Cap 30

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—Tenemos que salir de aquí.

—Lo se— dijo— ¿Sabes por qué lado podemos salir?

Mire a mi al rededor y se me ocurrió un plan.

— Ven.

Lo tome de la mano y lo guíe por un camino pequeño y angosto donde hicimos fila, sin soltar nuestras manos, y salimos de entre los arbustos a la banqueta.

—Chica lista —dijo dándome un beso en la mejilla.

Sonreí ante el contacto de sus labios con mi mejilla y lo guíe de nuevo por la salida de la colonia.

Lo último que necesito es que las vecinas chismosas le digan a mi mamá que su hija se escapó con un "desconocido".

Caminamos varias manzanas tomados de la mano, el con su capucha puesta, íbamos en silenció.

No teníamos un rumbo fijo solo caminábamos a dónde nuestros pies nos guiarán.

—No te quiero dejar princesa —solto Adrián de repente y yo lo mire.

—Yo tampoco.

—Pero es lo mejor para ti.

Me detuve en seco y me gire completamente hacia el. ¿Acaso dijo eso?

—¿Para mí? ¿Y eso en que es bueno para mí?

—Pues tus padres creen que...

—Al diablo mis padres —dije interrumpiendolo.

—Sam no puedes dejar todo por ... Mi.

—Es que tú eres mi todo, Adrián.

Adrian me miró sorprendido, parecía pensativo y después de unos segundos   acunó mi cara en sus manos y me besó.

Sus labios y los míos encajaban a la perfección, como dos piezas de rompecabezas que fueron pérdidas en alguna parte y después de varias búsquedas se encontraron y las juntaron para terminar el rompecabezas.

Así me sentía con él, como un rompecabezas y él era la parte que se perdió.

Me pegó más a él y yo levanté mis manos a su cabello, jugando con sus mechones cafés. El bajo una de sus manos a mi espalda mientras sentía como subía y bajaba su mano.

Con la otra mano acarició mi mejilla lentamente sin saber que estaba liberando a todas mis mariposas internas.

Nos separamos lentamente y me miró con ternura mientras seguía acariciando mi mejilla.

Cerré mis ojos, disfrutando de su contacto y solté un suspiro.

—Eres muy hermosa, Sam —dijo depositando un beso en mi mejilla izquierda —y por ti estoy dispuesto a hablar una vez más con tus papás.

Abrí mis ojos de golpe, ¿Oi bien? O sus caricias son droga para mí.

—¿E-enserio?

—Si, quiero que tus padres acepten nuestra relación.

—Yo también...

—Entonces vamos, quiero intentarlo —dijo tomando mi mano mientras me llevaba de regreso a casa.

Oh por Dios, estoy tan feliz.

Si mis padres aceptan a Adrián ya no nos tendríamos que esconder. Adrian renunció a la escuela por lo tanto ya no es mi profesor y podemos salir.

Ya no tendríamos que escondernos en su departamento.

Me detuve en seco cuando una idea se pasó por mi mente.

No te alejes de mi [COMPLETA] [MPF#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora