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No sabía en qué había estado pensando.

Había pasado el tiempo suficiente pensando en ello y decidiéndose si realmente sería capaz de dejar que estos hombres hicieran con él lo que se les antojara. Incluso llegó a pensar, viéndolos anonadados, seguramente habían pensado que no se atrevería a hacerlo, que él podía con ello. Que tenía cierto poder del control cuando logró sorprenderlos al presentarse.

Pero aquello se esfumó de su cabeza tan pronto como apareció.

Porque no le hizo falta pronunciar alguna palabra para que uno de ellos se acercara a él, tan lentamente que la espera le pareció una tortura, observando cómo el hambre comenzaba a aparecer en sus ojos. Jimin se concentró en los ojos oscuros que le devolvían la mirada, en cómo el tiempo parecía transcurrir de otra forma estando sólo con ellos en la habitación del hotel. Podía verlos moviéndose a su alrededor, de seguro poniéndose cómodos para comenzar con lo que tanto querían, con lo que tanto habían deseado.

Y aún le sorprendía que a quien deseaban era a él. A Jimin.

El mismo parpadeó cuando vio los labios ajenos moverse, y pasaron algunos segundos para que comprendiera que le había dicho algo- ¿Uh?

Namjoon se rió, casi enternecido por la confusión en el menor- Que te quites la ropa. No tienes por qué estar nervioso.

- Esto no es sólo para nuestro placer- Jimin sintió como su piel se erizó al escuchar la voz de Seokjin tan cerca de él, casi escuchándolo respirar pesadamente detrás de él mientras su mano acariciaba el brazo del pelirosa- Es tu placer lo que también nos satisface, pequeño.

De acuerdo, para esto había venido. La camisa negra que estaba usando lentamente fue cayéndose, el roce en su piel siendo algo más excitante teniendo en cuenta el calor que comenzaba a sentir de a poco. Podía sentir sus miradas en su cuerpo mientras el pantalón también caía en algún lugar en el suelo. Cuando sólo quedó con sus bóxer, alzó su mirada y el rubor en sus mejillas hizo su aparición al notar cómo era observado con completa lujuria, incluso podía ver el atisbo de la adoración hacia su cuerpo.

Jungkook apareció en su campo de visión, quedando esta vez él al frente del chico, y cuando habló lo hizo de una manera tan seductiva que el sólo tono de su voz hizo estragos en Jimin- Quiero tu ropa interior fuera también. No prives a nuestros ojos cada parte de tu cuerpo.

Jimin mordió su labio inferior, mirándolo con cierta picardía que no sabía que poseía. Pero, oh, eso sólo hizo que el rostro del castaño al frente de él oscureciera su mirada.

- ¿Por qué no me la quitas tú?- Jimin preguntó en un leve murmuro, pero lo suficientemente alto para que el hombre acatara a su orden.

Unas manos más grandes fueron hacia su cintura, colocando sus pulgares sobre el bordillo del bóxer para quitárselos sin apartar ni un momento su mirada de él. No se contuvo de agarrar con una mano una de sus redondas nalgas, apretando hasta que pronto lo hizo sisear. De dolor, de excitación. Jimin no lo sabía y tampoco le importaba demasiado. Sólo quería más.

- Eres un buen niño, ¿no es así?- Jimin ladeó su cuello para darle una mayor comodidad cuando sintió los labios de Namjoon en el mismo. Jadeó cuando unos dientes lo rozaron, las manos de Kim rodeando su pequeña cintura hasta llegar al miembro del menor, tentándolo y jugando con él cuando apenas lo tocó. Sus ojos amagaron con cerrarse, pero no podía dejar de ver cómo Jeon se desvestía, cómo este tampoco podía apartar su mirada de él.

- ¿Por qué no vienes a la cama?- escuchó detrás de él. Se giró para ver a Seokjin ya sentado sobre la misma, completamente desnudo mientras su mano se movía perezosamente sobre su erección. Jimin caminó hacia él, gateando sobre la cama para llegar a él. La polla del rubio estaba ya goteando, y su boca se hizo agua cuando vio cómo las venas se marcaban en el mismo, deteniéndose en la rojiza cabeza- Métela en tu boca. Quiero sentirte.

Yᴏᴜɴɢ ᴀɴᴅ Bᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ // KᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora