El contrato

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Después de bañarse nuevamente y cambiarse se sentaron juntos a redactar aquel contrato.
— Lo principal... Celos. Están prohibidos los actos por celos, si es el caso debemos de hablarlo juntos – comenzó Kuroo.
— ¿Me ves cara de celoso, Tetsu-chan? – se burló Oikawa mientras aún así comenzaba a anotar.
Kuroo simplemente soltó una risa burlona.
— Profesionalismo. Si jugamos juntos nada personal puede intervenir y debemos de actuar como anteriormente hacíamos – sugirió Oikawa.
Tetsuro asintió con la cabeza.
— Cada fin de semana nos veremos. Hay que alternarlo, un fin de semana vienes y otro yo voy a Miyagi – dijo Kuroo — Así que no se pueden realizar otros planes para el fin de semana porque es nuestro momento juntos – aclaró mientras Oikawa iba escribiendo.
— Todo lo que pase dentro del cuarto se queda en el cuarto. – dijo Tooru seriamente.
— Oy... ¿No me vas a dejar presumir lo sensual que es escucharte gritar? – se quejó Kuroo
— Cállate... – fue lo único que pudo decir Oikawa sonrojandose.
— Pregunta... ¿Se puede hacer nuestras de afecto público? – preguntó Kuroo con curiosidad.
— Hmmm... Creo que eso sería un poco problemático ¿no? – contestó el castaño también pensándolo — ¿Y si es solo si no hay nadie que conozcamos? Creo que sería raro para nuestros amigos o compañero –
— Está bien, anotalo – concordó Kuroo
— No se puede decir "Te amo" – dijo Oikawa.
— ¿Y "te quiero"? –
— Supongo que sí... Los amigos se quieren, el punto es no ir más allá –
Hubo un momento de silencio.
— Si hay una emergencia... O simplemente se requiere de más mimos por un mal día o cualquier otra cosa; se debe ir a ver al otro sin importar donde estemos o qué estemos haciendo – propuso Kuroo.
Oikawa lo pensó por un momento, pero decidió anotarlo.
— Podemos hacer llamadas pero fuera del horario de entrenamiento, ¿sí? – dijo Tooru sonriendo.
Kuroo asintió.
— Tooru... Soy pésimo mintiendo a Kenma... – dijo repentinamente.
— Y yo a Iwa-chan... Así que serán los únicos que sepan ¿ok? – concordó Oikawa.
— El contrato sigue en pie hasta que alguno salga con alguien más formalmente hablando, ¿de acuerdo? – dijo Kuroo.
Oikawa asintió con la cabeza
Ambos se quedaron pensando un rato sin saber que más poner.
— Creo que eso es todo por ahora... – dijo Kuroo.
— Está bien, pero estará abierto a poner más cosas. Por lo mientras... Debes firmar aquí – pidió Oikawa.
Kuroo firmó sin más y estaba listo, su destino a la relación más complicada que había tenido estaba hecho.

— Ahora ven aquí, Tooru

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— Ahora ven aquí, Tooru... – le pidió, Oikawa se paró para estar más cerca de él y Kuroo lo sentó sobre sus piernas. — ¿Qué hacemos hoy? Sigue siendo temprano –
— ¿Netflix & Chill? Estoy exhausto como para moverme... – se quejó Oikawa  dejándose caer sobre el pecho de Kuroo.
— Que dramático... Hace rato no te quejabas precisamente de estar cansado... – dijo Kuroo sensualmente.
— Cállate... Mejor hazme palomitas de queso, dame gomitas, papas, tal vez jugo... Y veamos películas o una serie... – pidió Tooru
— ¿Algo más señor? – preguntó en tono burlón.
— Creo que por el momento no – dijo a modo de respuesta.
Oikawa se rió al ver qué poco tiempo después aquel chico le había cumplido todos sus caprichos, se acostaron en el gran sofá del departamento de Kuroo y comenzaron a ver una serie juntos.
Después de cinco capítulos Oikawa se había quedado dormido en el regazo de Kuroo, así que este último decidió parar la serie.
¿Qué era lo que acababa de pasar aquel fin de semana?
Comenzó de ser los días más tristes a ser una locura, Kuroo suspiró.
Nada de esto podía salir bien y lo sabía pero también tenía aquella curiosidad morbosa de lo que podría pasar.
¿Quién diría que alguien tan intenso como Oikawa se vería tan calmado durmiendo?
Demonios. Debía aprender a controlar sus sentimientos, no iba a ser el primero en enamorarse. Para nada.

¿Más que amigos? (KuroOi) ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora