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JAKE

-¿Que haces?.- preguntó mi mejor amigo Leo a mi lado.

-Nada.- contesté.

Deje de mirar a la chica que estaba no muy lejos de donde me encontraba.

-¿Estabas mirando a la nueva?.- preguntó él riendo.

-No estaba mirando a nadie.-

-Está buena, bastante buena. Y esa actitud de chica mala uff.- dijo él mirándola.

Ella se encontraba hablando con un chico bastante alto, con tatuajes en sus brazos y una mirada seria. No parecía de aquí.

Al parecer hablaban de algo serio.

-¿Crees que sea su novio?.- preguntó mi amigo.

-No lo sé Leo, tampoco es como si me importara. ¿Viste lo que me hizo?. Esa chica no estará aquí por mucho tiempo. Yo me encargaré de eso.-

-Ni siquiera sabes su nombre.-

-¿Y eso que tiene que ver?.- pregunté frunciendo el ceño.

-Vamos Jake, nadie sabe quien es esa chica, puede ser una persona peligrosa... En todos los malditos sentidos.- dijo él mordiéndose el labio.

Rodé los ojos y antes de irme vi como la chica de ojos morados se subía en el auto con el chico y se marchaban.

Me despedí de mi amigo y fui hasta donde se encontraba mi chofer.

Al llegar a casa vi que no había nadie. Como siempre.

Mis padres nunca estaban en casa, se la pasaban trabajando.

Entre a mi habitación y me recosté en mi cama. No tenía nada que hacer y me encontraba aburrido.

Sin darme cuenta comencé a pensar en la chica de ojos morados.

Sin duda tenía una belleza increíble. Pero era una salvaje. Esa chica es demasiado repugnante. ¿Quien se creía que era para tirarme el agua encima?.

Mire la camisa de la escuela y vi que aun seguía húmeda.

Me paré de la cama y fui hasta el baño. Tomaría una ducha.

++

-¿Cuando será el primer partido de este año?.- Preguntó uno de los del equipo de baloncesto.

Me encontraba en la cafetería almorzando con los chicos del equipo y algunas chicas del equipo de natación.

-No lo sé, el entrenador no me ha dicho nada.- respondí.

-¿Esa no es la chica salvaje con la que discutiste ayer?.- me preguntó Lana, una chica del equipo de natación y con la cual me he acostado varías veces.

Gire mi cabeza al lugar al que ella miraba y vi a la chica de ojos morados  comprar una botella de agua y sentarse en una de las mesas más alejadas y solitarias del lugar.

Estaba sola, sin su amiga la pobre.

-¿Saben si usa lentes de contacto?. Sus ojos son demasiado extraños.- dijo un chico a mi lado.

-Nadie sabe su nombre.- dijo mi mejor amigo Leo.

-Ni donde vive, nadie sabe nada de esa chica, es muy extraño.- dijo otra chica.

Tenían razón, nadie sabía nada sobre ella y eso llamaba mi atención.

¿Que escondes pequeña salvaje?.

Decidí ir a donde se encontraba.

Caminé por el centro de la cafetería hasta sentarme en la silla que se encontraba en frente de ella.

Prometo Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora