𝗛𝗔𝗥𝗗 ♡ 𝗠𝗶𝗻𝘀𝘂𝗻𝗴

18

Han Jisung.

Llegamos a casa de Chan, el presentó sus hermanos y sus padres a Changbin.
Subimos su habitación y nos sentamos, Chan en la silla de su escritorio, a su lado puso otras sillas en las que nos sentamos Changbin y yo.

Estuvimos al rededor de casi cuatro horas mezclando y añadiendo cosas a las canciones, al final la terminamos y permitanme decir qeu es muy buena.
Decidimos ponerle de nombre “We go”

Después de un rato hablando nos despedimos, teniamos planeado reunirnos mañana otra vez.
Me monte en mi auto y conducí hacia mi casa, al llegar las luces estaban apagadas, mire la hora de mi celular 11:34p.m.
Claramente todos estaban dormidos. Entré a la cocina, abrí el refrigerador y tome un vaso con jugo de naranja. Subí a mi habitación y me di una ducha con agua caliente. Me acoste en mi comoda cama y al rato me quede dormido.

(...)

Desperte, tenía frio, estaba lloviendo.
A regañadientes tomé un baño y me vestí, baje las escaleras y mi estómago hizo un ruido bastante notorio al sentir el delicioso aroma del desayuno.

—Buenos días. —me senté en la mesa y comencé a comer.

Desayuné acompañado de mis padres, ellos me hacian preguntas de como me iba en la escuela, me parecio raro ya que nunca lo hacen.
Salí de mi casa mojándome antes de subirme a mi auto.
Iba a ponerme en marcha pero me llegó un mensaje.

You know, Lee know.

Hola Jisung.
Mm tengo un problema

Hola hyung.
¿Que sucede?

Esta lloviendo y
si me voy en mi
moto llegare todo
empapado ¿crees
que puedas pasar
por mi?

Claro, en unos minutos
estoy allí.

Bloquee mi celular y lo guarde en mi bolsillo.Comence a conducir hacia el edificio de Minho.
Luego de quince minutos ya me encontraba alli, hice sonar la bocina para que me notara y funcionó. Vino corriendo hacia el auto y abrió la puerta de copiloto para después ponerse el cinturon de seguridad.

—Gracias por pasar por mi. —me sonrió causando una estampida de elefantes en mi interior.

Esto no puede seguir así.

—No es nada. —le devolví la sonrisa.

Volví a poner el carro en marcha esta vez en dirección a la escuela. Encendí la radio, comenzó a sonar una canción y ambos comenzamos a cantarla.

—Por cierto —comenzó a hablar. —¿Que tal ayer?

¿Ayer, que paso ayer?

Paré en un semáforo y aproveche la espera para mirarlo con una ceja alzada, buscando que el me aclare de lo que habla.

—Ayer, en casa de Chan.

Oh, eso.

—Entre los tres hicimos una canción y tenemos otra por la mitad.

—Tienen que mostrarmela.

Asentí.
—Por supuesto.

La luz del semáforo cambio y me puse en marcha.
En diez minutos ya habíamos llegado, aún seguía lloviendo y... Oh.

Busqué por los asientos traseros hasta encontrar una sombrilla, no me acuerdo quien la dejó allí pero me sirve para este momento.