Takuma realmente odiaba enfrentarse a su abuelo. No había algo más desagradable que mantenerse firme ante el escrutino de Asato, pero ahí estaba, a unos días de terminar las vacaciones, frente a la oficina de su abuelo por voluntad propia.La idea de dar media vuelta, correr hacia la academia y refugiarse entre los brazos de Kaname sonaba muy tentadora. Pero no podía retirarse; necesitaba con urgencia alguna noticia de Senri.
Al día siguiente de arribar donde los Aido, Takuma llamó cientos de veces a Senri, sin obtener respuesta. Los primeros días se convenció a sí mismo de que estaba muy ocupado con su madre y su trabajo como para responder sus llamas, o que nuevamente había perdido su teléfono. Tras dos semanas, su cabeza comenzó a hacer nuevas teorías y la preocupación le hizo imposible pensar en otra cosa que no fuera el paradero de Senri.
Ya desesperado, llamó a Kaname, con la esperanza que su amigo supiera algo al respecto. Por suerte, no se equivocó. Kaname efectivamente sabía sobre Senri, sin embargo, la información que le dio, lejos de calmar sus nervios, avivó su preocupación.
—Senri está con el Consejo. Comenzarán a moverse dentro de poco, tienes que estar preparado.
Takuma realmente deseaba que sus días de paz hubiesen durado un poco más.
—Ya puede entrar, joven amo.—anunció Hitomi, una agradable señora que trabajaba para los Ichijo desde que él era un bebé.
Takuma apenas le dirigió una suave sonrisa a la vampiresa, mientras se adentraba en el despacho de su abuelo.
—Amo, Takuma-sama ha regresado a casa.
Asato clavó su azulina mirada en él, analizándolo. Takuma le dedicó una suave sonrisa, manteniendo esa perfecta máscara carismática que había creado desde niño.
—Viniste por tu cuenta.
—Sería problemático si fueras a la academia, abuelo.
Asato volteó hacia sus papeles. Al parecer, Takuma había pasado la prueba.
—Es natural visitar a mi protegido. Como tutor de Kaname-sama, tengo derecho a preocuparme por él.—su abuelo se excusó despreocupadamente. Takuma tuvo que morderse la lengua para no soltar un comentario ácido de inmediato.
—Para Kaname es incensario tener un guardián. Además, el mismo declaró ante el Consejo que no desea intrusos en su territorio.
—Mientras Kaname-sama mantenga relación con los Aido, estaré preocupado por él. —Asato nuevamente alzó la mirada hacia él, la ira brillo en sus ojos.—¿No lo entiendes, Takuma? Esos niños son un peligro.
Takuma sintió su máscara flaquear. Detestaba esa actitud tan codiciosa de su abuelo, esa que le impulsaba a pasar sobre todos para conseguir más poder. Él no quería ser como Asato. Jamás aspiraría a ocupar su lugar.
—Puedo asegurar que Kaname no está interesado en su pelea de poderes. Lo digo como su amigo. Kaname tiene otras preocupaciones en mente.
Como cierto joven cazador por quien no deja de suspirar.
Asato dejó escapar una pesada exhalación ante su respuesta.
—Debes deshacerte de esos ingenuos pensamientos. Te crié para ver más allá. Lo entiendes, ¿no?
No.
No entendía nada de esos "valores familiares". Esos "valores" por los cuales su padre fue brutalmente repudiado por la familia Ichijo. Esos valores por los cuales jamás se le permitió conocer a su alma gemela hasta que fue demasiado tarde.

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Crisantemo
FanfictionKuran Kaname se resignó a ser uno de los muchos "sin vínculo", personas destinadas a la soledad. Él jamás pensó que, tras miles años de existencia, conocería a su destinado, y mucho menos que ese destinado estuviera convirtiéndose en un nivel E. *...