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Ya era de noche, me estaba preparando para salir a hacer la entrega. Eduard me había enviado la ubicación hace unos minutos.

40 minutos a pie carajo. No iba a pedirle a mi abuelo que me llevara, era algo muy arriesgado y no quiero que le pase nada a mi familia.

Me puse  una camisa negra con una chaqueta de cuero, un pantalón azul oscuro y unas tenis negras por si tenía que correr.

Busque la mochila que estaba debajo de mi cama y la enganche en mi hombro, también busque el arma y me la coloqué entre el pantalón y mi espalda de modo que la chaqueta no la dejara visible.

Al salir de mi habitación y bajar las escaleras vi a mis abuelos parados en la puerta esperándome.

-Estaré en Endwest, haré la entrega y vuelvo rápido.- dije bajando el último escalón.

-¿Endwest?. Eso está un poco lejos y más a pie.- dijo mi abuela.

-Te llevaré yo.- dijo esta vez mi abuelo.

-Abuelo ya hablamos de esto. No quiero que les pase nada, prometo que estaré bien.-dije

-No me importa, ya es de noche y no dejare que camines sola hasta ese lugar.- dijo él, tomó  las llaves de su auto y salió de la casa.

Yo lo detuve parándome delante de él.

-Mira hagamos algo. Yo caminaré hasta allí y cuando termine te llamo y me buscas.- propuse.

-No Genevitte, ya te dije que te llevaré y te esperaré allí.- dijo él.

Solté un resoplido.

-Abuelo escúchame. Esas personas están pendientes a todo. Si ocurre algo los vendrán a buscar y me amenazaran con matarlos a ustedes, por favor hazme caso, conozco a esas personas y sé que si hago algo mal los buscarán a ustedes. Por favor te lo pido, te lo suplico, déjame ir sola.-dije desesperada.

Él quedó pensativo.

Mire a mi abuela que estaba a unos pasos de nosotros con los ojos aguados. Tenían miedo.

Escuché a mi abuelo soltar un suspiro.

-Está bien. Pero cuando llegues a ese lugar llámanos y cuando termines también. Así estaremos tranquilos.-

Yo asentí repetidas veces.

Los dos se acercaron a mi y depositaron un beso y mi frente.

Comencé a caminar cuesta abajo.

Las calles estaban llenas de personas caminando de un lado a otro.

Busque mis audífonos y los conecte a mi celular. La abuela me lo había comprado hace unos días atrás.

El celular prepago que me había dado mi madre lo uso para hablar con Eduard o cosas así.

Me había negado a aceptar el celular que me compro mi abuela, era muy costoso pero ella dijo que no era nada que sólo quería consentirme.

Bueno, mis abuelos son millonarios. Solo quieren consentirme. Soy su única nieta y la favorita y ellos son mis únicos abuelos favoritos.

Sonó la canción "Titanium" de David Guetta y comencé a tararearla. Amo esta canción.

Seguí mi camino sin ningún problema.

Después de unos cuantos minutos llegue al lugar. Estaba todo solitario.

Era una calle sin salida y alrededor solo había pasto además la iluminación era casi nula.

Le escribí un mensaje a mi abuelo diciéndole que ya había llegado. El me regaño un poco porque había dicho que lo llamara pero se quedó tranquilo al saber que estaba bien.

Prometo Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora