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Se sintió ansioso toda esa semana después del mensaje, claro que fue al empleo, a la cafetería e incluso había ido a ver a sus neuróticos amigos y sus locos hijos pero nada le quitaba del pecho la extraña opresión que sentía desde ese día

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Se sintió ansioso toda esa semana después del mensaje, claro que fue al empleo, a la cafetería e incluso había ido a ver a sus neuróticos amigos y sus locos hijos pero nada le quitaba del pecho la extraña opresión que sentía desde ese día.

Incluso habló con su pequeño amigo Earth sobre eso y hasta el joven le recomendó afrontar la verdad pues por más dura que fuera, era lo que Luke había querido.

Soltó un sopló a su taza de café caliente y cerró los ojos intentando tranquilizar a su corazón que parecía una bomba de tiempo, ¿hace cuanto no se sentía así? Perturbado, inquieto, como si algo le faltara.

Su celular timbro y era una llamada de su hermano menor avisando que había una cena familiar - Claro que en Francia- por el cumpleaños número tres de su sobrina Yvette y le invitaba a ir aunque sea unos días para ver a la pequeña que según él le extrañaba.

Patrañas, ¿quien a sus tres años extraña a su tío que vive del otro lado del mundo y que si, bueno es, ha visto más de cinco veces en toda su vida? pura tontería.

Quiso negarse pero su madre tomó el teléfono y con un regaño extendido en francés le recriminaba el no haberse visto en más de siete años - claro que no contando vacaciones con Luke a la ciudad, cuando su sobrina nació, boda de sus dos hermanos y algunos cumpleaños – y que si moría era por su culpa, suya y de Gulf, no sabe porque, pero su alto cuñado terminó siendo culpado por su madre también.

Maman, je te promets que je ferai tout ce qui est en mon pouvoir pour y aller, mais comprends que j'ai une vie maintenant en Thaïlande, tu comprends? Je ne peux pas promettre d'être la.– claro que todo lo decía en francés dada la tonta necesidad de su madre de que no pierdiera costumbre de su lengua materna.

[TRADUCCIÓN: Mamá,prometo que haré todo lo que este en mis manos para estar allí pero tengo una vida en Tailandia, comprendes? No puedo prometer estar allí, lo siento.]

Claro que eso desencadenó la furia de su madre haciendo que la poca paciencia que le quedaba se fuera al demonio y le cortó de golpe, claro que su madre volvió a llamar pero le bloqueó el número, solo por hoy quería dejar de escucharla.
















Y cuando menos esperaba, de nuevo estaba sintiéndose como si algo le faltara, como si de algo de algo se estuviera perdiendo y no le gustaba para nada sentirse así.

Tomó las llaves de su auto, su celular, su cartera y salió del apartamento.

No sabía a donde se dirigía, lo único que tenía en cuenta era que de verdad necesitaba alejarse de allí, necesitaba respirar y soltar todo el odio, rencor, lágrimas, ansiedad y tristezas que en esta semana se habían acumulado.

Se repetía una y otra vez en su mente un "¿porqué,Win?" ¿Porqué ahora que ya había dejado el psicólogo? ¿Porqué ahora que se sentía tan bien? ¿Porqué ahora que necesitaba paz en su vida? ¿Tan inútil era? ¿Cuánto más podría soportar?

Las lágrimas corrían libremente por su moreno rostro que de golpe había perdido color, casi no podía ver por lo empañado de los lentes y de un manotazo los retiró.

Gruñía y sollozaba, le dolía el alma y el cuerpo entero, quería dejarlo todo, quería irse donde Luke.

De alguna manera terminó en el cementerio, de nuevo y como alma que lleva el diablo corrió por las pequeñas aceras del lugar hasta llegar a una lápida color hueso, donde se leía el nombre de su chico.

Cayó de rodillas y llevó sus manos a su rostro, tallando y frotándose la cara, queriendo quitar cada beso, cada caricia, todas las promesas de futuro rotas, todo, quería que se fuera cada suspiro que Luke abandonó en su cara y que no volviera, quería perder todo porque se sentía perdido.

— Por favor, por favor, por favor...– murmuraba contra el suelo, abrazando ahora sus costados— Si no te ibas a quedar a mi lado, si no me ibas a amar por siempre, ¿porque me enamoraste, Luke? ¿porque me rompes el corazón? Ya no puedo más, esto es mi límite... ya no puedo seguir amándote así... ¡Maldita sea, Luke, solo quiero dejar de amarte! –

De pronto sintió una mano en su espalda, una extraña sensación de calidez se instaló en su corazón y volteó rápidamente con los ojos esperanzados.

Pero en cambio, un chico azabache y alto le miraba con lástima en sus grandes y brillosos ojos.

Rápidamente se levantó — ¿T-tu que haces aquí?.– preguntó alejandose unos pasos.

Bright le observó — Vine a ver la tumba de mi hermano y me encontré contigo llorandole, no... ¿reclamándole?.–

Win limpió su cara con una mano y talló sus ojos, no miraba bien —  Eso no es de tu incumbencia... me voy.– dijo empezando a avanzar pero una mano fuerte le detuvo el paso.

— Déjame... Déjame invitarte un té o café, para que te calmes.–

Win se soltó — No, estoy bien, gracias.–

Ahora Bright se puso enfrente de él impidiéndole el paso — Por favor, no me gustaría dejarte así.–

Frunció el ceño e intentó apartarlo — Déjame vivir mi jodido duelo en paz.–

Bright le tomó de ambas manos deteniendo sus empujones — ¿Llevas viviendo tu duelo cinco años, Metawin?.–

Se quedó quieto, tenso y herido, bajando la guardia, Bright  le jaló para ir directo a su coche.







No entiende como ni cuando pero terminó en una cafetería ya bastante conocida para él junto al medio hermano de su novio.

— ¿Win? Winnie,¿estás bien? ¿Porque estas todo rojo?.– la suave voz de Toptap le recordó la realidad.

Parpadeó un par de veces encontrándose directamente la cara afligida de su amigo — Estoy... Estoy bien, gracias.– murmuró.

TopTap no muy convencido asintió dejándole en paz pero dándole una mirada de desconfianza al chico que jamás había visto hasta ahora.

— Win, tenemos que hablar.–

Hasta el cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora