Había pasado dos años desde que se habían casado y que Oikawa había dejado el voleibol.
No había sido por gusto, su lesión en la rodilla había empeorado bastante y con la amenazada de que no pudiera seguir caminando si seguía haciendo tanto esfuerzo decidió dejarlo.
No estaba triste al respecto, a veces jugaba pero no como antes y ahora podía vivir con Kuroo sin problema alguno.
Se dedicaba a todas las tareas de la casa, iba al supermercado a comprar, paseaba por el parque, había la comida, mantenía todo ordenado.
Y tal vez era porque iba a todos esos lados llenos de parejas y bebés que comenzó a pensar en tener uno con Kuroo.
— ¡¿Quieres un qué?! – había preguntado el pelinegro un poco asustado.
— Un bebé... – volvió a decir sonriendo.
— Tooru... Es mucho... No sé si sería bueno... – dijo preocupado.
— Por favor, piénsalo Tetsu... – le pidió Oikawa haciéndole ojitos para convencerlo.
Kuroo asintió.
Y fue así que un par de meses después se encontraban en una agencia de adopción.
— Así que, ¿qué están buscando? – preguntó la encargada bastante amable.
— Quisiéramos adoptar un niño – dijo Oikawa con seguridad.
— Perfecto ¿Alguna edad en específico? – contestó la chica.
— Tres meses máximo – contestó Kuroo sonriendo.
— De acuerdo... ¿Cuántos años llevan juntos? – les preguntó llenando el formulario.
— 8 años, pero solo dos de casados – explicó Oikawa.
— Perfecto, ¿nombres y edades? –
— Tooru y Tetsuro Kuroo, 26 años – contestó el pelinegro.
Tooru se sonrojó, era raro escuchar eso. Oficialmente su apellido era Kuroo pero entre ellos seguían utilizando su apellido anterior, sus que no estaba acostumbrado.
— Bueno, ya los he puesto en el sistema. Comenzaré a contactar a personas que podrían estar interesadas, ¿de acuerdo? Normalmente puede tardar un tiempo indefinido, puede ser días o meses así que les pido paciencia – concluyó la encargada.
Y estaba hecho, habían prácticamente pedido un bebé.
Y efectivamente pasaron varios meses hasta que en un frío invierno les hablaron, había una chica a punto de dar a luz que ni siquiera quería ver a su bebé y les pedían que sí querían a aquel bebé fueran de inmediato.
Agradecieron haber comprado varias cosas para ese momento y salieron corriendo en busca de aquel bebé.
Tetsuro fue quien terminó de arreglar los papeles, mientras que a Tooru le entregaron a su niño.
Desde el instante en el que lo sostuvo supo que era suyo, que pertenecía con ellos.
— ¿Cuál es su nombre? – preguntó la enfermera para registrar al bebé, ambos se habían volteado a ver y Tetsu fue quien asintió con la cabeza para que Tooru escogiera el nombre.
— Yukio... Kuroo Yukio – contestó el castaño sonriendo.
Y así fue, sin embargo aquello no pasó desapercibido por Tetsuro pero fue hasta llegar a casa que soltó su opinión.
— ¡Parece nombre de anime! – dijo un poco ofendido.
Pero Tooru dijo nada, simplemente había hecho que cargara a aquel niño.
Tetsuro se había paralizado al tener al bebé en manos.
— Es demasiado chiquito... –comentó mientras lo contemplaba — Está bien... ¡Pero será protagonista de un anime de voleibol! – declaró al final el pelinegro.
Desde ese momento aquel niño se había convertido en la adoración de ambos, el más consentido y mimado del mundo.
Lo que él quisiera se lo daban, lo cual había sido bueno y malo en su momento.
Pero no había duda alguna de que los tres juntos eran totalmente felices.
ESTÁS LEYENDO
¿Más que amigos? (KuroOi) ~ Finalizada
FanfictionOikawa está deprimido porque Iwaizumi tendrá una cita con una chica, ¿qué pasa cuando por querer distraerse termina en Tokyo en compañía de Kuroo? Unos tragos para desahogar las penas, un contrato de amigos con derechos, ¿será que son más que amigo...