Yᴏᴜɴɢ ᴀɴᴅ Bᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ // Kᴏᴏᴋᴍɪɴ

17

Intentó hacer el menor ruido posible, pero la casa ya era algo vieja por lo que la puerta de entrada rechinó al igual que lo hicieron las maderas del suelo cuando entró. Maldijo por lo bajo y se aseguró de cerrar con rapidez y sacarse el calzado antes de que el ruido fuera peor.

La casa estaba en completo silencio y sumida en una oscuridad que podría haberle causado miedo de no ser porque la pequeña lámpara que estaba a un lado de las escaleras estaba encendida. Tenía que darle el crédito a Hoseok, él había sido el de la idea de dejar algo encendido cuando descubrió el terrible miedo que tenía su hermano desde los diez años.

Su intento por subir a su habitación sin llamar la atención hubiera funcionado de no ser porque, en realidad, nadie allí estaba durmiendo. Pudo escuchar los murmuros venir desde la habitación de sus padres, y sabía que no venía algo bueno cuando la puerta se abrió y salió su padre.

- Hyun Sik, por favor- su madre lo llamó desde la puerta, abrigada con su bata y mirando suplicante a su esposo- Podemos esperar a la mañana...

- No, esta conducta tiene que ser corregida en este momento. No podemos permitir que nuestros hijos hagan lo que quieran. No mientras vivan bajo mi techo.

Jimin podía decir que estaba bastante sorprendido de escucharlo tan enfadado. Por lo general, ninguno de ellos solía levantar el tono de su voz en alguna discusión, y no es como si hubiera mucho de ellas en primer lugar. Pero esto era algo que venía imaginándose hace un tiempo, y lo que en realidad le sorprendía era el tiempo que habían tardado en descubrirlo.

- ¿Tienes una idea de lo peligroso que es para ti que estés fuera de casa tan tarde?- siguió hablando el hombre, su mirada puesta en el rubio parado a un lado de la puerta de su habitación- Mira, por un tiempo pensamos que sólo salías a dar una caminata nocturna. Ya sabes, para calmarte o relajarte de algún modo para que puedas dormir. Pero no fue sólo un par de veces, seguiste haciéndolo y ni siquiera te das cuenta de cuán preocupada tienes a tu madre cada vez que te escapas.

- Lo siento, tienen toda la razón. Ya no volveré a hacerlo.

Pero a veces era muy malo mintiendo, y esas palabras ni siquiera él podía creerlas. Hyung Sik exhaló, comenzando a perder todo tipo de paciencia. Jimin quería rodar los ojos y pedirle que no se metan en su vida, pero sabía que eso sólo le traería más problemas y ya estaba cansado. Estaba jodidamente cansado de todo y sólo quería un respiro.

Y no estaban equivocados, últimamente estaba saliendo todas las noches porque pasar encerrado en su habitación viendo las cuatro paredes que lo encerraban, que lo mantenían prisionero, no hacían más que enfermarlo. No quería tener otro colapso como el de las noches atrás, no quería tener que recurrir a cierta persona porque su mente había decidido que él no era suficiente para encarar sus propios problemas y necesitaba que alguien más se encargara de él. No quería ceder. No quería darle más poder del que ya tenía. Así que diafrazaba sus noches de una diversión fingida en un bar de mala muerte y seguía repitiéndose que estaba bien así, que no necesitaba a alguien más.

No podía estar más equivocado. Y eso es lo que más odiaba.

- Al menos deberías decirnos a dónde vas- eran esos momentos donde agradecía estar usando uno de sus sacos largos que cubrían todo su cuerpo, porque sino serían capaces de ver las pocas capas de ropa que estaba usando y las marcas de dedos en su piel, los moretones en sus rodillas por cada vez que tuvo que ponerse de rodillas. Pero entonces el hombre notó el lenguaje corporal en su hijo, cómo se cruzaba de brazos negándose a cooperar- Jimin, si tan sólo...

- No- Jimin se alejó cuando la mano de su padre intentó llegar a él- En serio hago todo lo que puedo, no quiero seguir siendo una decepción para ustedes. Sé que no quieren que les dé más problemas de los que ya les di. Sólo...- aclaró su voz cuando comenzó a ser sólo un susurro- Sólo déjenme en paz, ¿de acuerdo? Quiero dormir, estoy cansado.