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De nuevo se estaba sintiendo nervioso, pero esta vez suponía que tenía una buena justificación.

Le daba vueltas a la taza en sus manos mientras de reojo miraba al pálido delante suyo que estaba tomando con calma su café y en la otra esquina, Mike y TopTap miraban con nervios la escena de esos ex mejores amigos.

Carraspeo llamando la atención del mayor — Zee, ¿puedes soltarlo ya? Te juro que estoy a nada de salir corriendo de aquí.– confesó.

Zee le miró con algo de dolor en sus ojos — Lo sé, Win, pero quiero saber como ha ido tu vida después de cinco años.– dejó la taza en la mesa.

Win hizo una mueca— Nada... Nada interesante, ya sabes... trabajo, terminé la universidad, me mudé solo, dejé el alcohol y el mayor cambió es mi cabello, ¿como has estado tu? ¿y Saint? ¿como están?.– por fin se acercó la taza a la boca.

Al mencionar a Saint vió como de golpe el mayor se descompuso pero enseguida le dió una sonrisa suave — Estoy bien, tengo una buena vida... Saint, bueno, terminamos hace dos años.–

Win casi escupe el té caliente — ¡¿qué?! ¡oh dios, lo siento!.– se disculpó rápidamente poniendo sus manos juntas.

Zee soltó una risilla — Esta bien, yo estoy bien con saber que él es feliz, ya sabes.–

Le miró con confusión y con voz suave dijo — ¿Finalmente volvió con él?.–

Zee asintió — Ambos sabíamos que él realmente nunca había olvidado a Perth... no era algo que estuviera en mis manos,¿sabes? Pero intenté todo para ganarme su corazón y de verdad pensé que lo había logrado pero, al final, él dijo "no" cuando me arrodillé y el resto es historia.– la voz parecía temblarle a ratos— Lo último que supe de él es que se casaron hace un año.–

No supo decir nada, no tenía nada que decir sinceramente.

La historia de Saint y Zee fue tan repentina como hermosa y efímera; Saint estaba soltero y con el corazón roto cuando conoció al pálido y rápidamente se enamoraron el uno del otro pero el ex de Saint, Perth, volvió a la ciudad y aunque parecía a ojos de todos que Saint no quería nada con él, al parecer, no fue así, dejando a Zee cuando le propuso matrimonio pero aceptando el anillo de Perth con solo meses de volver.

Aveces la vida es así, conoces a alguien, te enamoras pero no están destinadas a estar, así de simple y sencillo.

Él enserio lo entendía bien.

— Lo siento, Zee, eran una pareja muy linda.– añadió.

Zee asintió y volteó su mirada a la gran ventana del lugar.

El pálido se quedó unos minutos viendo las personas pasar, no es que le interesaran pero necesitaba unos momentos antes de continuar pues aunque no lo mostrara tan abiertamente, él seguía tan enamorado de Saint como el primer día en que le vio,tan enamorado como para verle por accidente en un parque con su esposo junto a su pequeño hijo,tan enamorado como para sonreírle con dulzura cuando el chico le pidió disculpas por hacerle daño entre lágrimas y tan enamorado como para perdonarle y dejarle ir definitivamente.

Hasta el cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora