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Después de eso toda la semana siguiente continúo en contacto con Bright, era un buen chico y le contaba su día a día aveces en llamadas o FaceTime.

Se llevaban bien y como Win había dicho, iban con calma y de apoco se abría al menor.

De hecho, justo hoy iban a salir de compras pues a Win ya le habían informado que el primer bebé de Mew y Gulf sería varón y llevaría por nombre, Alexander Thara.

Claro que como todo tío quería comprarle algo lindo a su sobrino que si bien, apenas tenía cuatro meses de gestación seguía siendo parte de su familia.





































Estaba parado en la esquina de la gran avenida, apretaba las ropas contra si y como podía tapaba su nariz pues aunque ya fuera Marzo el frío seguía calando hasta los huesos.

A lo lejos, miró como el moreno venía hacia él.

Bright entonces sonrió.

Era hermoso, con su pequeño rostro, labios regordetes rosados, tez acanelada, cabello castaño y un par de ojos extremadamente hermosos, le habían perder la cordura y no era juego.

Todo en Win Metawin Joongcheveevat era hermoso.




Soltó un suspiro que se transformó en un pequeño humo delante suyo.

Win vestía un abrigo grande color hueso y parecía que el frío no le afectaba pues su rostro no tenía expresión alguna.

Cuando finalmente se acercó lo suficiente a él, el mayor corrió detrás de él y podría jurar que lo escuchó maldecir.

— ¡Wuah! ¡Estúpido frío invernal!.– masculló con el ceño fruncido.

Básicamente estaba escondido detrás de Bright por el frío— ¿Me estás usando de escudo?.– alzó una ceja.

Win le miró con pasiarmonia— ¿A ti que te parece?.–

Bright no pudo evitar reír lleno de ternura y se sorprendió cuando el mayor le acompañó.

Escuchaba embobado la risa nasal del conejito.

— Eres tan lindo.– susurró para si mismo, gracias a Dios el mayor no escucho.

Se encimaron en una agradable plática sobre la vida de Bright  en Corea y el como eso afectaba su tailandés que aunque casi no se notara, tenía sus fallas y su pronunciación un poco rara.

— ¿Entonces por eso no me llamas, P'?.– preguntó con curiosidad mientras caminaban por el centro comercial.

Asintió— Así es, ¿sabes? Cuando mi hermano te mencionaba yo te decía "Winiie Hyung" porque ya sabes, ese es el equivalente a "P'Win".– se encogió de hombros.

— Suena lindo, deberías de llamarme así más seguido.– soltó.

Sin darse cuenta soltó que era lindo el apodo que el chico le decía, sentía su cara arder y rápidamente giró a verlo.

Bright sostenía una hermosa sonrisa brillante y un poco de tono carmesí se asomaba por sus mejillas pálidas.

— Esta bien, Winnie Hyung.– dijo con un tono alegre.

— B-Bien.– dijo y camino a paso rápido dejándole ligeramente atrás.

Bright lo observó desde atrás y sintió una ternura instalarse en su pecho.

Sonrió con calidez y suspiró completamente enamorado— Winnie, ¡espera!.–




































Después de caminar por un buen rato finalmente entraron a un restaurant de la zona, que si bien era pequeño, era acogedor y bien atendido.

Pidieron sus órdenes de comida, Win una gran cantidad de alimento mientras que Bright solo ordenó una hamburguesa.

— ¿Seguro que podrás comerte todo eso,Winnie?.– inquirió.

Win soltó un "ja" con autosuficiencia y puso un brazo en la mesa— Niño, no sabes con quien estas hablando.–

Bright partió en risas pues no era normal escuchar a Win vanagloriarse de aquella manera.

En cambio el moreno solo sonrió con diversión al ver al azabache reír.

Finalmente la comida llegó y justo como Win lo dijo, logró comerse absolutamente todo bajo la mirada sorprendida de Brigth.

— Eres especial, Win.– dijo asombrado.

Aun con las mejillas llenas de comida ladeó su cabeza haciendo que sus anteojos se viraran un poco dándole un aspecto adorable para la vista de cualquiera.

Cualquiera es Bright.


Boqueo pues se sentía atacado con tanta belleza, enserio que Win debía de ser ilegal, ¿como este chico se había mantenido soltero por cinco años? Si le hubieran dicho eso hace unos meses, se hubiera reído en sus caras.

Pero Diosas, Win es real y es hermoso.

— ¿Estás bien?.– la mano de Win se movía en su cara logrando sacar de su ensoñación donde tenía veinte hijos con Win.

— Ehm, yo... Sí, sí, claro.– carraspeo y se acomodó la chamarra.

Win alzó una ceja pero le dejó pasar.

Ambos pagaron la mitad de lo gastado, claro que Win había insistido en pagar pero Bright se había negado diciendo que él también había comido, no tanto como él, pero había comido.

Se disponían a salir cuando unas voces bastante conocidas para Win se escucharon entrando al mismo lugar que ellos.

— ¡Oh! ¿es P'Win?.–

Win y Bright giraron en dirección de las voces y se encontraron con ambos morenos.

Tay y Nanon.

Bright se tensó notablemente y miró a Win con desespero, el mayor le palmeó la espalda como diciendo que todo estaría bien.

Nanon puede que no recordara mucho a Bright pero aún así entrecerraba los ojos intentando reconocerlo, pero en cambio, Tawan sí que reconocía al pequeño bastardo de su padre.

— Tay, Nanon.– hizo una gesto y salió rápidamente del lugar jalando de la manga de la chamarra a Bright que parecía un poco asustado.

Caminaron unos pasos lejos y por fin se sintieron en paz pero era obvio que el obsesivo de Tay tenía que seguirlos llevando consigo a Nanon.

— ¡Hey,Win!.– gritó llamando la atención de las personas del lugar.

Bright estaba verdaderamente harto y eso que solo unas pocas veces había visto en su vida al par de morenos; Le odiaban solo porque el viejo asqueroso no le dijo a su madre que estaba casado y la embarazó, tampoco que tenía dos hijos y de paso embarazó a ambas mujeres casi al mismo tiempo, y cuando su madre se enteró,¿que pasó? la estúpida mujer tailandesa le perdonó todo culpandose a si misma argumentando que había descuidado a su esposo, tacharon de roba maridos a su madre y de paso, puso en contra al hijo mayor pero que va, lo único que el anciano hizo fue ponerle su apellido y elegirle los nombres porque "ese es el deber de un padre", pura mierda porque quienes lo criaron fueron Luke, su madre y su mamá ChaeSoo.

— ¿Que quieres,Tawan? Dimelo de frente porque ahora no soy un niñito y puedo romperte la cara a ti y a tu hermanito.–

Hasta el cielo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora