Campamento

1.2K 184 3
                                    

Kuroo estaba platicando con Bokuto y Akaashi en la cancha de la preparatoria de Kamomedai, pronto comenzaría aquel entrenamiento solo estaban esperando a aquellos que faltaban.
— Comenzaré a pasar lista, formense por favor – pidió el entrenador.
Iba a comenzando a decir el primer nombre cuando se escuchó como abrieron la puerta del gimnasio haciendo un gran ruido, todos voltearon a ver qué pasaba.
— Lo siento, lo siento... Se me hizo tarde – dijo Oikawa en su típica forma engreída de hablar.
— Por favor formate – ordenó el entrenador.
Oikawa se dirigió a la fila al lado de Akaashi sin decir nada más.
Kuroo sintió que su corazón daba un vuelco ¿Qué hacía él ahí?
El campamento comenzó con varios ejercicios antes de pasar a algún juego, Tooru estaba muy emocionado y feliz como no lo había estado en semanas. El simple hecho de estar cerca de Kuroo le hacía bien, así que entrenó como no lo había hecho.
Por otro lado Kuroo no sabía cómo sentirse, estaba un poco enojado pero había querido ver a Oikawa desde hacía tiempo.
De hecho varias veces había ido a Miyagi con la esperanza de tener fuerza para hablar con Oikawa, sin embargo decidió no hablar con él para darle el espacio que había dicho que le daría.
Estuvo a punto de romper esa distancia solo una vez, lo había visto llorando una vez... Pero se preguntó ¿Sería por él o por Iwaizumi? Y aquella pregunta lo detuvo.
Oikawa era pésimo ocultando sus sentimientos así que esta vez pudo ver que estaba disfrutando ese día, pero se volvía a preguntar ¿Era por él? No, seguramente no.
El día había seguido con un enfrentamiento dos a dos, el cual para su suerte le había tocado contra el castaño.
Las parejas habían sido Oikawa y Bokuto contra Kuroo y Akaashi, lo cual había sido interesante.
Tooru había podido colocar muy fácilmente para la estrella de Fukurodani e incluso su compañero se había sorprendido cuando el peliplata había realizado un ataque bastante fuerte que nunca había visto.
En cambio a Kuroo y Akaashi les costó un poco más trabajo en adaptarse el uno al otro, si bien habían jugado juntos antes tenía bastante tiempo que no lo hacían.
Aún así ambos marcadores habían quedado muy cerca dando la victoria a Bokuto y Oikawa.
Akaashi se acercó a Tooru mientras tomaban agua.
— Oikawa-san... ¿Cómo hiciste que Bokuto pudiera hacer esa jugada? Nunca había visto eso en el tiempo que he estado con él – dijo Akaashi.
— Te diré lo que le digo a Tobio-chan: debes aprender a sacar el 100% de todos tus jugadores y darles los pases que quieran. Si sabes lo que son capaces de hacer y su potencial podrás explotar sus capacidades como un buen colocador – contestó Oikawa sonriendo.
— ¡OY! PERO SI AGAASHEE ES EL MEJOR – se quejó Bokuto cruzando los brazos y haciendo pucheros.
— Gracias, Bokuto-san – dijo Akaashi sonrojado.
— No digo que no, lo que estoy diciendo es que puede mejorar – aclaró Oikawa.
Los ojos del búho brillaron aún más amarillos que antes.
— WOOOW... UN MEJOR AGAASHEE... ¡TE AYUDARÉ! – declaró emocionado y pasando un brazo al rededor de aquel chico que se había sonrojado aún más.
Oikawa rió, no eran nada sutiles esos dos pero eran una linda pareja.
Instintivamente volteó a ver a Kuroo, quien también lo estaba viendo, sin embargo al cruzar miradas el gato se había volteado inmediatamente.
Después del entrenamiento todos se dirigieron a la cafetería para comer algo.
— ¡OY! ¡OIKAWA! SIÉNTATE CON NOSOTROS – gritó Bokuto al ver qué el castaño se iba a sentar solo.
Sin embargo, la cara de Kuroo le había dicho que no era muy bienvenido.
— Gracias, Bokuto. Pero no me gustaría ser una molestia – dijo amablemente.
El peliplata no comprendió porqué había dicho eso hasta que Akaashi le señaló discretamente a Kuroo, quien seguía muy serio.
La hora de dormir había sido una ironía para ambos, ya que, a pesar de ser un salón bastante grande, por azares del destino habían quedado uno al lado del otro.
Oikawa se quedó recostado viéndolo, pero Kuroo se había dado la vuelta para el lado contrario pero la insistencia del castaño fue tanta que no podía dormir con su mirada en él.
Finalmente Oikawa había caído rendido cediendo al sueño.
Fue entonces que Kuroo se volteó a verlo.
Jamás se acostumbraría a ver aquella paz que emanaba siempre que estaba dormido.
Un mechón de cabello cayó sobre la cara de Tooru y Kuroo no pudo evitar estirarse y acomodarlo.
Acarició un poco su mejilla antes de volver a su lugar.
¿Lo extrañaba? Definitivamente.
¿Lo perdonaría? Tal vez...
Pero una cosa era cierta, no se la pondría fácil. Si lo quería de vuelta Tooru debía esforzarse un poco más.

¿Más que amigos? (KuroOi) ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora