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GENEVITTE

Todo mal.

Todo pésimo.

No se que está pasando.

Todos a nuestro alrededor corrían de un lado a otro por los disparos que resonaban en todo el lugar.

Tenemos que salir de aquí pero estamos demasiado lejos de la salida.

Jake y yo estábamos detrás de la barra, habían muchos vidrios y botellas rotas a nuestro alrededor.

-Tenemos que salir de aquí.- dijo Jake desesperado.

-Lo se, lo se, tranquilo.- dije

Saque la pistola que traía y asome un poco la cabeza por encima de la barra.

-Mierda, tienes un arma.- dijo Jake sorprendido.

-¿Que te sorprende? ya lo sabias.- dije.

Vi que en la entrada habían unos hombres armados.

Carajo, tenemos que buscar otra salida.

-Tenemos que ir a los baños.- dije

-¿Por que? ¿en serio te dieron ganas de orinar ahora?.- preguntó él incrédulo.

Rodee los ojos.

-No idiota, hay tipos con armas en la salida, tenemos que salir por las ventanas del baño.- dije

El asintió comprendido y comenzamos a caminar agachados hasta el baño.

Al llegar entramos al baño de hombres.

Por suerte no había nadie.

Fuera de los baños aun se escuchaban los disparos y las personas gritando.

Parece una película de terror.

¿Quienes eran esos tipos? ¿a quien buscaban?.

-¿Como llegaremos ahí?.- pregunto Jake.

La única ventana abierta estaba muy alta.

-Impúlsame, veré que no haya nadie afuera luego te ayudaré a salir.- dije.

El asintió.

Se recostó de la pared y entrelazó sus manos delante de él, puse un pie en sus manos y me impulsó hacia arriba haciendo que mis manos se agarraran del borde de la ventana, uní todas mis fuerzas para subir mi cuerpo y atravesar la ventana. Caí de espalda al suelo.

-Aaah mierda.- me queje por el golpe.

La herida de bala que tenía en la espalda dolió, ya estaba cicatrizada pero aún dolía aveces. Aún quedaba un pequeño hematoma ahí.

Al levantarme del suelo vi que habían unas cajas de plástico en forma de escaleras debajo de la ventana. Todo pudo haber sido más fácil si hubiese caído ahí.

-¿Estás bien?.- pregunto Jake al otro lado.

-Si.- contesté tratando de recuperar el aire que perdí por el golpe.

Mire a mi alrededor haber si había alguien pero estaba desierto. Perfecto.

Subí a las cajas y me asomé por la ventana.

-Bien, si saltas podrías llegar al borde, te ayudaré a subir desde aquí después y...- la puerta se abrió interrumpiéndome.

Un hombre con una gran arma abrió la puerta del baño.

Carajo, mierda.

-¡ESTÁ AQUÍ, INTETA HUÍR POR LA VENTANA!.- gritó

Prometo Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora