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De sus labios salió un suspiro involuntario, como cada vez que sucedía cuando se encontraba mirándolo más de la cuenta. Y es que, a pesar de que su relación amorosa fallida era algo del pasado y sólo se concentraban en ser amigos, o algo así, él siempre iba a sentir aquella necesidad de protegerlo y preocuparse por él, aunque tampoco debía negar que ya había superado lo cautivado que había estado, y seguía estando, cuando vio el rostro del chico. No lo culpen, nunca antes había visto un rostro tan bonito y delicado como lo tenía él.

Incluso ahora que tenía una novia, más o menos formal, no podía dejar de apreciar la vista. Por suerte, Hwasa no era una persona celosa, tampoco tenía motivos de estarlo, porque incluso ella había admitido más de una vez que tuvo una especie de crush cuando vio a Jimin la primera vez. Y lo había hablado con los amigos que más tarde había hecho, estos también admitían que sin dudas era una persona hermosa. Hermosa pero fría y sin sentimientos.

Taehyung no estaba demasiado de acuerdo con aquello último, pero no se los debatía. Jimin se las encargaba para hacer que los demás tengan esta imagen de chico frío tan fácilmente que a veces Taehyung se la creía. A veces, porque lo que presenció la otra noche en el club era una nueva faceta del menor. Ni siquiera estando con él lo había visto tan receptivo ante los toques de aquellos hombres.

- ¿Por qué no me escuchas?- Taehyung se quejó en un pequeño berrinche. Le había estado hablando hacía rato pero el pelirosa parecía no ponerle atención. Taehyung se había quedado en silencio por un buen rato para ver si lo notaría. No lo hizo- Jimin, no seas así...

Jimin cerró sus ojos y alzó su mirada hacia él cuando volvió a abrirlos, quitando su atención del libro que reposaba en su regazo y que había estado leyendo hasta que Taehyung interrumpió su lectura en el medio de uno de los pasillos entre los estantes de la biblioteca del instituto.

- Estaba escuchándote- le aseguró él- Pero dejé de hacerlo cuando de tu boca salieron puras tonterías.

- No eran tonterías- se defendió Kim- Sólo estaba dando mi más sincera opinión. Si me preguntas, creo que lo que haces está mal. Quiero decir, ¿acostarse con tres hombres? ¿Es eso realmente necesario?

Jimin suspiró y volvió su mirada al libro- No lo entenderías, Tae.

- Entonces explícame- insistió el rubio. No es como si estuviera juzgando sus acciones, no realmente, sino que nunca antes se había imaginado que Jimin sería capaz de... de eso. Tal vez no lo conocía demasiado. Se sentó en el suelo, enfrentándolo- No me malentiendas, Jimin, es que no me dan buena espina. Creo que se están aprovechando de ti. ¿Al menos saben que eres menor de edad? ¿Te conocen lo suficiente para...?

- No sabía que tenían que conocer todo de mí para acostarme con ellos- expresó con sarcasmo.

Taehyung no supo qué decirle por un buen rato. Sólo estaba preocupado por él, ¿de acuerdo? El que tres hombres mayores que él se acercaran sólo para obtener un buen polvo lo podía entender, pero no podía hacerlo teniendo en cuenta cómo era su amigo. Nunca antes lo había visto interesado por algún chico de su edad, ni siquiera el corto tiempo en el que estuvieron juntos podía estar seguro de si existía una posibilidad de que le gustara igual o más de lo que a Taehyung le gustaba él. Porque cada vez que regresaba a su casa se preguntaba si realmente Jimin quería estar con él. Ni siquiera los besos eran algo que le interesaban, tal vez eso ya decía mucho de él.

Y luego aquella charla con su padre, en donde le contó que visitaba un psicólogo dos veces por semana porque su hijo tenía ciertas dificultades para relacionarse con sus sentimientos lo había descolocado un poco. Aún más cuando escuchó que existía la posibilidad de que Jimin no sintiera nada en lo absoluto. Es decir, ¿acaso eso era algo que existía? ¿Cómo alguien no podía sentir?

Yᴏᴜɴɢ ᴀɴᴅ Bᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ // KᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora