¿Esto es amor?

¿Cómo?

(Narra apenada una voz femenina)

Está lloviendo en esta fría noche en la ciudad de Ámsterdam... Se oyen los truenos a los lejos... Aparte de eso, se escuchaba la ensordecedora sirena de una ambulancia que iba a una gran velocidad.

Dentro de ella, en la parte de atrás para ser exactos, un paramédico junto a su acompañante que es un labrador gris, estaban que atendían a una dálmata que tenía las patas traseras hechas añicos, varios cortes en su pelaje y rostro, además de tener numerosos moretones en todo el cuerpo, incluso se podía ver marcas de quemaduras en su vientre y para rematar, una cuchilla de afeitar enterrada en su ceja derecha dejando su deprimente rostro del color rojo intenso de la sangre.

Ella estaba aún consciente viendo con dificultad los focos del techo de la unidad, estaba muy mareada y sentía como sus pesadas pestañas iban a terminar cerrándose producto del fuerte dolor que sentía y parecía no parar.

Como ya muchos habrán descifrado... Esa dálmata de ahí soy yo... Mi nombre es Da vinci Dálmata, tengo 17 años perrunos y estaba siendo llevada a la veterinaria más cercano en este vehículo de emergencia.

Cuando llegamos a la veterinaria me bajaron de la camilla con sumo cuidado. Veía a mi alrededor todo borroso debido a las contusiones que tuve, reconocía las voces sorprendidas de algunos de los paramédicos tanto de los animales ayudantes como lo de los humanos. Ellos, por otra parte, me veían perplejos y anonadados por mi terrible estado...

"¡Despejen el pasillo!", "¡Llamen a todo el personal", "¡Traigan todo lo necesario!", "¡Rápido! ¡Rápido!" era lo que más se escuchaba en todo el lugar y realmente me disculpo por haber arruinado la calma que había antes de mi llegada...

Toda la veterinaria se volvió un caos en tal solo un momento. Doctores, enfermeras, perros ayudantes y más personal, corriendo por el pasillo para socorrerme.

DJ (entre lágrimas): ¡¡¡NO... DA VINCI!!! ¡¡¡¿POR QUÉ?!!! ¡¡¡DÉJENME PASAR, ES MI NOVIA!!!

Oí una voz familiar, era la de DJ que estaba intentando seguir a la camilla en donde iba, pero unos perros guardias del lugar lo interceptaron y le bloquearon el paso, dejándolo en la sala de espera.

Entré a sala de emergencias, allí me conectaron unos tubos y me colocaron un respirador en mis fosas nasales, además de conectarme con una máquina en la que podía oír mis signos vitales... Tenía la presión baja y cada vez iba descendiendo más y más...

Pude colocar con dificultad y dolor una de mis patas en mi vientre y sentí una pequeña patadita... Esa pequeña patada que sentí dentro de mí, era lo que me impulsaba a seguir viva en ese momento, tenía que luchar por mi vida si no quería que mis hijos perecieran conmigo.

Así es, estaba preñada y tenía varias semanas de embarazo. Con cada patadita que mis pequeños me daban, saqué un mensaje: ellos querían hacerme saber que anhelaban vivir y que no quería que me rindiera... No podía simplemente apagarme y dejarlos a su suerte...

Escuché a los doctores que decían que tenían que hacerme una operación de emergencia estando yo consciente. Ya que no sobreviviría a la anestesia en mi debilitado estado.

Enfermero (preocupado): Doctor, ella ha perdido mucha sangre y sus posibilidades de que salga de esto son casi nulas... Lo mejor en estos casos es usar la inyección para que ya no sufra más... Lo siento.

Me aterré mucho cuando dijo eso, fue entonces que giré mi mirada hacia ambos humanos y exclamé con mi voz casi apagada.

Da vinci (entre lágrimas): Por favor... No quiero morir...

Entonces, fue cuando el doctor se me acercó y me sobó la cabeza... Fue como si hubiera entendido lo que le dije...

Doctor (serio): No la dejaré morir, no por todo lo que pasó.

En eso, el doctor se puso manos a la obra y comenzó a retirarme la cuchilla de afeitar que tenía en mi ceja con la ayuda de un fórceps, yo solo daba ahogados alaridos de dolor. La sensación de esa cosa saliendo de mi interior es algo que jamás podré describir, pero es algo que deseo que ninguno de ustedes lo experimente.

Enfermera (soba mi cabeza): Tranquila, tranquila, ya casi acabamos.

Lograron sacar la cuchilla de afeitar y la sangre que no había salido por el cuerpo extraño salió en grandes cantidades de mi ceja. Rápidamente los enfermeros colocaron varias gasas para parar la hemorragia.

El doctor me tomó de la pata y echó alcohol para desinfectar las heridas que tenía produciéndome un ardor tremendo. Ellos debían de actuar rápido si querían que me hiciera el menor daño posible. Pero, lastimosamente, por mi estado, cualquier cosa me producía dolor, incluso la misma acción de respirar.

Sentía como mis pulmones no se inflaban lo suficiente y no recibían suficiente aire. Y fue en ese momento cuando comenzaba a perder la consciencia, sentía cómo la luz de la habitación se volvía más opaca, sentía las voces alteradas de los paramédicos y del doctor que estaba de mando en el grupo. Y... también pude escuchar cómo la máquina de la que estaba conectada daba el típico pitido en donde marcaba que mi corazón que alguna vez estuvo tan vivo, dejaba de latir... Y fue cuando vi todo negro...

Paramédico (preocupado): ¡Doctor, la perdemos!

Doctor (preocupado): ¡Comienzen el método de RCP! ¡Ya!

Enfermera (preocupada): ¡No funciona!

Doctor (preocupado): ¡Sigue intentando! (Toma mi pata) ¡Por favor, resiste!

Pocos saben esto, pero el sentido auditivo es el último de todos en apagarse, oía las voces preocupantes de todos los presentes y estaba realmente asustada por mi futuro. No quería perecer y más que todo, no quería que mis hijos que estaban dentro de mí murieran...

Y fue entonces que en el quirófano todos los enfermeros y doctores luchaban para salvarme la vida, mientras que el pitido de la máquina seguía dando un escalofríos a todos los presentes.

¿Cómo es que llegué a este extremo?...

¿Qué es lo que hice para merecer esto?...

¿Qué es lo que será de mí...

...De mis pequeños?

¿Acaso esta será mi hora?...

¿Cómo fue que inició... esta horrible pesadilla?...

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Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado.

Y ya saben, comenten, voten y recomiéndenme que así me apoyan mucho.

Sin nada más que decir...

BYE BYE