𝗛𝗔𝗥𝗗 ♡ 𝗠𝗶𝗻𝘀𝘂𝗻𝗴

20

Lee Minho.

Mi cabeza.

Cubrí mi cara con mi antebrazo ya que el sol me daba directamente en esta.
Estiré mi brazo libre, pero sentí algo a mi lado, me vi obligado a destaparme el rostro y mirar a mi lado.

Y ¿Quien es ella?

Estamos en mi habitación, eso lo sé, pero ella, no tengo ni idea de quien es ni de que hace aquí.

—Ehm, oye —comencé a mover su hombro. —desconocida. —no se despertaba así que presione mi dedo contra su mejilla. —Ya~ despierta.

Se quejó y comenzó a abrir los ojos, al verme los abrió aún más
—¿Quien eres?

—Eso quisiera saber yo.

Se sentó en la cama y comenzó a mirar a los lados.
—No me lo puedo creer. —se quedó mirando un punto fijo por unos momentos. —¿Y el otro?

—¿Que otro? —Cuestioné confundido.

—El otro chico.

¿Que?

Osea, no fuimos nosotros dos solamente...
Sino que...

—¿Habia otro chico? —ella asintió repetidas veces.

—Tenia el pelo castaño y era —se quedo pensando. —era tierno.

Que gran dato.

—¿Puedes decirme tu nombre?

—Hye.

—Yo soy-

—Eres Minho y el otro se llamaba ¿Jinsun?

—¿Jisung?

—Si, ese.

Ay, dios.

¿Que hice?

Si Jisung estaba aquí...

¿donde esta ahora?

Me puse de pie y me coloque algo de ropa. Salí de mi habitación y baje las escaleras hasta llegar a la sala.

Mire a los lados y lo vi intentando abrir la puerta.
—Es a la derecha. —le dije.

Se tensó por un momento y temeroso se giri con una sonrisa llena de nervios.
—Hola Minho. —susurró

—¿Que pasó anoche?

Vi como su rostro palideció y comenzó a jugar con sus dedos
—No lo sé.

—Ven, sentemonos. —me hizo caso y ambos nos sentamos en el sofá.

—Lo siento. —dijo en un susuro.

—¿Por qué? Estabas ebrio ¿no es así?
—asintio. —Entonces no es tu culpa. Pero recuerdame la próxima vez que salgamos juntos no tomar más de una botella. —ambos reimos.

Se escucharon pasos provenientes de las escaleras y ambos volteamos a ver, allí venia Hye, estaba nerviosa y al vernos ni se diga.

—Ehm, me voy.

Asentí y me puse de pie para abrirle la puerta, ni siquiera me dejo decirle adiós ya que salio corriendo.

—Yo tambien deberia irme ya. —asentí. —Me gustaría que esto se quedara entre nosotros.

—No hay problema.

Me dio una sonrisa y se marcho dejandome en mi departamento con la compañía de Dori.