El dia D

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Me despierto y me doy cuenta de que Sergio está mirándome. Estoy la primera a romper el silencio.

- A donde quieres llevarme después del atraco ? Pregunto.

Para repuesta recibo un beso lleno de ternura.

- Es una sorpresa. El dice.

- Que hora es ?

- La hora de separarnos... pero todavía nos vamos a ver durante un día.

- No quiero sepárame de ti Sergio.

Me pongo contra su cuello y lo rodeo con mis brazos.

- Y yo solo quiero protegerte y lo que voy a hacer va a ponerte en peligro Lima.

El también paso sus brazos al rededor de mi y juega con mi pelo.

- No te preocupes para mi serás el más esposado de todos nosotros.

- Lima júrame que vas a ser cuidadosa y que vas a salir de allí no importa lo que pase.

- Sergio voy a...

- Dímelo porfa.

- Te lo juro.



El día pasa muy rápidamente solo aprovechando de cada momento con las personas que ya considero como mi familia. Una familia con nombres de ciudades pero personas a quien puedo hablar y por quien moriría si era necesario.



Hoy es el gran día. Estoy en mi habitación para vestirme con el mono rojo que va a ser nuestro uniforme. Salgo y bajo hasta el camion que va a transportarnos. Voy a entrar en el cuando una voz me llama.

- Lima espera ven conmigo.

Me doy la vuelta y veo que es Berlín.

- Vale ya voy. Donde vamos ?

- Tenemos un poco de material que llevar y eres la única que no está en el camión entonces es tu que vas a ayudarme para llevarlo aquí.

- Vale vamos.

Entramos de nuevo en la casa y cuando cruzamos el corredor para irnos en una pequeña sala, algo me atrae y en un segundo mis labios se pegan a las del profesor que nos esperaba escondido detrás de la puerta. Nos separamos y le miro con sorpresa.

- Bueno voy a traer todo el material aquí y vosotros dos... bueno despídete... pero por favor con un poco de decencia.

- Cállate Berlín.

Esas palabras del profesor me sorprenden pero antes de poder decir algo, nos besamos de nuevo. Oigo los pasos de Berlín que se alejan y empiezo a acariciar la cara de Sergio y paso mis manos en su pelo que tiene su olor tan suave. El olor que me hace perder la cabeza.

El me acaricia la espalda y baja más cada segunda hasta mis nalgas. De pronto su mano baja hasta mis muslos que lleva a su cintura. Subo en sus brazos al mismo tiempo que abro los ojos para mirarlo.

Acabamos de besarnos dos segundos saboreando la cara del otro y nos besamos de nuevo. Oigo los pasos de Berlín que se acercan pero no quiero que ese momento se acaba. Entonces profundo el beso mordiéndole el labio inferior.

Como repuesta Sergio hace la misma cosas. Oímos Berlín toser para señalar su presencia. Nos separemos y Sergio me pone al suelo. Nos miramos algunos segundos antes de separarnos.

Giro hasta Berlín y pongo dos bolsas llenas de armas. Dejo un pequeño beso en la mejilla de Sergio antes de irme pero el me tome el brazo.

- Porfa Lima sal de la fábrica viva.

Atracador y ladrón de corazón...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora