándome.

Toqué el suelo con mis pies y me dispuse a centrarme porque estaba en lo cierto.

-Es que no quiero...-hice un puchero lloriqueando y me giré deslizando la puerta y ver que me ponía.

Agarró su camiseta que aún estaba en el suelo y busqué algo cómodo ya que seguro me darían ropa allá.

No me demoré mucho cuando salí del baño ya arreglada.

-Y bueno, ¿Donde piensas que pasemos el fin de semana?-me habló abrochando el botón de su pantalón.

¿Como es que estaba con eso de nuevo?

Me quedé pensativa.

-¿Pero qué día es?-suspiré agarrando mis aretes para ponermelos.

-Es viernes Danna-me miró con cara de, "estate más al loro pendeja"

Con todo me despisté, es lógico.

Al rato, llegamos y recordé que solo estaríamos él y yo en el set.

No quería cruzarme ni con Diego ni con Ramón después de lo de la otra noche.

-Danna...-me habló alguien desde una esquina y reconocí su voz.

Se levantó del asiento y vi como Diego se dirigía a mí, preocupado.

-Tengo que irme al vestidor, ¿Que es lo que quieres?-crucé mi bolso del otro lado.

Movió sus pies y juntó las manos, cerrando los ojos un instante.

-Perdoname de verdad...-comenzó a decir y parpadeé dos veces.-En realidad perdona a todo el equipo, Ramón está igual-hizo una mueca.

No sabía que decir pero tampoco era plan de estar enojada con todos así que me acerqué.

-Me da igual si ese tipo me dice algo, me molestó que nadie de ustedes salió a defenderme-lo señalé y vi que quería decir algo pero abrí la palma de mi mano, parandolo en seco-ya está olvidado.

Suspiros llenos de ti - JordannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora