El Guerrero Intocable

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A que nadie se esperaba que regresara tan pronto (◍•ᴗ•◍)❤

Un destello plateado en el cielo. Un corte limpio en su hombro tan profundo que lo hizo rugir de dolor. Una silueta serpenteando en las sombras, escondiéndose para saltar de un lugar inesperado, atacar con su mortal cuchilla y volver a esconderse. Dos enigmáticos orbes cerúleos refulgiendo empapados de odio, furia, hambre y excitación. Hambriento instinto de sangre.

–¿Porqué no atacas?

El murmullo fantasmal detrás de su nuca hizo saltar las defensas que no sabía que tenía y, en un mero reflejo lanzo un feroz zarpazo hacia atrás en el aire, sorprendiéndose al no hallar al mutante allí. Escucho un gruñido al frente suyo y no pudo evitar el jadeo qué escapo de sus belfos.

Miguel Ángel traía en manos algo brillante, largo y de color rojo. Su rostro ausente de expresión mostro la cola serpentina de Kavaxas cortada en tajo, logrando que el contrario, exaltado volteara la mirada, encontrando una nueva cola en proceso de regeneración.

–¿Cómo es posible? Ninguna arma creada por el hombre puede atravesar mi piel, ya sea espada, granada, misil, o bala, pero tú has podido rebanarme con la facilidad de un carnicero a su filete... ¡Ni siquiera los diamantes pueden romper una sola de mis escamas!¿Porqué?

El niño se decanto por mantenerse callado, un momento después había desaparecido.

–Vienes a mi dominio. Te proclamas dueño de mi gente. Atacas a mi hermanos. Cazas a mis humanos... Hieres mi orgullo al creer que me quedare de brazos cruzados viendo como te haces con todo lo que es mío.

Con cada palabra un rasguño adorno la piel revestida de escamas. Kavaxas se sentía humillado. Derrotado. Furioso. Impotente. Traicionado. De su garganta comenzó a brotar un delgado ronroneo que pronto se volvio rugido, que arrojo llamaradas de humo rojo y negro, esparciéndose a todas partes. Miguel Ángel alcanzo a esquivarlos, colocándose en el techo; miro a Abril apenas sosteniéndose en sus propias piernas. Casey cojeando moviéndose con ayuda del palo de hokey. Ambos humanos interceptaron su mirada y lo observaron, más bien a su dirección, puesto que la situación lo obligaba a esconderse en las penumbras.

–¿No es obvia la respuesta a tu pregunta?... ¡Yo soy el favorito de Hades!

–¡Callate!

Mikey movió la kusarigama, apunto y lanzo, la cuchilla voló por los aires, varios metros hasta el otro lado, haciendo que un ruido metálico del choque de una varilla con su cuchilla llamara la atención del enemigo, que detuvo un momento su eructo de fuego para batir sus dos alas en el cielo, inspeccionando aquel lugar. El pecoso aprovecho esto y bajo del techo donde estaba, dirigiéndose al par de jóvenes.

–¿Ahora qué? Realmente te va a querer matar–, se quejo en voz baja el vengador nocturno. Mikey solo hizo un gesto restándole importancia.

«Otro más a la lista»

Entonces, sus facciones se ocultaron tras la sombra de su máscara, manchada de tierra y sangre. Su sangre.

–Tienen 10 minutos para tomar a los chicos y llegar a la alcantarilla 203. Yo les conseguiré ese tiempo. No creo poder contenerlo demasiado saliendo ileso.

Bien sabía que podría darles más tiempo, pero sí que saldría con muchas quemaduras y quizá uno o dos huesos rotos, lo cual a pesar de no sentirlo, sus hermanos sí que indagarían a fondo sobre el origen de atroces heridas, cosa que se quería ahorrar la molestia de fingir dolor y postrarse en cama. Splinter era otra historia, pero ya lidiaría con ello después. Ahora mismo su prioridad era sacar a sus hermanos inconscientes del embrollo en el acababan de meterse.

Resultados Inesperados: El Ángel Caído[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora