El sabueso

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Otra vez encerrado, su pierna vendada.

Observaba pacientemente las manecillas del reloj moviéndose en círculos emitiendo ese clásico tic-tac que la mayoría odian. Era aberrante. Sin embargo allí estaba, sentado en el suelo, piernas estiradas a sus costados, al lado del tazón donde Kitty esta también, ambos hipnotizados viendo la pared con las pupilas dilatadas.

–¿Qué esta haciendo?

Pregunto para sí mismo Donnie al salir del laboratorio, entonces Leo se acercó a él, igual de confundido.

–No lo sé, pero la guarida es tranquila, mejor no lo molestemos.

–Nha, yo digo que esta esperando a que la nueva tienda de cómics abra o una serie de televisión.

Sonrió Raphael, tomando a ambos de los hombros, llevándolos a la sala, donde, atraídos por la faceta ensimismada del menor, se sentaron a observarle. No tenían nada mejor que hacer desde que se les prohibió la salida hace dos semanas, ¿qué porqué no salían? Resulta que, a pesar de estar Destructor muerto, junto a sus secuaces más peligrosos, a Splinter algo lo tenía con los nervios crispados y les ordeno estrictamente permanecer en las alcantarillas. Un asco.

–Nunca lo vi así por ningún cómic, seguro que es eso Raph?

Leo miro a su hermano de bandada roja, quien cruzo los brazos detrás de la cabeza e hizo un ruidito de aprobación.

–¿Qué otra cosa puede ser?

. . . . . . . . . .

Mientras tanto...

«¿Debería matar a Hun?¿O ir primero por Don Vicioso?»

Pensaba el pecoso, imágenes de ambas personas atravesaron su mente. Apreto los puños, se mordió el labio, ignorando olímpicamente las miradas curiosas de sus hermanos.

«Quizá pueda matarlos a ambos y hacerlo pasar por un accidente... "Hun estaba ebrio cuando choco su moto y quedo despellejado con el pavimento en la caída" y, "Don Vicioso tenía diabetes" así que nadie sospechará de la botella de whisky envenenada... ¿Puedo visitar a Bloodhound esta noche y cobrar plata por la cabeza de Garra de Tigre? Un cliente la quería para su colección de rarezas...»

Una suave sonrisa surco su rostro, hipnotizado por las manecillas de aquel aparato, aunque realmente no prestaba atención a eso. La imagen del descuartizado líder de los Dragones Púrpura, Hun, brillo en su mente, resistió las ganas de reírse. Un pequeño alfiler pincho su consciencia, algo se le escapaba.

«¡EL KABUTO!»

–¡Noooo!

Llevo las manos a su cabeza, se agito hacia atrás, lanzando alaridos y lamentos decepcionados, devastados, furiosos consigo mismo.

–¿Qué tiene?

–Seguro algo sobre figuras coleccionables.

–No lo creo, más parece que paso por alto una edición limitada de algún póster... ¿Voto 10 dólares por Mi little pony, tú Raph?

–No lo sé Leo, ehhh... ¿Hadas?¿Donnie?

–Blaze and the monster machine. Le encanta verlo en las mañanas.

–¿Es una apuesta?

–Es una apuesta.

Respondieron el genio y Raph a coro, sonrientes.

Mikey escucho el maullido asustado de su gatita helada, sin embargo siguió con el drama, haciéndose un ovillo en el suelo, temblando, lagrimeando por la derrota de no haber recuperado él kuro kabuto de Destructor a tiempo, seguramente alguien más lo consiguió, e incluso sí no fue asi, los diez mil dólares de recompensa se verán afectados cuando entregue el condenado casco pintado de hollín, apestando a gasolina.

Resultados Inesperados: El Ángel Caído[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora