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Win despertó de golpe en la mañana, se sentía un poco mareado.

Era extraño, había soñado con Luke, ese día cuando fue la boda de Jimmy y Tommy.

Sacudió su cabeza de un lado a otro y como un dejavú, sintió presión en su cadera.

Era Bright.

Se había quedado la noche anterior por la fuerte lluvia que había y además después de un momento como aquel y darse cuenta de que de verdad quería al pálido en su vida, no quería dejarle ir.

Pero claro, solo habían dormido abrazados y nada más.

Quiso moverse sin despertar al menor pero éste abrió los ojos en cuanto sintió la falta del mismo— Win, ¿a donde vas?.–

La voz somnolienta de Bright le hizo querer reír pero las ganas de ir al baño le ganaron— Voy al baño, no tardo y después bajamos a comer,¿vale?.–

Bright parecía un poco desorientado pero al final asintió y se acomodó en la cama con pereza.

Y cuando Win finalmente se metió al baño, no pudo evitar sonreír de manera estúpida y tapar su cara sonrojada con sus manos.

Diosas, estaba tan emocionado y con tantas ganas de gritarle al mundo que Win Metawin era su...

Esperen.

Win no es su novio, anoche solo se dieron un beso y después de eso se durmieron.

¿Y si el mayor solo lo tomó como un juego? No, eso no podía ser porque Win le había dicho que lo quería en su vida pero, tampoco le había dicho que eran pareja.

Diablos, ahora estaba tan confundido.

















Cuando ambos estuvieron lo suficientemente despejados, bajaron a comer a algún lugar de la calle pues no es como si Win tuviera muchas ganas de cocinar.

Entre platicas sobre algunos temas triviales llegaron a la cafetería de Mike y TopTap.

Amablemente una chica que de alguna manera, Win recordaba, les atendió.

— ¿Que van a pedir?.– preguntó sacando una libretita para apuntar.

Bright aún miraba el menú pero aún así habló— Yo quiero unos pancakes y un café americano, ¿Win?.–

El moreno miraba con un poquito de detenimiento a la menor— Lo mismo.–

Ella asintió y removió su cabello rojo de la frente— Serían quince dólares.– dijo.

Pero en ese momento Mike apareció detrás de ella— Va por cuenta de la casa, Nong'Rion, son amigos.–

La chica casi suelta un grito pero no lo hizo solo por ser su jefe— ¡Maldición, Mike! ¡Casi me sacas el corazón!.– chilló.

Ambos comensales se sorprendieron por la confianza con la que la chica le hablaba al pálido que solo reía y le daba palmaditas en la espalda.

Finalmente ella se retiró para ir a hacer el pedido y dejarles hablar.

— ¿La conoces?.– inquirió Win.

Mike asintió— Es prima de TopTap, no es de aquí, hace unos años vino de visita junto a sus amigas pero recientemente decidió establecerse acá y temporalmente vive con nosotros, trabaja y de paso tenemos niñera para los gemelos y el futuro bebé.– dijo con simpleza.

— ¡No soy tu jodida niñera, Mike!– se escuchó desde lejos la voz de Rion reclamando.

Los tres rieron pero se concentraron en lo que Mike venía a preguntar.

— Entonces, ¿que pasa con ustedes?.–

Win parpadeó confundido— ¿Que pasa de qué?.–

Mike se tocó la barbilla entrecerrando los ojos— Ya saben... ¿están juntos? últimamente estan todo el tiempo juntos.–

Bright se sonrojó hasta las orejas pues aunque no lo externara, ese problema le estaba jodiendo la cabeza desde hace un rato.

En cambio el moreno naturalmente, sabía que no eran pareja pero en cambio no eran amigos tampoco, se podría decir que ¿estaban en pre relación?

— Nos estamos conociendo y dándonos la oportunidad pero no somos pareja aún, ¿Cierto, Bright?.– buscó la mirada contraria.

— Claro, Claro.– dijo dándole una sonrisa que obviamente el moreno correspondió.

Mike iba a comentar algo más pero su esposo llegó dándole un jalón de orejas que casi lo hace gritar— ¡Deja de ser un metiche y ayúdame a atender!.–

TopTap estaba furioso, tenía ya nueve meses, una panza gigante, un bebé pateandole las costillas, una prima igual de loca que sus hijos y esposo y sumándole que tenía que atender un restaurant casi solo porque no marido no ayudaba yendo de mesa en mesa, definitivamente quería golpear a todo el mundo.

— Oi Oi Oi~! ¡Duele! ¡Lo siento, cariño! ¡Ya voy!.– dijo parándose al instante y casi rogando que lo soltasen.

Y pensaran, ¿este escándalo no molesta a los clientes? Pues no, de hecho era bien sabido que la familia Chaniratt-Jirakit eran una bola de locos que no pasaba un día sin una aventura en esa lugar y por eso les encantaba ir.




















Bright después de lo que dijo Win pudo estar más tranquilito consigo mismo y con su mente pues sabía que el mayor le consideraba ahora algo más especial y que enserio estaban intentándolo.

No es como si fuera tan tarde pero aunque ya el invierno se estuviera yendo, los días seguían siendo obscuros y fríos, tanto así que parecía que en cualquier segundo llovería de nuevo pero no, nunca lo hizo.

Iban caminando en un pequeño parque de por la zona, mirando con detenimiento los árboles que comenzaban a tomar vida de nuevo o simplemente mirando a la nada en silencio, un agradable silencio.

De pronto, Win sintió la necesidad de mirar a Bright quedando prendado de la belleza que el menor se cargaba.

Cabello negro cayéndole suavemente en su frente, ojos grandes marrones y expresivos que aunque no admitiera, tenían esa manía de cerrarse uno más que el otro, piel tan blanca como la más fina porcelana, perfil de los dioses y esos suaves -y sí que lo había comprobado- labios regordetes rosados, que sobresalían de su rostro.

Definitivamente Bright Vachiraveet era una pieza de arte, pues solo hablamos de su cara pero su cuerpo era hermoso también.

No, no lo había visto desnudo pero solo mirarlo ahora podía dejarlo sin aliento, porque sin ser morbosos tiene un cuerpo genial, brazos grandes y fuertes, alto, no delgado pero no con rollitos, y unas hermosas manos que Win se veía tentado a tomar entre las suyas.

Y así fue, con cuidado tomó la mano pálida entre la suya, hacían una hermosa combinación.

Bright por un momento se asustó y al siguiente sonrió enternecido dándole pequeñas caricias con su pulgar en la mano y finalmente inclinándose a darle un pequeño besito en la nariz.

Pues aunque no supieran, ambos habían caído tan rápido y fuerte por el otro.

Hasta el cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora