Algo especial

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Después de aquella vez notaba a Tooru algo triste, por lo que decidió llevarlo a un lugar especial cuando fuera a Tokyo.
Había gastado ¥29,600 por dos pases de dos días en Disneyland Tokyo, sabía que ambos lo iban a disfrutar demasiado.
Cuando el castaño llegó a las 8 am lo hizo desayunar rápidamente algo que ya tenía listo e inmediatamente después le dijo que debían irse sin decirle a donde irían.
Llegaron justo a la hora de la apertura, la expresión de Tooru al llegar fue lo mejor para Kuroo. Ni siquiera todo lo que había gastado valía tanto como aquella expresión.
Y entonces Oikawa Tooru se convirtió en un niño chiquito que arrastró a Kuroo hasta la entrada dando pequeños brincos de emoción.
Una vez adentro, Kuroo tampoco se pudo contener más y con cada personaje que se encontraban le pedía a Oikawa que se tomarán una foto.
Cuando se encontraron con el título "Space Mountain" fuera de una montaña rusa, Tooru no dudó en jalar a Kuroo porque quería ir a esa atracción.
Después el gato escogió ir a Big Thunder Mountain, donde ambos gritaron más que en la montaña rusa anterior.
A pesar de que no le gustaban las cosas de terror Kuroo aceptó ir a la mansión embrujada.
Hicieron una pausa para comer algo en los restaurantes que había, incluso Oikawa se había pedido un par de cosas en forma de los personajes de Disney.
Finalmente eligieron ir al Splash Mountain, donde terminaron empapados y riéndose de lo divertido que había sido el recorrido.
Esperaron a secarse comiendo golosinas y panes, para posteriormente ir a las tiendas.
Kuroo le probó varios accesorios al castaño y decidió comprarle las típicas orejitas de Minnie Mouse porque se veía muy lindo.
Ya era bastante noche, no tardarían en cerrar así que más a regañadientes que queriendo se fueron.
No le sorprendió para nada a Kuroo que en cuanto Tooru puso la cabeza sobre la almohada se quedara totalmente dormido con una sonrisa.
Así era como quería verlo siempre y haría lo que fuera para hacerlo posible.
Al día siguiente su parada fue en Disneysea, para disfrutar de diferentes atracciones.
Ahora totalmente preparado para la ocasión Tooru se vistió con una playera que traía del pato Donald y sus orejas que le habían comprado.
Desde que llegaron no pararon con la esperanza de subirse a más atracciones: Aquatopia, Viaje al centro de la tierra, 20,000 leguas de viaje submarino y la Torre del Terror fueron algunas de ellas y ahora se encontraban en la montaña rusa de Flounder.
Estaban haciendo fila,. Tooru abrazaba a Kuroo mientras ésta avanzaba.
— Gracias por este fin de semana, amor – le dijo poniendo su cabeza sobre el pecho del gato.
— No hay de qué, me encanta verte feliz y lo sabes, bebé – contestó mientras le acariciaba el cabello.
Mientras estaban así, debido a que Kuroo le daba la espalda al inicio de la fila y Tooru le avisaba cuando podían avanzar logró ver a las personas que se encontraban atrás de ellos. Fue entonces que vió a aquel señor.
El señor se encontraba cargando a un niño, entreteniendolo para que siguiera esperando en la línea.
"Ya ha de tener 8 años..." pensó Kuroo
"¿Alguna vez me trató así a mí?" se preguntó porque si era así no recordaba aquellos momentos...
— TETSURO, ya avanzó la fila – anunció Tooru con tono más fuerte debido a que ya le había hablado antes sacándolo de sus pensamientos.
Al escuchar su nombre aquella persona volteó a verlo fijamente y Kuroo se volteó.
— Disculpa Tooru, me perdí en mis pensamientos – le dijo apenado mientras avanzaban.
— ¿Estás bien? – le preguntó preocupado.
— Si, no te preocupes. Ya es nuestro turno – dijo Kuroo quitándole importancia.
Una vez arriba Kuroo olvidó todo lo que había pasado antes y se volvió a divertir al lado de su novio.
Al rededor de las 6 decidieron que ya no aguantaban seguir, no habían comido más que golosinas ese día para subirse a más juegos así que fueron a uno de los restaurantes antes de ir nuevamente a las tiendas y volver a casa.
Tooru se sentó en la cama una vez listo para dormir.
— ¿Quién era esa persona, Tetsu-chan? – preguntó en busca de respuestas a lo pasado hacía unas horas.
Kuroo suspiró, sabía que era su turno de contarle su historia.
— Mi padre y mi hermano... – contestó con tono triste.
Oikawa estaba algo sorprendido pero no dijo nada para que el gato le contara su historia.
— Cuando era niño mi mamá murió, mi padre fue quien me crió. Fui un niño muy feliz o eso me cuentan porque yo no me acuerdo... Se volvió a casar y tuvieron a mi hermano. Cuando yo tenía 15 me encontró teniendo sexo con otro chico, se suponía que no iba a llegar hasta después y mi hermano estaba de compras con su mamá... Pero resultó que mi padre se había apurado para pasar tiempo conmigo. Así que cuando nos encontró, a él lo sacó de la casa del cabello desnudo y luego le lanzó su ropa. A mí me dio varios golpes que me dejaron el ojo morado y varios moretones por el cuerpo y me corrió de la casa, por eso vivo en este departamento. – contó Kuroo intentando no mostrar cuanto le dolía. — Me dijo que iba a criar mejor a mi hermano para que no cometiera los mismos errores que yo – dijo al final con un par de lágrimas en los ojos.
Tooru lo abrazó fuertemente.
— ¿No has visto a tu hermano desde entonces? – preguntó el castaño.
Kuroo rió un poco.
— No, le dijo que yo ya no quería saber nada de ellos. Que los abandoné, así que seguramente me odia. Me alegro que no me haya visto hoy – contestó.
— Lo siento... – dijo Tooru — He hecho todo sobre mí sin saber también tu historia... –
Kuroo solo lo abrazó más.
— No es así, me gusta estar contigo y me hace más fuerte. Si no hubiera estado contigo hoy no sé que hubiera hecho. –
Se recostaron juntos diciéndose lo mucho que se querían, Tooru  le volvió a agradecer por el fin de semana y finalmente se quedaron dormidos.

¿Más que amigos? (KuroOi) ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora